Los amores de Rubén Darío: Rafaela Contreras, Rosario Murillo y Francisca Sánchez

RAFAELA CONTRERAS

El padre de Rafaela, Don Álvaro Contreras Membreño (N.Honduras 1839) llegó a Costa Rica en 1865 allí trabajó el padre de Rafaela como profesor del colegio de San José y el presidente José María Castro Madriz le pidió  que escribiera en “la gaceta”, diario oficial del gobierno de Costa Rica en esos años conoció a Doña Manuela Cañas Hidalgo, el 27 de febrero de 1868 Don Álvaro Contreras fundó en Costa Rica el semanario “La estrella de Jirazu”, también el 15 de marzo publicó las Reglas de actuación de todo periodista: “El periodista debe ser independiente para defender sin temor la libertad, el derecho, la justicia y el merito ya trate de los pueblos y de los individuos oprimidos, o bien de los gobiernos progresista, liberales y honrados que muchos sufren los rudos golpes del azote de los trastornadores .“ En 1868 Don Álvaro Contreras se casó con doña Manuela Cañas  Hidalgo, luego fundó en Costa Rica el periódico “el  debate”, en 1869 fue Vice Canciller de  Costa Rica el 10 de Abril de 1870 fue electo diputado de la Asamblea Nacional Constituyente de Costa Rica fue nombrado por esta asamblea “comisionado para Redactar el proyecto de Constitución de la república".

Al caer el gobierno constitucional de Don José María Castro  Madriz. Sale de Costa Rica al exilio, esto en compañía de su esposa Manuela y sus 3 hijas (Rafaela Salvadora, Julia y Emilia Josefina. M.  en 1871).

Primer encuentro de Rubén con Rafaela Contreras

Los niños Rubén y Rafaela desde 1876 hasta 1878 fueron compañeros de juegos infantiles en casa de su tía Rita Darío de Alvarado, de ambos niños participaban en las amenas tertulias de Leticia Menéndez, hija segunda del presidente de la república salvadoreña Francisco Menéndez, y buena amiga de aquella familia.

Desde esos tiempos Rubén era protegido del demócrata mandatario Salvadoreño. En esa época Rubén y Rafaela  eran de aquellos compañeros que cantaban y bailaban alegraban las fiestas pueriles, cantaban canciones en las novena de la virgen en las fiestas de diciembre, también en compañía de sus padres compartían sus paseos en la playa.

Esto sucedió así hasta 1878, año en el cual asumió el poder en Nicaragua el Sr. Joaquín Chamorro, el nuevo gobierno lo presionó para que abandonara el país, por lo tanto don Álvaro Contreras, su esposa Manuela y sus 2 hijas debieron exiliarse en panamá, luego se trasladó a el salvador, donde murió Don Álvaro el 9 de octubre de 1882, siempre con el sueño de unificar una sola nacionalidad centroamericana.

En ese funeral, Rubén Darío conoció a Don José Cañas (pariente de Doña Manuela), dio el pésame a Doña Manuela Cañas Hidalgo, a Rafaelita y a su hermana Julia en esa época no había aflorado el amor hacia Rafaelita, sin embargo Rafaelita de 13 y Rubén próximo a cumplir sus 16 en esas circunstancias empezó a frecuentar la casa de la viuda Doña Manuela Cañas y compartir platicas juveniles amenas con Rafaelita, familiares y amigos.

Rafaelita actriz y profesora

Mientras tanto, Rafaelita – como era llamada por todos – intervino de 15 años en una representación de la “traviata” de Giovanni Verdi en san salvador y, para 1888 – de diecinueve – fue profesora de geografía y calistenia en el colegio normal de señoritas de la capital salvadoreña. Por su lado su hermana Julia se había casado. Con Ricardo Trigueros, hijo de un banquero salvadoreño, Manuel  Trigueros, que en esa época acuñaba y respaldaba la moneda circulante.

RAFAELITA PERIODISTA, MUSA Y NARRADORA.

Así mismo Rafaelita seria redactora de la revista de san salvador, Ramos de violetas editada por un  grupo de señoritas en 1890 Rubén desde agosto de 1889,  de nuevo en tierra salvadoreña, había reanudado su amistad con aquella. Brotando en él “una nueva llama amorosa”, precedida por Rosario Murillo en Managua efímeramente apagada.

"Yo creía que todo era una noche

que todo era ya negro para mí alma sin luz.

¡He visto una visión de amor inmenso!

mi alma ya estaba muerta:

la has revivido tú: ¡Ay! Yo quería

hallar un ángel blanco

para mi sueño azul".

Así insertó en el diario la unión Órgano unionista dirigida y financiado por el presidente Francisco Menéndez– relatos y un poema en prosa de Rafaelita, marcados por la imprenta de azul… Pero ella se ocultaba bajo el pseudónimo de ‘’Stella’’.  Rubén interrogó a Tranquilino Chacón, redactor de la unión, sobre la autora de esas prosas –son de Rafaelita– Respondió Chacón ¡ah sí debí  haberlo imaginado!, ¡Que alma más delicada la suya! – exclamó Rubén un vago simbolismo idealista en esas piezas narrativas: “Mira, la oriental”, “Reverie”, “la turquesa”, “aunque en Humanzor no falta la observación objetiva y la crítica social”. De hechos con otros publicados en Guatemala por su esposo convertirían a Rafaelita Contreras en la primera escritora  modernista de Centroamérica. El propio Rubén había presentado “Reverie”  en una nota: “un marco humilde para un lienzo de oro”, (La unión San Salvador 10 de marzo de 1890)

MATRIMONIO CIVIL EN SAN SALVADOR

Enamorados decidieron contraer matrimonio. Él Rubén, famoso de su retorno de chile, había conquistado en San Salvador la “buena  posición social” de la que habla en su autobiografía y ella poseía “mucho don de  simpatía y hasta su dosis de literata por herencia paterna”.

 La ceremonia tuvo lugar el sábado 21 de junio de 1890 a las 7 de la noche, ante los oficios del gobernador de San Salvador, doctor Don Margarito González en casa de Doña Manuela Cañas de Contreras. Dos fueron los testigos. Tranquilino chacón periodista de 28  años y el poeta Francisco Gavidia de 26 años en esa fecha profesor de ciencia y letras fungió como secretario de prospero pineda.

Al día siguiente hay un almuerzo en honor de los recién casados al que asiste el general Carlos Ezeta, amigo de Rubén y jefe del estado mayor presidencial,

Esa noche hay una fiesta en casa presidencial y se produce una rebelión militar. El presidente Meléndez, protector de Darío, cae muerto de un infarto al saber que el golpista es Carlos Ezeta, el militar de su mayor confianza. Rubén rehúsa colaborar  con Ezeta y sale para Guatemala. El presidente de Guatemala, general Barilla, le nombra director de El Correo de la Tarde.

Boda Religiosa en  la ciudad de Guatemala

En la capital de Guatemala a donde llegaría el 30 de junio, Rubén permaneció seis meses y doce días sin su mujer legal, pues Rafaelita y su madre aparecieron en la misma capital el 13 de enero 1891.  No sin solicitar dispersas a la autoridad eclesiástica, el 11 de febrero de 1891fue celebrada la boda religiosa en la catedral metropolitana. Fueron padrinos el doctor Fernández Cruz, el licenciado Francisco Lainfiesta, y el poeta cubano José Joaquín Palma.

