Anécdotas: Hugo Sujo Wilson - Costa Caribe (RAAS)

EL PRIMERO



Para satisfacer la curiosidad de mucha gente joven —especialmente niños— que están preguntando siempre cuándo trajeron a Bluefields el primer carro, cuándo vino el primer avión, cuándo el primer receptor de radio, el primer televisor, y quiénes trajeron esas cosas, interrogamos a algunos de los ciudadanos más viejos acerca de ellas.

Hablando del primer avión que vino al lugar, el señor Peter Omier, de 84 años de edad, dijo: "Creo que ese primer avión acuatizó cerca de Old Bank —por donde se encuentra hoy el aserrío—. Causó tanto alboroto, que Jane Taylor vació su balde de agua, luego corrió a esconderse debajo del tambo de su casa: pero antes de ocultarse, el avión voló por encima de su cabeza, así que todo lo que pudo hacer fue exclamar: ¡Oh, Señor, llévame!

El señor Richard Downs, de 89 años dijo: "Bueno eso fue un acontecimiento. Mirando hacia el pasado, los niños de hoy nos llamarían gente salvaje por la forma en que salimos corriendo a escondernos de esa cosa. Algunas personas decían que era el Juicio Final. Acuatizó en la laguna".

El señor George Berger dijo lo siguiente: "Era un hidroplano y acuatizó en Beholden. Cuando la gente oyó acercarse el avión empezaron a correr por todo Bluefields".

Acerca del primer automóvil, la señora Evadne Babb, de 81 años, relata lo siguiente: "El primer vehículo era de un hombre llamado Suazo. Era un Ford de tres pedales. Nunca llegó a circular por la ciudad, solamente logró correr calle arriba hasta parquearse detrás de la casa del señor Reggie Hooker, y creo que el chasis todavía se encuentra allí. Pero el verdadero carro era de James Babb, el "Pájaro Blanco". Crandley Babb dice que cuando conducían el carro a Old Bank, los niños corrían a esconderse y decían: "Allí viene la cosa". Pero al cabo de unos pocos días, tuvieron que aparejarlo con alambre eléctrico para mantenerlos alejados. Eso fue en 1922".

Nadie parecía saber cuándo vino a Bluefields el primer radioreceptor, ni quién lo trajo, pero la mayoría de la gente afirma que el primer televisor fue instalado en Punta Fría por el coronel Adolfo Solís en los primeros años de la década del sesenta.


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LOS BUENOS TIEMPOS DE ANTAÑO

Prácticamente todas las personas viejas que aún viven recuerdan lo que ellos llaman " los buenos tiempos de antaño". Se trata de un periodo que comprende aproximadamente el primer cuarto del presente siglo (siglo XX).

He aquí lo que dicen de aquellos días. Había bastante trabajo y, por lo tanto, bastante dinero. Había barcos bananeras, barcos madereros, muchas tiendas grandes y bien surtidas, etcétera. Se podía comprar lo que uno quisiera de comida, ropa y artículos de lujo. Todo era barato. Había hasta una tienda donde los artículos valían un centavo o dos centavos. Esa tienda estaba situada en la segunda esquina a mano izquierda yendo hacia el oeste en la avenida Cabezas.

No se consumían productos nicaragüenses; todo era "de afuera'', como decían. El señor Robby Hodgsdon nos dice que para la Navidad había lo mejor de todo lo que uno quisiera pensar. También recuerda que para el 15 de septiembre, día de la Independencia, los niños desfilaban desde el parque hasta-donde llamaban "el palacio-, lugar donde vivió en el siglo pasado (siglo XIX) el Rey Miskito. Allí les repartían refrescos en abundancia.

El señor James Nelson, de 98 años de edad, y quien siendo más joven fue obrero, dependiente de comercio, ganadero, político y alcalde de Bluefields, recuerda entre otras cosas, la abundancia de buen licor, vino y brandy. Él siempre tenía esas cosas en su mesa. También recuerda un arroz sin refinar que fue importado de la India y vendido al pueblo a dos centavos la libra.

Los niños eran más corteses; respetaban a los mayores. Los maestros y los padres eran muy estrictos. Los castigos físicas eran muy comunes. Los maestros azotaban a los alumnos con palos, fajas de cuero, mecate, etcétera. A veces obligaban a los infractores a arrodillarse sobre granos de arroz, frijoles o maíz. Algunos padres de familia aplicaban esos mismos castigos a sus hijos.

