Del libro: CRÓNICAS URBANAS I Y II
En el desarrollo de mi vida siempre he tenido en mi mente pequeños espacios que me permiten recordar a alguien o algo que me pasó en el pasado, recuerdos que conforman un conjunto de imágenes, de situaciones o hechos pasados que vienen y van, recuerdos exactos de todo lo que me había sucedido y que a los años que tengo no olvidé el lugar o a la persona que me hicieron vivir momentos de felicidad, alegría o tristeza, tal como lo relato en este libro, que al inicio le daba pobrísimas oportunidades de su publicación, y que sólo contando con el ánimo y ayuda de mi familia, que son un montón de gente, se pudo realizar.
Nunca he publicado nada y ni siquiera cuento con el conocimiento de todo escritor por lo que nunca he acudido a una impresora, y ya estoy nervioso.
El “Señor” me ayude en esta aventura.
MI NACIMIENTO
Según mi papá Emilio Quintana y mi mamá Elida Cuarezma, nací en Managua, en el barrio El Triunfo un 26 de septiembre de 1932. Lo que me da la memoria es que la pobreza siempre reinó sobre nosotros, de barrio en barrio viviendo en cuartos de alquiler, viviendas miserables y sus dueños déspotas, cobrando con altanería sus mesadas a los que sufrimos esas amarguras, y que gracias a Dios nos conservó la vida. Papá aunque alardeaba de estar bien, él estaba en las garras de la pobreza, mi pobre mamá, cómo hubiera deseado que sus hijos vivieran en una casa digna, que recibieran estudios y una alimentación adecuada. Era costurera y pasó la mayor parte de su vida inclinada sobre una máquina de coser para reunir unas cuantas monedas para nuestra sobrevivencia.
A su memoria sus hijos; Sócrates, Mirna, Sonia, Dunia, Krasnodar y Oliverio.