Al respecto, María Teresa Sánchez anota: “La cálida escuintla, con sus jardines de eterna primavera, es el trasfondo ideal  y decreto para el ardor de los recién casados, quienes descubren el éxtasis del amor resumido de besos, miradas y caricias. La pureza cristalina de la amada enternece en el alma del poeta. Quien transcribe su felicidad en el poema  narrado en prosa “la canción de la luna de miel.”

El 16 de agosto de 1891 la joven pareja se dirigió para Costa Rica donde doña Manuela Cañas, suegra contaba con parientes que podían ayudar a la joven pareja: Rafaela iba en adelantado estado de gravidez.

NACIMIENTO DE R. A. D CONTRERAS EN SAN JOSÉ COSTA RICA

El 24 del mismo mes de agosto arribaron a Puntarenas. Durante su estadía costarricense la producción literaria de Darío se enriqueció. Pero el acontecimiento privado más notable  fue el nacimiento del primogénito, Rubén Álvaro Darío Contreras el 11 de noviembre de 1891, en la casa 265 del paso de la vaca calzada que luego se denominaría 8va calle del norte. Apadrinaron el bautismo del niño, el general Lesmes Jiménez y doña Margarita Toxa, esposa del ministro de España en Costa Rica Julio Arellano. El obispo Bernardo Augusto Thiel solemnizó el acto, pero como Darío confiesa en su autobiografía después del nacimiento “la vida se me hizo bastante difícil en Costa Rica y partí sólo de Retorno a Guatemala. Para ver si encontraba allí manera de arreglarme la situación.

El 18 de enero de 1892, Rubén cumplió 25 años, su gran amigo y admirador, el Ingeniero Lesmes Jiménez Alber sabía que Rubén tenía muchas deudas, como obsequio le llevó una carpeta que contenía todas sus deudas canceladas, las cuales ascendían a 2,000 colones. Un amigo y escritor, Ricardo Fernández Guardia, fue más explícito en una gacetilla publicada en el diario del comercio el 11 de mayo de 1895: “Rubén el poeta exquisito el parisiense trasplantando, el rival de Catulo Méndez, partió el martes último para Guatemala, después de sacudir el pollo de la tierra inhospitalaria de Costa Rica nuestro modo de ser tan rudo y prosaico, tan ajeno  a lo intelectual, no podía en manera alguna convenir al espíritu esencialmente artístico de Rubén Darío. El escritor insigne cuyo nombre resuena con aplauso universal en toda la América Española y en Europa, se ahogaba en nuestra atmósfera de materialismo mercantil – No vuelan los pájaros en el vacío”.

Regreso a Guatemala y misión a España

El 21 de mayo, arribó Rubén al puerto de San José en Guatemala. Iniciaba sus gestiones para establecerse cuando el 28  de ese mismo mes recibió cablegráficamente la noticia que el gobierno del doctor Roberto Sacasa le nombraba  miembro de la delegación que enviaría a España con motivo de la celebración del cuarto centenario del descubrimiento de América. A solicitud de Rubén el 20 del julio de 1892 Rafaelita se trasladó con su madre e hijo a san salvador, a la residencia de su hermana Julia Contreras de Trigueros por parte del esposo a León para dirigirse luego a España.

Esta súbita partida acongojo y amargo a Rafaelita “No solo lo privaba de bienestar prometido a ella y a su hijo; también los alejaba de su afecto. Ella no reprochaba la ambición de Gloria que impulsaba a Rubén; pero si resistente el desamparo en que los dejaba “– comenta de nuevo María Teresa Sánchez se le ha consumido el fuego de su amor y apagado la luz de su estrella-‘’.

FALLECIMIENTO DE RAFAELITA A SUS 24 AÑOS

Ya en Nicaragua, cuando se hallaba en león recitando su “elogio a don Vicente Navas” Rubén fue interrumpido por la entrega de un telegrama en que se le comunicaba la gravedad de su esposa.

El poeta presintió su muerte acaecida a las 9 de la mañana del 26 de enero de 1893 en San Salvador a causa de una excesiva dosis de cloroformo que accidentalmente le suministró el doctor Tomás Palomo, al intervenirla quirúrgicamente. Entonces durante 8 días. Rafaelita tenía 23 años, 8 meses y 5 días de edad al fallecer, y había pedido, en breve carta a su esposo, que dejará a su madre el cuidado de Rubén Álvaro,  por si algo fatal le sobreviniera en la operación a que iba a someterse. Así concluyó el breve matrimonio de Rubén con Rafaela Contreras, que de haber sobrevivido hubiera sido su esposa ideal para el poeta ya que ella también era escritora. Rafaelita está enterrada en el cementerio de las personas ilustres en San Salvador capital del Salvador.

Rubén dice en su biografía: “Estando en León  Nicaragua, se celebraban funerales en memoria  de un ilustre político que había muerto en parís, Don Vicente Navas. Se me rogó que tomase parte de la velada, que se daría honor  del personaje fallecido, y escribí unos versos en tal ocasión. Estaba la noche de esa velada, leyendo mi poesía, cuando me fue entregado un telegrama. Venia de San Salvador lugar donde yo no podía ir a causa del señor Ezeta, y donde residía mi esposa en unión a su madre y su hermana casada. El telegrama  anunciaba en vagos términos la gravedad de mi mujer, pero yo comprendí por intimo presentimiento que había muerto; y sin acabar de leer los versos me fui precipitadamente al hotel en que me hospedaba, seguido a varios amigos, y allí me encerré en mi habitación, a llorar la perdida de quien era mi consolación y apoyo moral. “Bebía y bebía para aliviar el dolor de tan espantosa caída, para olvidarse de que había existido aquella criatura  que fue su amada y que le arrebató la muerte…” él exclama “ pasé ocho días sin saber nada de mi…”

“Aquello era como una muerte. Digiérase que necesitaba morir  - si quisiera morir de aquel modo - para seguir viviendo; más aún: que vivía de aquella muerte. “pocos días después llegaron noticias detalladas del fallecimiento. Se me enviaba en papel escrito con  lápiz por ella, en el cual me decía que iba a hacerse operar, había quedado bastaste delicada después del nacimiento de nuestro hijo  y que en poder de  mí madre mientras viviese. Por otra parte me escribía mi cuñada el banquero don Ricardo Trigueros, que él se encargaría gustoso de la educación de mi hijo, y que su mujer seria una madre para él. Hace diez y nueve años que esto ha sucedido y ello ha sido así. Aquel corazón sentimental, sensible, sensitivo, estaba sangrando mientras en virtud del alba de oro las áureas notas brotaban de su garganta para inquirís de su divinidad el paradero de su Stella:”

“Sin embargo la Bohemia, la amargura, tiene su código inflexibles para los eternos soñadores. Y el poeta de Nicaragua lo respetó. ¿Acaso las plumas de sus alas no brotaban como brotaban los rayos luminosos de la estrella? La musa de los angelicales purezas ordenaba:” “vuela”.