Todos los mayores tenían derecho a regañar o castigar a cualquier niño en cualquier lugar por cualquier falta o mal comportamiento, y el niño tenía que aceptarlo humildemente, porque si se quejaba al llegar a su casa, recibía otro castigo de sus padres.

La mayoría de los mejores maestros que recuerdan fueron hombre y mujeres de Jamaica. Los textos escolares eran de Inglaterra. Eran el "Star Reader" y el "Boyal Star Reader'''. Estos libros contenían historia, literatura, poesía, gramática y muchas otras asignaturas. Los alumnos tenían que memorizar y recitar un poema cada viernes. Así se explica el porqué, hasta el día de hoy, algunas personas puedan recitar algunas de las obras clásicas inglesas.

En esos días habían policías escolares que patrullaban la ciudad de un extremo al otro, buscando niños que anduvieran por las calles durante las horas de clase, para llevarlos a la escuelas públicas que impartían la enseñanza en español. Esos policías con frecuencia perseguían a los Muchachos, pero éstos siempre corrían más rápido que ellos y se perdían entre las casas y callejones de la ciudad. Algunas personas todavía recuerdan a dos de los más famosos policías escolares apodados "Hurryup" y "Chop-up".

Hurry-up era el nombre de uno de los famosos caballos de carrera de la localidad; y como el referido policía era un corredor veloz que causaba problemas a los muchachos por su velocidad, decidieron ponerle el nombre de ese caballo.

La razón de estos policías escolares era la hispanización de la Costa por el Estado nicaragüense. Después de la incorporación, el gobierno hizo todo lo posible para erradicar el idioma inglés e hispanizar la región. Se tomaron diferentes medidas —algunas drásticas- hacia ese fin. Los criollos se resintieron por estas medidas y las rechazaron mediante una resistencia pasiva. Rehusaron enviar a sus hijos a las escuelas públicas establecidas por el gobierno. Enseñaban a sus hijos en casa por muchas generaciones, o los mandaban a pequeñas escuelas privadas mantenidas por los miembros más educados de la comunidad. Debido a esta resistencia surgió la necesidad de la Policía Escolar.

En aquellos días, en los barrios criollos, ciertos productos locales corno pescado, camarón y bananos casi nunca se vendían: se regalaban libremente a amigos, vecinos y parientes. Se -sacaba gran cantidad de camarones a pocas yardas de la orilla de la bahía frente a la ciudad. Y como las compañías solían botar el banano en la bahía, frecuentemente se veían allí centenares de racimos flotando, y cualquiera podía salir a cargar su bote sin problema.

La gente decía: "Teníamos bananos para tirar a los perros". Y eso era literalmente cierto, porque había mucho banano en la azotea, banano en la cocina, banano bajo el piso de la, casa y banano en la caseta delos botes a la orilla de la laguna. Por lo tanto, a veces, los niños jugaban a la guerra tirando bananos maduros unos contra otros; y cuando por casualidad pasaba un perro, también le tiraban.


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HÁBITOS EN EL MODO DE VESTIR

A mediados del siglo, (siglo XX) la gente tenía diferentes ideas y prácticas en su modo de vestir. Las mujeres y jovencitas mejor informadas se mantenían al día con las modas de los atados Unidos. Losfigyfines americanos se veían en todos los hogares y habían costureras muy buenas que podían confeccionar a perfección cualquiera de los estilos y diseños que aparecían en los figurines.

En las fiestas, las damas se presentaban decentes y elegantemente vestidas a la última moda. También los domingos se presentaban en las iglesias con sombreros de última moda. Ninguna mujer se atrevía a entrar en una iglesia sin tener un sombrero en su cabeza.

Los hombres, en general, también creían en el buen vestir. Ninguno podía ser visto en la iglesia o en un entierro sin su saco y corbata. Para los más sofisticados, el bastón era prácticamente parte de su atavío. La mayoría de ellos también usaban sombrero. Los más educados entre ellos, acostumbraban quitarse levemente el sombrero al pasar una dama en la calle. Ningún hombre entraba a una casa o iglesia con el sombrero puesto.

Otro aspecto impresionante acerca del modo de vestir de la vieja generación era la cantidad y calidad de joyas con que se adornaba una persona. Una buena cantidad de mujeres y niñas tenían sus orejas, cuellos, muñecas adornados con joyas de plata y oro casi puros. Los hombres, además de un pesado anillo de oro en sus dedos, no era del todo extraño ver a algunos de ellos con una gruesa cadena de oro suspendida de un extremo a uno de los cargadores delanteros de su pantalón y el otro extremo en una bolsa lateral del mismo, conectado a un reloj valioso. A veces, también el reloj era de oro. 