Rubén el grande, cae en una gran depresión, acude a refugiarse en el licor y dice: “uno de esos días abrió  los ojos y me encontré con dos señoras que me asistían; era mi madre y una (media) hermana mía (Lola Soriano), a quienes se puede decir que  conocía por primera vez, pues mis anteriores recuerdos maternales estaban como borrados. En esa circunstancias Rubén Darío, pide a su madre Rosa Sarmiento Alemán (49 años, n. 1843 Chinandega Nica. Muerta en 1895 en el salvador) que acuda a el Salvador pues su esposa a muerto, y explica las condiciones en que ha quedado su hijo, Rosa Sarmiento se fue a el Salvador y vivió en compañía de su nieto Rubén Darío Contreras, con Doña Julia Contreras cañas (cuñada de R.D) y don Ricardo Trigueros hasta su muerte, en 1895 en el Salvador a los 52 años de edad, los restos de Rosa Sarmiento inicialmente fueron enterrados en el museo de la familia Trigueros Caña y posteriormente en la década de los años 90 (1995) trasladados a su ciudad natal Chinandega Nicaragua donde descansa en paz, en el parque rosas.

Ella en esos pocos años que estuvo con su nieto trató de entregarle a su nieto, el amor que no pudo entregarle a su hijo el magno Rubén Darío. El poeta inmenso cedió lo más grande de su vida hasta ese momento su hijo primogénito, lo cedió a su cuñada Julia Contreras, la hermana de su esposa para que viviera en compañía de su esposo Ricardo Trigueros, su suegra Doña Manuela Cañas Hidalgo y tuviera la atención de su propia madre Rosa Sarmiento Alemán quien llegaría a vivir con ellos.

Stella primera escritora modernista

Su nombre como escritora ha permanecido sepultado en el olvido y solo se le recuerda en la historia de la literatura por haber sido la primera esposa de Rubén Darío, quien le dedicó el célebre poema titulado “el poeta pregunta por Stella” su obra es breve. Apenas consta de nueve cuentos que siguen siendo desconocidos aun para la mayoría de especialista Darianos. Fue precisamente el propio Darío el primero en enunciar la publicación de un libro de cuentos que nunca vio la luz bajo, el título de Reverie.

NOMBRE DE LOS CUENTOS QUE ESCRIBIÓ RAFAELA ‘’STELLA’’.

Los nueve; que escribió la poetisa y escritora “Stella”, son:

1)             Mira la oriental o la mujer de cristal

2)             Reverie.

3)             La turquesa.

4)             Las ondinas.

5)             Humanzor.

6)             La canción del invierno.

7)             Violetas y palomas

8)             Sonata

9)             El oro y el cobre

Reverie consta de nueve, cuentos ordenados según la cronología en que fueron escritos y publicados. Se ha seguido este orden, con el fin del lector o el investigador pueda apreciar la evolución y el cambio tonto formal como temático de la autora.

RUBÉN DARÍO CONTRERAS

Rubén Darío Contreras hijo de América, Nicaragua, patria de su padre el Gran Rubén, Costa Rica patria de su madre Rafaela y su patria donde el nació, de Honduras, la patria de su abuelo el gran orador Álvaro Contreras, del Salvador donde vivió y se casarón civilmente sus padres biológicos y donde el dio sus primeros pasos, de Guatemala donde sus padres se casarón canónicamente, lo engendraron y donde el creció, de panamá donde vivió su mamá Rafaela en compañía de sus padres, donde estuvo su padre el gran Rubén en compañía de su segunda esposa Rosario Emelina Murillo, donde murió su hermano Darío, Darío y de Argentina país que lo cobijó con amor, donde se casó y nacieron sus 3 hijos … Rubén Darío Contreras, el hijo Centroamericano de Rubén Darío …. El hijo de América.

El primogénito y su descendencia. De manera de que Darío seria solo padre biológico para su primer hijo en cuanto a  la descendencia de este es la siguiente, casado con la Argentina Eloísa Basualdo engendró 3 hijos: Eloísa, Stella y Rubén Darío Basualdo, quien matrimoniase con la Nicaragüense Marta Lacayo, habiendo procreado cuatro hijos Eloísa, Stella, Carla y Rubén Darío Lacayo.

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ROSARIO MURILLO

Rosario Emelina Murillo Rivas nació en mangua el 10 de agosto de 1871. Sus padres fueron Don Ramón Murillo Y Doña Mercedes Rivas de Murillo.

A los 16 años de edad Rubén se traslada a Managua y trabaja como secretario en la biblioteca nacional ya es famoso y le llaman el  “poeta – niño”.

Se hospeda en casa del doctor Modesto Barrios, quien le lleva a las fiestas y tertulias literarias de la vieja Managua. En una de ellas conoció en un elegante salón a Rosario Murillo quien cantaba una linda romanza acompañada al piano y se prendó de su peregrina belleza, era una niña de unos 12 años de edad. Alta y esbelta Darío la describe así: “Rostro ovalado, color levemente acanelado” boca cleopatrina, ojos verdes, cabellera castaña, cuerpo flexible y delicadamente voluptuoso, que traía al andar ilusiones de canéfora”.

Rosario cantaba y tocaba muy bien el piano para Rubén, ella era la encarnación de la diosa “afrodita”, diosa de la belleza y el amor. Se enamora locamente de ella. Se hacen amigos y por las tardes van a las costa del lago de Managua a contemplar las olas  y el paisaje. De ella recibe Rubén “el primer beso de labios de mujer”.

 Y así empezaron aquellos amores que crecieron con los años. Quería el poeta casarse pero no tenía dinero. Les contó su propósito a algunos amigos de intimidad y a varios familiares, unos y otros le disuadieron. Estaba muy joven.- le decían. Para curarlo de estos amores le hicieron un viaje a chile,  le dieron el dinero y se marchó, el espíritu inquieto y novelesco el suyo, salía el proyecto al encuentro de su deseo de ver el mundo. Así emigró por primera vez de Nicaragua, apreciando más tarde su inquietud de viajar decía.

Yo debo seguir mi camino

De mi destino voy en pos

Entre sombras y luz peregrino,

Por secreto impulso de Dios.

Mercedes Rivas la mamá de Rosario, era propietaria de una pensión donde se hospedaban poderosos funcionarios públicos. Y Rubén visitaba el comedor de dicha pensión, solo para admirar a la que llamaría “garza morena”, Rubén se tornó cliente asiduo. Empero, su presencia incomodaba a doña Mercedes. Tras su primer viaje a el Salvador (agosto 1882- octubre, 1883) y de nuevo en Managua Rubén reanudó su interés en Rosario. Dos años después la relación se estrechaba, experiencia que el bardo evocaría en su cuento “palomas blanca garza morena” ¡ah, mi adorable, mi bella, mi querida garza morena!, tú tienes en mi los recuerdos que en mi alma forman lo más alto y sublime, una luz inmortal. Porque tú me revelaste el secreto de las delicias divinas en el inefable primer instante de amor.

UNA CARTA DE ANTOLOGIA

Mas el texto que mejor refleja esa relación es la carta que envió a Rosario, en Managua el 12 de mayo de 1886, un mes antes de partir a chile. Reveladora e intensa vale la pena transcribirse.

“Rosario: esta es la última carta que te escribo. Pronto tomaré el vapor para un país muy lejano donde no se si volveré. Antes, pues, de que nos separemos, quizá para siempre, me despido de ti con esta carta. Te conocí tal vez por desgracia mía, mucho te quise, mucho te quiero. Nuestro caracteres son muy opuestos que todo nuestro amor concluya; y como por lo que a mí me toca no me sería posible lo que sufres y lo que has sufrido, hago una resolución y me voy. Muy difícil será que yo pueda olvidarte. Solo estando dentro de mí se podría comprender como padezco al irme; pero está resuelto mi viaje y muy pronto me despediré de Nicaragua. Mis deseos siempre fueron de realizar nuestras ilusiones. Llevo la conciencia tranquila, porque como hombre honrado nunca me imaginé que pudiera manchar la pureza de la mujer que soñaba mi esposa. Dios quiera que si llegas a amar a otro hombre encuentre los mismos sentimientos.

Yo no sé si vuelva. Acaso no vuelva nunca. ¡Quién sabe si iré a morir en aquella tierra! Extranjera! Me voy amándote lo mismo que siempre. Te perdono tus puerilidades, tus cosas de niña, tus recelos infundados. Te perdono que haya llegado a dudar de lo mucho que te he querido siempre. Si tú te guardaras como hasta ahora, si moderando tu carácter y tus pequeñas ligerezas siguieras en la misma vía que has seguido durante nuestros amores, yo volvería y volvería a realizar nuestros deseos. Tú me quisiste mucho, no sé si todavía me quieres. ¡Son tan volubles las niñas y las mariposas!... Mucho me tienes que recordar si amas a otro. Ya verás. Yo no tengo otro deseo si no que seas feliz.

Si estando como voy a estar tan lejos, me llegase la noticia de que vivías tranquila, dichosa casada con un hombre honrado y que te quisiera, yo me llenaría de gozo y te recordaría muy dulcemente. Pero si me llegase a Santiago de chile una noticia que con solo imaginármela se me sube la sangre al rostro: si me escribiese algún amigo que no me podría ver frente a frente como antes… yo me avergonzaría de haber puesto mi amor en una mujer indigna de él.

Pero esto no será así, estoy convencido de ello pongo a Dios por testigo que el primer beso de amor que yo he dado en mi vida fue a ti… ojalá que nos podamos volver a ver con el mismo cariño de siempre, recordando lo mucho que te quise y que te quiero. Adiós pues, Rosario.- Rubén Darío.

RUBÉN, “ESBELTO, BIEN VESTIDO Y GUAPO”

¿Por qué se había marchado el poeta de Nicaragua? Como es sabido, en su autobiografía confiesa que la causa había sido “la mayor desilusión que puede sentir un hombre enamorado.

En marzo y abril de 1889, a su retorno de chile Rubén ha macizado su carácter y ha aprendido a vivir de su pluma. Pasa unos días en León y se dirige a la capital con el invéntale objetivo de visitar a Rosario. El tiene 22 años y viste elegante. Le acompañan dos amigos. Ella de 18 años cumplidos, ha crecido en esplendor y todo parece indicar que la relación culminaría en matrimonio. Mas sus amigos le disuaden de contraer matrimonio argumentando que truncaría su carrera intelectual que diera Rosario mucho años más tarde lo confirma:

El mismo día que llegó Rubén a Managua visitó mi casa a la siete de la noche, en unión de Pedro Gonzales y Pedro Ortiz. ‘’Mi sorpresa fue grande al notar a Rubén, no ya al muchacho feo y peludo de antes, si no a un hombre bien vestido y guapo. Y estable encantada, Rubén era ya una gloria de Nicaragua, sus triunfos en chile habían definido las bases de su personalidad. Reanudado el noviazgo, se arregló el matrimonio y se agrega por ese tiempo estaba por casarse Amelia y Emilia Díaz, hijas del general Don Carmen Díaz. La primera con Pedro Ortega y la segunda con José Pasos, dada nuestra amistad con la familia Díaz, se dispuso que los tres casamientos se efectuarán en la misma fecha, hechos los preparativos de todo, quiso la desgracia que por influencia del doctor Jerónimo Ramírez y de Felipe Chamberlain, que lo querían alejar de aquí para que cortara su carrera casándose tan joven, Rubén hizo viaje a el salvador.”

Durante su segunda estadía en la tierra cuscatleca, el poeta se enamora de su amiga de la infancia Rafaela Contreras, casándose con ella; pero nunca se olvidaría de Rosario al llegar no mas a San Salvador le dedico el poema titulado    “A Emelina” haciendo publica la ardiente pasión  que todavía le inspiraba.

RUBÉN SE CASA CON ROSARIO MURILLO

Para marzo de  1893 Rubén se traslada de León a Managua. Paseando en coche por la casa de Rosario Murillo. Reanudan el noviazgo a los escasos dos meses de la muerte de Rafaela. El 8 de marzo se casa con Rosario Murillo bajo la amenaza de Andrés Murillo, hermano de Rosario, en una historia de violencia y engaño, como dice Rubén en su autobiografía.

Andrés Murillo acusa sin fundamento, a Darío de faltar al honor de su hermana, Darío niega. Preparado: cura y testigos. A Rubén le dan de beber mucho whisky y así contrae matrimonio con Rosario Murillo. Asistieron solamente el oficiante Monseñor Rafael Ramírez, de Chinandega; el padre Obregón, cura de Managua, el doctor José Navas; Don francisco Solórzano el maestro cubano Fajardo Ortiz y Manuel Maldonado. El matrimonio fue eclesiástico y no tuvo efectos civiles, porque entonces la iglesia y el estado estaban unidos.

En seguida la pareja embarca para panamá, pero ella regresa pocos días después a Nicaragua, embarazada, Mientras Rubén vive en buenos Aires ejerciendo el consulado de Colombia. El 26 de diciembre de ese mismo año nace en Managua Darío, Darío quien fallece de tétano, al mes y medio de nacido, porque su abuela Mercedes le cortó el cordón umbilical con unas tijeras que no estaban desinfestadas.

En 1907 ella se presenta en parís, reclamándole derecho de esposa; el trata de evadirla, sin éxito y la pareja cohabita. Sin embargo, el poeta viaja a Nicaragua para obtener el divorcio; tampoco tiene éxito. En 1915, enfermo de muerte el poeta en la capital de Guatemala, llega Rosario para llevarlo a morir a su patria. Y lo atiende en sus últimos días: desde el 4 de julio de 1915 al 6 de febrero de 1916. “Gracias a la nobleza de esa mujer”… que trajo al poeta desde Guatemala hasta León y falleció el día domingo 6 de febrero a las 10:15 de la noche 1916 y los funerales fueron programados para el domingo 13 a las tres de la tarde.