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¿SANDINO EN BLUEFIELDS?

Hay algo muy importante que enriquece la historia popular de Bluefields, aunque no puede ser verificado por documento alguno. Se trata de la afirmación de que el general Sandino vivió en Bluefields por un tiempo y que trabajó en el astillero de Schooner Cay. Varias personas viejas sostienen que lo conocieron y lo recuerdan.

Estos relatos acerca de Sandino existieron mucho antes de la torna del poder por la Revolución Sandinista; pero después de la Revolución adquirieron aun mayor interés.

Sobre el asunto de la residencia de Sandino en Bluefields y su trabajo en Schooner Cay, aquí están algunas de las respuestas:

Robby Hodgson, de 99 años de edad, dijo:

"Sí, yo recuerdo haberlo visto un día. Lo ví pero no hablé con él. Trabajaba en Schooner Cay, pero no sé qué clase de trabajo hacía".

El señor Maximiliano Atily, de 77 años de edad, contestó:

"Es un hecho. Muchas personas que trabajaron con él me dijeron, personalmente que es cierto, que el general Sandino trabajó en Schooner Cay, y trabajó en las minas también".

El señor George Berger dijo:

"Sí, una anciana me dijo que trabajaba en el taller de mecánica de Schooner Cay y vivía en "Rack Street" (probablemente la calle Patterson); que también le compraba "Patties" a la señora Sara Taylor".

El señor George Renard, de 89 años de edad, dijo:

"Sí, yo lo conocí, porque trabajé con él de 1920 a 1921. El viejo Castrillo era nuestro jefe. Yo trabajé con él; era mecánico, al igual que yo".

Traduciendo las, palabras de la señora Leonor Mena, nacida en 1908, ésta fue su respuesta:

"Sí. El jefe era< Salvador Castrillo. Lo conocí con el nombre de Augusto Nicolás Calderón. Vivía aquí con su tía Jerónima Ruíz, donde vive actualmente la señora Joaquina Sequeira".

Don José Romero tiene más de sesenta años de edad. Desde niño se crió en Bluefields. Está casado con doña Berta Sandino. Él dice lo siguiente:

"El general Sandino trabajó para la Compañía Cuyamel en Schooner Cay, lugar que pertenecía a esa compañía. Su jefe era el señor Zacarías Rodríguez. Eso fue como en 1920. Como mi esposa es de apellido Sandino, él en broma le decía "tío" a mi suegro. Después de la revolución, uno de mis cuñados le escribió a mi esposa recordándole eso".


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LOS CHINOS

Desde fines del siglo pasado (siglo XIX), los chinos empezaron a llegar a Bluefields, y ya para la decada de 1920 tenían en sus manos casi todas las actividades comerciales de la ciudad. Uno de ellos, llamado Chow Wing Sing, hasta tenía monedas acuñadas con su propio nombre en ellas. De qué parte vinieron y cómo?

Los mismos chinos más viejos dijeron que casi todgs eran de Cantón. Los criollos más viejos dijeron que llegaron de todas las maneras posibles: legales e ilegales. Algunos de los ancianos de Bluefields todavía recuerdan cómo solían traer a los chinos de contrabando. Afirman que algunos de los chinos vinieron en barriles y que a veces los lanzaban al mar cuando había la posibilidad de que el barco fuera registrado por personas inconvenientes.

Después de llegar y establecerse se involucraron en casi todo lo que producía dinero: exportaciones, importaciones.,-;venta al por mayor, venta al por menor, restaurantes, bares, lavanderías, fábricas de ropa, fábricas de jabón, estudios fotográficos, fábrica de confites, fábrica de galletas, transporte y juegos de azar.

Fueron los primeros en introducir a Bluefields la minilotería conocida hoy con el nombre de "duquí"; pero no dependía de la lotería nacional o cosa parecida, sino que tenía su propio equipo casero. Muchos de ellos también tenían instaladas en sus tiendas máquinas tragamonedas. Ésta era una máquina parecida a una especie de molino manual con una ranura del tamaño suficiente para acomodar monedas. El jugador introducía su moneda y tiraba de una palanca. Si tenía suerte, una gran cantidad de monedas salían chorreando de la máquina. La mayoría de las veces no sucedía tal cosa.