FALLECIMIENTO DE ROSARIO MURILLO

La señora – viuda de Darío desde 1949 fue víctima de una dolorosa enfermedad que la obligó a someterse a una operación en Neworleans, en la clínica os Cher en 1950 y 1952. Aunque de una vitalidad sorprendente empezó a resistirse al sufrir una fractura en una de sus  piernas en el año 1951, la que por edad avanzada no admitió ser enyesada y sufrió un maligno cáncer desde los últimos días de enero de 1953  que la tumbó en su lecho hasta que se le extinguió la llama de la vida. Rosario Murillo murió el 23 de junio de 1953 en su residencia familiar de Managua a los 82 años de edad. Está enterrada en el cementerio general de Managua

Rubén Darío le dedicó varios poemas entre ellos:

A Emelina (publicado en reportorio Salvadoreño en mayo de 1885), y cuatro años antes sotto voces que está firmado el 4 de septiembre de 1885 la cabeza del Rawi (cuento oriental) escrito en 1884 y también el cuento de palomas blancas y garzas morenas” de  Azul.

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FRANCISCA SÁNCHEZ

Francisca Gervacia Sánchez del pozo nació el 4 de junio de 1875 en Navalsauz, provincia de Ávila, España, hija de Celestino Sánchez y Juana del pozo.

Tuvo 6 hermanos: y una hermana de ella María Sánchez vivió en parís con ella y Rubén Darío.

La guerra hispano- yanqui y la derrota de España es sentida en toda América. “La Nación” necesita enviar a un corresponsal a España, para informar sobre la desastrosa guerra. Rubén acepta la corresponsalía y el  9 de diciembre de 1898 parte rumbo a España.

El 1 de enero de 1899 llega a Barcelona y luego a Madrid. Lo invade el desaliento, porque sus antiguos amigos y escritores prácticamente han desaparecido: Cánovas del Castillo y José Zorrilla han muerto, Emilio Constelar muy enfermo, Juan Valera ciego y Campoamor mudo. Y los jóvenes, dice Luis Alberto Cabrales, “los que seguían sus banderas renovadoras, los de la generación del 98, todo pesimistas ante el desastre inmerecido.

Para el verano de 1899 Rubén Darío conoce a Francisca Sánchez del pozo, campesina Española analfabeta, hija del jardinero de la casa de campo de los Reyes de España, en Navalsauz, en las sierras de Gredos, ella para ese entonces tenía 24 años.

 El flechazo; fue una tarde de esplendida primaveral de 1899, cuando su mirada se cruzaron por primera vez un día acaso el más brillante de los que para el inmortal poeta Nicaragüense Rubén Darío, transcurrían en Madrid sintió este el deseo de caminar por el vedado terreno tan próximo del palacio del Rey Alfonso Xll, Su gran amigo don Ramón del Valle- Inclán lo acompañó en el paseo juntos discurriendo entre sueños edilicios y árboles, hallaron a una joven con varios chiquillos a su alrededor. Los poetas se prepararon ante el grupo. La muchacha bonita y esbelta, sonrió… Don Ramón era un tipo chocante y contrataba con el siendo también exótica su apariencia cruzaron unas palabras amables y la joven ofreció a cada uno de ellos una rosa.

Pocos días después, volvieron los amigos. La buscaron para charlar con ella.       ¿Vivía allí, eran sus hermanitos todos aquellos chicos? ¿Qué hacían en la casa de campo? Francisca Sánchez contestó con sencillez dijo que posaban allí el día, pero que su domicilio estaba en la calle cercana cadurso. Rubén tomó nota en una tarjetita, ¿Qué quería aquel señor joven bien vestido, con blando y acento americano, domestico para cuidar, del padre y los hermanos, ya que la madre se veía obligada a trabajar fuera para aportar su ayuda al no fácil sustento de tan copiosa familia.

Dos días después apareció Rubén en la casa de campo por su propia mano entrego a la joven una nueva carta que constituía ya, el programa de lo que significaba de posición amorosa; y que era como un sueño para la humilde criatura que vivía cercada de privaciones…

El poeta apremiaba: día, hora, lugar en que la guardaba. A la joven le gustaba Rubén, aunque ignoraba lo que él era en realidad, que si ella lo percibía en toda su magnitud. Asedió su cita sin condiciones, la fatalidad no las pone las acepta todas.

Rubén Darío pasado de ser huésped del hotel parís a hacerlo de una señora viuda con hijos que vivía en la calle mayor, disponía de una hermosa habitación en la cual no faltaba su buena mesa con recado para escribir. A Rubén   le gustaba el lujo exterior e intimo, se vestía 3 veces al día desde que inició a vivir en Europa, usaba ropa de costosa ceda, botas (ropones) guantadas y con forros sedeño de costosa batas (ropones) guantadas  y con forro de color rojo (é como Rembrandt?) o amarillo claro. Traía un perfume de su país que también encontró luego en España.

El poeta quedo tan prendado de la belleza y frescura de Francisca, que volvió días después esta vez sin compañía, este solo es el principio de un noviazgo que contó con una petición especial. Para pedir su mano a sus padres en un momento que coincidían precisamente con las fiestas patronales de la localidad en  honor a la virgen del Rosario. Darío acudiría hasta la ciudad de Ávila en tren y luego recorría más de 60 kilómetros que separan la capital abulense de Navalsauz   a lomo de un burro. Como puede encontrarse en sus “obra selectas”, editado por dimat Libros, así relata el propio autor su periplo en busca de su amada… el Nicaragüense plasmó en una de sus crónicas más aplaudidas fiesta campesina <<¡Bello día en el fragante y bondadoso campo! Sale un claro sol, comienza a verse en las ovejas… Y mi barrito sigue impertérrito, en tanto que me llegan de repente soplos de los bosques, olientes a la hoja del pino… El traje de la paleta es curioso y llamativo más de una vez lo habéis visto en las comedias y zarzuelas. Falda corta y ancha, de gran vuelo, que deja ver casi macizas y bien redondas pantorrillas>>…

Esa vista turística fue más que eso, fue un encuentro con su intimidad y su anhelo y se unió definitivamente a una mujer de la que recibió el resto de su vida lo más noble y lo más desinteresado del amor. Rubén visitó varias veces y finalmente le propone que se vaya  a vivir con él y ella aceptó, la pareja alquiló un piso en Madrid,  en la calle marqués de santa Ana, 29. Compraron muebles. Dormitorios, comedor, cocina y una habitación que se le habilitó como despacho para él.

Francisca era una cocinera especial y se hizo popular  por sus almuerzos entre los amigos del poeta. A su mesa se sentaban asiduamente otros literatos como Villaespesa, Valle Inclán, Ramón Jiménez, Jacinto, Benavente entre otros… La sopa de ajo, benefactora sopa de tortuga y Darío llevaba frijoles de Nicaragua y  le enseñó a Francisca a cocinarlos. Las chuletas, de cerdos adobados y los chorizos de Navalsauz le entusiasmaban terminar. Con un postre casero y nunca bebía vino en las comidas solamente tomaba agua.

En 1900 en Madrid nace su primogénita que se llamó Carmen, la cual murió al año siguiente solo vivió 11 meses (abril- marzo 1901) la causa de la muerte fue de un ataque de viruela. En esta misma fecha murió el papá de Francisca y lo enterraron juntos  a los dos en la misma tumba están enterrados en el cementerio san Isidro España.

RUBÉN DARÍO CORRESPONSAL EN PARÍS

En 1901, la nación requiere al poeta como corresponsal en parís, Francisca y su hermana pequeña, María, se marchan con él. Vivieron ahí varios años, lo justo para que la abulense aprendiera a leer y escribir. Tuvo como maestro a su marido y al poeta Amado Nervo, que vivió con ellos una temporada. Él fue quien la bautizó como << la princesa paca>> Rubén le elegía los trajes, los abrigos, las joyas… y ella lucia como si toda la vida hubiese vestido de ese modo. Madame Darío la llamaban los franceses al tratarla. A pesar de que juntos vivieron momentos maravillosos, pasaban largas temporadas separados. Darío viajaba mucho para dar conferencias y en busca de inspiración. Esto hizo que los momentos más cruciales de  la vida de Francisca, Rubén no estuviera a lado. Así, se perdió el nacimiento de sus tres hijos, la muerte y el entierro de los dos primeros y el bautizo y la comunión de su hijo Rubén.

En 1903 fue nombrado cónsul de Nicaragua en esa ciudad, lo que le trajo mejores condiciones economías y le dio más oportunidades de viajar y seguir conociendo y reconociendo intelectuales. En esa época nació su segundo hijo con Francisca, Rubén Darío Sánchez a quien su padre llama ‘’phocas el campesino’’, quien muere de bronco manía en Navalsauz el 10 de junio de 1905.

A Ella le dolían las prolongadas separaciones de su amado; la esperanza de firmes promesas y con ruego de que le fuese fiel y fiel le fue toda la vida, no se atrevieron ni hacerle proposiciones; su postura moral les rechazaba de antemano. Y, aunque tenía más que todas, porque era la amada de un príncipe.

El primer testamento mano escrito, con firma de Rubén Darío en el que nombraba heredera a Francisca fue el 22 de febrero de 1903 en parís.

Su relación epistolar era lo que mantenía viva la llama de ese amor genuino:<<Hoy te escribo aunque hace mucho que no quiero que pase un día que no hable contigo,: te tengo un inmenso cariño y no quiero si no que seas dichosa y no pases nunca un mal día.

Ella fue su musa a su lado escribió alguna de sus obras magistrales como “Cantos de vida y esperanza” o “Tierra solares” Francisca pasaba las noches en vela a su lado cociendo y practicando la escritura  para que a él no se le fuera la inspiración y evitar que cayera en las garras del alcohol. Solo conseguía estar abstemio cuando pasaba largas temporadas con ella.

«La historia ha sido injusta con ella por el hecho de ser mujer y no ser la esposa legítima, en figuras determinantes de la historia como Rubén, su biografía es fundamental para entender la obra. En este caso el amor entre ambos fue imprescindible para el devenir de todo».

En aquel tiempo en el que Francisca y Darío empiezan su relación, probablemente era mal visto que una mujer viviera con un hombre que no fuera su esposo. Ella nunca se sintió relegada por no ser una mujer culta. También hay que entender que, en aquella época, había muy pocas mujeres cultas en España. Se daban los extremos, criticaban por que eras muy culta o por no ser nada culta”.

Darío la conquistó con  palabras… pues todo mundo sabe que pasaron situaciones difíciles de no tener un céntimo… Tuvieron que hacer frente a situaciones difíciles si a ella solo le hubiese interesado esa parte, no hubiera estado con él. Se enamoró locamente de un hombre que la sedujo con la palabra, porque debió ser muy seductor. El tenía esa parte de poeta sensible con lo que estaba pasando con España y sus colonias, sensible con la política. Una convivencia con el ser nada difícil.

NACIMIENTO DE (GUICHO)

El 2 de octubre de 1907 nace en parís Rubén Darío Sánchez (Güicho)

En octubre de1914 el barco Antonio López parte del puerto con destino a Centroamérica  en el muelle, Francisca Sánchez se despide entre lágrimas de su amado Rubén Darío príncipe de las letras castellanas para impartir conferencias de paz en tiempos de guerra. Fue la última de muchas despedidas, nunca más volvería a ver a su amado poeta. Una mañana, francisca se entera por la prensa de que el padre de su hijo también bautizado Rubén ha muerto en su casa natal de Nicaragua, una cirrosis aguda acabó con su vida recién cumplidos los 49 años. La distancia y la falta de recursos de la época le impide despedirse de él en el lecho de muerte sufre en silencio su ausencia y le guarda riguroso luto durante años. 

Se aferra entonces a un baúl azul que había comprado cuando ambos vivieron juntos en parís y en que guardo durante 40 años más de 5,000 documentos, entre cartas- no solo entre ellas sino también de otros importantes escritores de la época con los que se cartearon, objetos, cuadros, etc… una tarde de otoño de 1956 en Navarsaúz (Ávila) Francisca recibió la visita del poeta Antonio Oliver Belmas y de su mujer  la escritora Carmen Conde. Ellos la convencieron para que donara todo el tesoro literario y personal de Darío al estado. Ella pidió a cambio un piso  en Madriz y que le pagarán la carrera universitaria  a su nieta Rosa Villacastín.

De este modo Francisca terminó con un gran número de recuerdos de ese gran amor pero mantuvo su historia de forma oral entre sus familiares y vecinos.

Rubén Darío cada vez que emprendía un viaje largo dejaba escrita su última voluntad era muy supersticioso: le agobiaba que su querida Francisca le faltara algo especialmente dinero. El ultimo testamento redactado, unos días antes de fallecer el poeta nombra heredero universal de sus bienes (es decir su obra) al hijo de ambos Rubén Darío Sánchez (güicho como le llamaba cariñosamente el poeta) que se quedó huérfano de padre a los 9 años, en 1916

Pero el no fue el único beneficiario. Rosario Murillo también estaba en el testamento, aunque fue incluida tras la muerte de Darío y por imperativo legal Apodada la “garza morena” se le otorgó una legitima de 1,600 reales por la obra literaria del autor, correspondiente a lo que había escrito mientras vivía en Nicaragua.

Darío se arrepintió toda su vida de este forzoso enlace que quiso romper y no pudo a pesar de pedírselo al papa León XXll y de conseguir que el parlamento de Nicaragua creara la ley Darío del divorcio. Una normativa que  finalmente no le sirvió. Francisca Sánchez se encargaría  de proteger su memoria y su legado Artístico. Ella fue su verdadera mecenas y también su guía<<los derechos del autor hasta la mayoría de edad de su hijo Güicho. La muerte de  este le partió el corazón falleció el 22 de julio de 1948 en México, había sido internado como tuberculosos en el sanitario español – La embajada de Nicaragua procedió a sepultar en el cementerio Jardín de la ciudad de México. 

Darío Sánchez  no tuvo ninguna disposición social intelectual de relieve fue hombre sencillo, honrado y bueno que apenas tuvo ligero roce con la cultura académica y con la militar en el servicio obligatorio como súbdito español.  En su persona lo que revelaba ser hijo de quien fuera la tez, el timbre de la voz y el habla lenta. No faltaron iniciativas en su favor, pero no tuvieron eco ninguna medida oficial o privada las tradujo en acción. Enfermo de tuberculosis gozó de una pensión durante el gobierno nicaragüense de Anastasio Somoza García: luego se trasladó a México  allá falleció.