Unos pocos miembros de la comunidad china llegaron a ser muy conocidos y populares por ciertas razones especiales. En este sentido estaba el notable señor John Kong, llamado "Jack" por sus amigos de Bluefields, quien era un atleta polifacético. Jugaba todos los deportes que se practicaban en Bluefields y era destacado en todos. Jugaba baloncesto, bálompié, tenis, volleyboll, y cuando estaba demasiado viejo para jugar patrocinó diferentes equipos.

Sobre la calle principal de Bluefields, llamada ahora "Neysi Ríos", en el punto ocupado actualmente por la tienda de la señora Rosario (Chayo), estaba Pim Poy en su pequeño restaurante. Vendía comida muy buena y barata: carne molida con arroz, arroz con frijoles, pan con café, galletas y mucho más.

Para la gente trabajadora que no tenía otro lugar donde comer, y para cualquier otra persona, el restaurante de Pim Poy era el lugar indicado. Todavía es recordado por una gran cantidad de personas.

En los bien conocidos suampos de Old Bank, a orillas de la laguna, se estableció Mantalón. En Punta Fría, también cerca de los suampos y la laguna, se establecieron Chow Ping y Cua Fío. Los tres eran agricultores. Abastecían a Bluefields con una gran variedad de verduras de la mejor calidad. También criaban cerdos de primera clase.

Formaban parte del escenario de Blu( fields. Era una vista familiar en los barrios de Old Bank y Punta Fría el verlos caminar con su cargamento de lo que fuera, en dos latas cuadradas de cinco galones cada una, suspendida cada una en un extremo de una vara de madera balanceada sobre sus hombros.

Las primeras generaciones de dimos formaban un grupo cerrado, No se mezclaban mucho con la población local. Como inmigrantes en tierras extrañas eran muy unidos. Toda disputa era arreglada entre ellos mismos. Nunca acudían a las autoridades locales por asuntos relacionados con uno de sus paisanos.

Algunos de los muchachos locales causaron a los primeros inmigrantes chinos momentos muy desagradables. Se burlaban de su manera de vestir, de su manera de comer y su manera de hablar. Se mofaban de ellos y les hacían toda clase de travesuras. Hacían cualquier cosa para enojados, porque para ellos la cosa más divertida era oír a los chinos maldecir y pronunciar algunas de las obscenidades locales, las cuales estaban entre las primeras cosas que aprendían algunos de ellos después de l legar aquí.

Por ejemplo, corno algunos de los recién llegados no entendían mucho inglés criollo, varios de los muchachos entraban en una de las tiendas chinas y pedían algunas de las cosas más extrañas, tales corno una lata de lodo americano, una caja de piedras, una escuadra redonda, o cualquier otra cosa absurda que se les ocurría en el momento. En tales casos, el chino registraba su mercadería, mostrándoles un artículo tras otro y preguntando cada vez si eso era lo que querían, hasta que se cansaba; entonces, los muchachos soltaban grandes carcajadas en su cara.

Los chinos más viejos, después de establecerse y cuando tenían la posibilidad económica, mandaban a la China a traer sus esposas que habían dejado atrás, o pedían esposas por correo. Esto se hacía, entre otras cosas enviando retratos de sí mismo junto con su pedido. Pero algunos de las más pragmáticos simplemente se unieron con una de las mujeres locales, con o sin matrimonio. La mayoría de la generación más joven, tanto hombres como mujeres, comenzaron a casarse con personas de la localidad, a veces, aun en contra de la voluntad de sus padres.

De los días florecientes del predominio comercial chino en Bluefields, la gente mayor todavía recuerda las grandes celebraciones públicas anuales del Kuo Ming Tang, el partido político republicano fundado por el doctor Sun Yat Sen, el 11 de octubre de 1912.

En estas ocasiones repartían en la sede de su club, paquetes de dulces a todos los niños que asistían al evento. También desplegaban una impresionante cantidad de juegos artificiales. Hacían que un enorme dragón artificial se tragara a una dama china. Eso era sumamente impresionante para todos los espectadores.

Desde los días en que prácticamente todo el centro comercial de Bluefields pertenecía a los chinos, todas las tiendas permanecían abierta de noche hasta las 8:00 pm, lunes a viernes, y hasta las 9:00 pm, los sábados. Esto continuó hasta finales de la década de 1960, cuando los síndicatos locales comenzaron a obligar a las tiendas el pago legal de las horas extras a los dependientes.