Descendencia de güicho Rubén Darío Sánchez tuvo un hijo con su hermanastra Juana villacastín hija de José villacastín. Este hijo lleva el nombre de  Rubén Darío villacastín es casado y tiene dos hijos: Maricruz y Rubén y este es el cuarto Rubén Darío  por esta línea. Rubén Darío Sánchez contrajo matrimonio  en león de Nicaragua con la señorita Cecilia salgado y sus hijos son: Argentina, Salvador y Rubén  Darío salgado. Argentina  fue esposa del escritor Ildo Sol (Ildefonso Solórzano) y procrearon un hijo Ildefonso.

Francisca Sánchez volvió a casarse en 1921, cinco años después de la muerte de Rubén Darío con José Villacastín, en Navalsuz (Ávila).

José Villacastín  se enamoró de Francisca Sánchez y se gasto todo su dinero en recopilar la obra de Darío para publicarla, eso ya es la mayor prueba de su amor que pueda dar un ser humano. El era un hombre muy culto, un hombre de negocios, que pone una editorial en Madrid llamada Rubén Darío Sánchez (…) La generosidad, la admiración que tenia por Rubén Darío, el guardo todo, que no se desperdigase porque al morir ella, vinieran otros, y que cada uno se lo fuera llevando (los documentos)

Visita de francisca a Nicaragua.

En enero del año 1923 Francisca Sánchez visitó Nicaragua junto con su Hijo Güicho y José Villacastín, ella le entregó a Nicaragua el traje diplomático de Rubén Darío y también un revolver que el tenía entre otras cosas que le pertenecían al bardo Nicaragüense. Y también la casa de León que también era de Darío se la cedió el poeta Alfonso Cortés.

Francisca con José villacastín tuvieron dos hijos. El varón murió y la niña es Carmen Villacastin Sánchez, es la madre de Rosa y Ángeles Villacastin Rosa es la autora de una novela que se llama “la princesa paca”, es una biografía novelada cuenta la relación entre Francisca Sánchez del Pozo y Rubén Darío cuyo amor rompió las ataduras convencionales del siglo XX “esta no es solo una historia de amor, es también la historia de una tragedia”.

En 1946 quedó nuevamente viuda murió su esposo José villacastín. En  febrero de 1963 en Managua Nicaragua el ministerio de educación Señor Heliodoro Montes inauguró una escuela con el nombre de Francisca Sánchez, además quedó nombrada maestra Elena Argentina Darío Salgado hija mayor de güicho…

 Muerte de Francisca Sánchez

Francisca Sánchez del Pozo murió el 6 de agosto de 1963 a las doce del día a consecuencia de un cáncer en la cara exactamente en la mejilla izquierda en el hospital san Juan de Dios de Madrid y fue enterrada en el cementerio Carabanchel (Madrid) Francisca murió mencionando el nombre de su “príncipe”. Y su príncipe murió el  domingo 6 de febrero de 1916 a las diez y quince minutos de la noche y fue enterrado el 13 de febrero, en catedral de León. “descansa en paz el príncipe de las letras castellanas”

seguramente Dios te ha conducido
Para regar el árbol de mí fe
Hacia la fuente de la noche y de olvido
Francisca Sánchez acompañamé....

Rubén Darío es recordado en toda Nicaragua muchas calles, parques, colegios y edificios llevan el nombre de este poeta, así como varios museos y monumentos que se han convertido en parte de una honra perpetua  a su vida y obra.

CONOCER ASPECTOS IMPORTANTES DE CADA UNA DE ELLAS:

RAFAELA SALVADORA CONTRERAS CAÑAS.

Darío la describe así en su autobiografía “era una joven de baja estatura cabello castaño, grandes ojos negros, tez morena, graciosa y con gran don de simpatía, sobresalía por su inteligencia, sutileza y superiores dotes”  Rubén le dedicó a la joven escritora en “los raros” “prosas profanas” y en “el encanto errante” palabras de amor en prosa y en verso. “El poeta pregunta por  Stella” “prosa profanas” Buenos Aires 1896 y Paris 1901.

 

ROSARIO MURILLO RIVAS.

Darío la describe así “rostro ovalado, color levemente acanelado, boca cleopatrina, ojos verdes, cabellera castaña, cuerpo flexible y delicadamente voluptuosa, que traía al andar ilusiones de canéfora” Rosario cantaba y tocaba muy bien el piano, para Rubén ella era la diosa de la belleza y del amor.

 

FRANCISCA SÁNCHEZ.

Era alta, blanca, cabello largo “Bonita y honesta” la llamó Francisco Contreras en su biografía de Rubén Darío. Amado Nervo la llamó “La princesa paca” agradecido a su bondad cuando le supo cuidar enfermo en parís… Francisca a Rubén Darío le facilitó un hogar la tranquilidad de no darle problemas de estar con el pendientes de su comidas de que todo ese mundo familiar este en función de sus deseos. El amor entre ambos fue imprescindible para el devenir de todo.

EXPERIENCIA AMOROSA QUE MARCARON SU VIDA Y LA EXPRESA EN SUS ESCRITOS.

EL POETA PREGUNTA POR STELLA

Varia

A Luis Berisso

El poeta pregunta por Stella.

 

Lirio divino, lirio de las anunciaciones

Lirio, florido príncipe

Hermano perfumado de las estrellas castas

Joyas de los abriles.

 

A ti las blancas dianas de los parques ducales;

Los cuellos de los cisnes

Las místicas estrofas de cánticos celestes

Y en el sagrado empíreo, la mano de las vírgenes.

 

Lirio, boca de nieve donde sus dulces labios

la primavera imprime:

en tus venas no corre la sangre de las rosas pecadoras

sino el licor excelso de las flores insignes.

 

Lirio real y lirico,

Que naces con la albura de las hostias sublimes

De las cándidas perlas

Y del lino sin mácula de las sobrepellices:

                           ¿Has visto acaso el vuelo del alma de mi Stella

La hermana de Ligeia, por quien mi canto a veces es

Tan triste?

                                                       (1893)

El poema está formado por 4 estrofas las primeras tres son de cuatro versos cada una, y la última estrofa tiene 6 versos.

Métrica: Combina versos heptasílabos y alejandrinos sin una estructura fija (a gusto del autor) rima asonante (ie) en los versos pares.

Recursos: repetición, anáfora, apostrofe lirico (lirio), apostrofe interrogativo, símbolos (lirio, cisnes) objetivos, personificación, hipérbaton (florido, príncipe); metáfora (boca de nieve donde sus dulces labios); sinestesia (cándida perla).

Temática: poema, erótica, la mujer espiritual, estrella, guía del poeta tristeza del yo lirico por la pérdida de la mujer amada (esposa, muerte).

Es el primer poema de la sección prosa profanas titulada varia. Se cree que en  este poema recuerda su primer esposa “Stella” en historias de mis libros, dice Rubén que este poema “rememora angélico  ser desaparecido a una de hermana de los liliales mujeres de porque ascendido al cielo cristiano” El poema está construido en forma lineal, en torno a una serie de imágenes que reiteran la blancura (pureza) del lirio. Estrellas, Diario, Cisnes, nieve, hostil, perlas, lirio. Sobrepellices, etc.

Fuentes: simbolismo, griegas, parnasianismo.

                                            Estructura y análisis del poema

                                                              ¨A Emelina¨

                                                   Amada, ¡espera, espera!

                                              Florecerá la luz en los altares

y al llegar la amorosa primavera

te hallarás coronada de azahares.

 

Eres buena, eres casta

Y Dios belleza y gracia darte quiso.

Para hacer de  ti un hogar un paraíso

¡Oh mi gloria y mi luz; con eso basta!

 

 Es un poema de dos estrofas de cuatro verso cada estrofa y su rima es consonante, y su métrica es Heptasílabas y endecasílabos.

Recursos estilísticos Anáfora: eres buena eres casta 

El poema usa  el paralelismo.

¨eres buen eres casta¨.

Metáfora: florecerá la luz en los altares¨

Aliteración, amada, ¡espera, espera!”

usa imágenes de flores; azahares.

Fue escrito para el año 1885. Durante su segunda estadía en la tierra cuscatleca, el poeta se enamoró de su amiga de la infancia Rafaela Contreras casándose con ella; pero nunca se olvidaría de Rosario. Al llegar no más al salvador le dedicó este poema, haciéndole publica su ardiente pasión que todavía le inspiraba su “ garza morena” como la llamó en su cuento famoso. ‘’Palomas blancas y garza morena”.

 Estructura y análisis del poema “A Francisca”

A Francisca. (Fragmento)


FRANCISCA, sé suave

Es tu dulce deber;

Sé para mí un ave

Que fuera una mujer.

 

Francisca, sé una flor

Y mi vida perfuma

Hecha toda de amor

Y de dolor y espuma.

 

Francisca sé un ungüento

Como mi pensamiento

Francisca, sé una flor

Cual mi sutil  amor;

Francisca sé mujer

Como debe ser.

 

Saber amar y sentir

Y admirar como rezar…

Y la ciencia del vivir

Y la virtud de esperar.

  

Ajena al dolo y al sentir artero

llena de la  ilusión que da la fe

lazarillo de Dios en mi sendero,

Francisca Sánchez acompañamé…

 

En mi pensar de duelo y de martirio,

casi inconsciente me pusiste miel,

multiplicaste pétalos de lirio

y refrescaste la hoja de laurel.

 

Ser cuidadosa del dolor supiste

Y elevarte al amor sin comprender

enciendes luz a la hora del triste

pones pasión donde no puede haber.

 

Seguramente Dios te ha conducido

para regar el árbol de mí fe.

¡hacia la fuente de noche y de olvido,

Francisca Sánchez, acompañamé!...

 

(París, 21 de febrero de 1914)

Estructura es un poema de 6 endecha, en este caso vamos a analizar las ultimas 2 endechas. Tiene 8 estrofas, cada estrofa tiene 4 versos a excepción de una que tiene 6 versos su rima es consonante, la medida métrica, predomina el heptasílabo y endecasílabo.

 Figuras literarias: Anáfora y mi vida perfuma. (6)

Y de dolor y espuma… (8)

Personificación: se para mí un ave… (3)

Símil: como se debe ser… (14)

Sinalefa: Ajena  al dolo y al sentir artero… (15)

Aliteración: Hacia la fuente de noche y de olvido (33)

Hiato: FRANCISCA se suave… (1)

Contenido del poema:

Refleja la humildad y belleza de Francisca Sánchez en la cual encontró amor, compresión, pasión e inspiración. Se amaron incondicionalmente y fue en ella que se refugió después de tanto sufrimiento en sus sentimientos y ella llego para cambiarle la vida y volverlo a revivir, porque para él fue su guía en su destino, vino a engrandecer su vida de mucho querer.

SIGNIFICADO QUE TUVO FRANCISCA SÁNCHEZ

A esta mujer la amó un rey. Un rey poderoso y exótico fijo su mirada en esta mujer sencilla, toscamente fina y sin malicia, humilde de condición y de entregas que le reflejó su pensativa mirada con la lealtad de las aguas quietas para la luz.

Francisca Sánchez vino a llenar el vacío insondable de una madre y una esposa, amores fundamentales que por destino trágico le fueron negados al más grande poeta de nuestra lengua. Y ella le fue fiel y ejemplar esposa suplente, fue la bondadosa y abnegada suplente de una madre.

Por eso a Francisca Sánchez no se le incluye en la lista escandalosa de las favoritas de los grandes hombres, ni en las de las cacubinas, ni entre novelesco o aventureros amores bohemios o literarios, sino en una zona única donde presiona para que se olvide su ilegitimidad y solo se piense con el corazón en que ella fue, humilde recta y fielmente en la vida del poeta cuya desolación y sed quedaron inmortalizadas en el poema titulado “A Francisca.”

Un caso único el emperador de una literatura, el poeta que había conquistado la más  alta gloria – que vio rendirse a sus pies damas alcurnia, poetisas geniales, bellezas de moda – encuentra a la hija de un campesino, jardinero de la casa de campo madrileña y analfabeta y es en ella donde vuela todo lo más hondo de su amor, todo lo que ese amor no puede expresar a su madre; todo lo que no pudo conjugar para aquella “Stella”, su primera esposa, que le fue arrebatada por la muerte antes de un año: todo lo que frustró de su amor a la “garza morena”, Rosario Murillo a quien abandonó según sus palabras “a causa de la mayor desilusión que puede sentir un hombre enamorado”, y el poeta buscó en Francisca Sánchez lo que general busca el hombre en la concubina, en la querida, en la amante,… un caso único: buscó en ella el hogar, la fe, la protección , el cariño, la paz.

“Lazarillo de Dios en mi sendero,

Francisca Sánchez, acompáñame’’.

 FRANCISCA SÁNCHEZ  ESTUVO A SU LADO HASTA EL MOMENTO DE SU MUERTE.

Francisca fue “la compañera” con la que compartió su vida los últimos 17 años de su existencia. Vivieron en Madrid y parís.

 

¡Que llena de América esta es la palabra!

Y uno se pregunta qué hubiera sido del

Indefenso Ulises de nuestra poesía, corazón

Navegante entre miles de escollos y de islas

Nefastas y de circo, acechantes, sin esa dulce

Y cuidadosa compañía.

 

Solo fútiles margarita lo acompañan, furtivas

Y momentáneas hasta que un día una mujer

Sencilla, simple, buena, placida, Francisca Sánchez

Hija del pueblo, se acercara a él y con él se

quedará.


“Alma pura

alma franca

alma obscura

y tan blanca”

El en Francisca encontró amor, pasión, compresión e inspiración, el amor de ambos era desinteresado durante los años que convivieron, fueron los años más felices de su vida. Fue un amor leal y sincero, amor verdadero que sentía el uno para el otro… fue esta la relación sentimental más estable de Darío. Ella le decía “Tatay” y también “conejo” y él a ella “coneja” y fue para el cómo lo dijo el propio Darío en el famoso poema que le dedicó su “lazarillo de Dios en mi sendero”.

 



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