En aquellos días la ciudad presentaba un aspecto alegre con todas las luces de las tiendas y las calles atestadas de gente: algunos comprando y otros paseando. La esquina de Wing Sang era la más popular de noche. Allí se reunían los hombres para chismear y ponerse al día con las noticias.

La popularidad de esta esquina llegó a tal extremo que el nombre fue llevado fuera de Bluefields y fuera de Nicaragua por emigrantes blufileños. Durante las décadas del cuarenta y del cincuenta, después de un éxodo de hombre jóvenes de Bluefields hacia Colón, Panamá, había una esquina en la Calle Quinta y la Avenida Bolívar de la ciudad de Colón en donde esos emigrantes se reunían, y la llamaban "Esquina de Wing Sang". Hacia fines de la década de mil novecientos cincuenta y principios de la década de mil novecientos sesenta, después de que muchos muchachos fueron a Managua, la esquina sobre la calle Quince de Septiembre, que quedaba al oeste del cine Luciérnaga, también era llamada "Wing Sang", porque siempre se podía hallar a algunos de los muchachos blufileños parados allí.


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BASEBALL

Después que se tiró la primera -pelota y se abanicó el primer bate en algún lote de terreno despejado en Bluefields, el baseball se adueñó del lugar en cuerpo y alma. Llegó a ser el pasatiempo predominante para todos jóvenes y viejos; hombres y mujeres. Los que no lo jugaban deseaban verlo.

Durante los primeros años, aún en equipos y competencias bien organizadas, algunos jugadores jugaban sin zapatos y sin guantes. Los. grandes rivales tradicionales siempre eran Cotton Tree y Old Bank. Aún en la década de los años cuarenta reinaba un ambiente especialmente festivo siempre que tenían que enfrentarse en el terreno equipos de estos dos barrios. Era un espectáculo que mucha gente todavía recuerda. Cada uno de esos equipos marchaban por las calles, desde su barrio hasta el estadio, con su bandera flameando en alto, una banda tocando música marcial, y acompañados de mujeres y niños que ondeaban la bandera del equipo y bailaban vestidas con los colores del grupo.

En tales ocasiones, si uno se acercaba lo suficiente a algunos de los jugadores se podía percibir un fuerte olor a ajo, limón y otros olores extraños. Esas cosas eran usadas para anular .o contrarestar el "obeah" del equipo contrario. Esto tenía que hacerse porque cada equipo tenía su "obeah man" para preparar a su jugadores y para causar efectos adversos en los jugadores oponentes.

Algunos de los famosos equipos de antaño en Bluefields fueron: el "Northern", el "Southern", el "Navy", el "Yellow Rose" y el "Acorn". El equipo "Navy" viajó a pie hasta Managua y derrotó a algunos de los mejores equipos de allí. Había también jugadores famosos, tales como, Timothy Mena, Stanley Cayasso, San Garth, Layman Sinclair, Edward Green y muchos otros. Todos los arriba mencionados representaron a Nicaragua en campeonatos internacionales y se cuentan entre los mejores peloteros legendarios del país.


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CREENCIAS Y PRÁCTICAS SUPIERSTICIOSAS

La gente creole de Bluefields, desde tiempos remotos ha sido muy crédula en material de superstición. He aquí Algunas de las creencias y prácticas que han perdurado a través de los años.

Por lo general, el "set up" (velorio) tiene lugar la noche después del entierro. Personas de todas las partes de la ciudad se congregan en el hogar de la familia del muerto después del entierro y cantan himnos religiosos hasta el amanecer. Para descansar del canto, algunos se reúnen en pequeños grupos y cuentan chismes y chistes. Durante la noche se sirve comida, café, johnny cakes (variedad de pan de coco). En la actualidad algunos sirven también licor.

Nadie sabe exactamente cómo ni cuándo comenzó esta práctica, pero mucha gente cree que es una forma distorsionada de los cultos de recordación que los antiguos misioneros celebraban en el hogar del difunto para consolar a la familia doliente. No es recomendable decir buenas noches al despedirse de un velorio, porque el espíritu del muerto seguirá hasta su casa a la persona que lo hace.

El "fine night" (novena noche) se celebra la novena noche después de fallecida la persona. En esa ocasión se repite la reunión de personas para cantar, comer, beber ,y contar chistes y chismes. Pero al llegar la medianoche se retira un vaso de agua cp.ie fue dejado sobre una mesa en el cuarto del muerto. Esta agua era para el espíritu del muerto. Luego se expulsa de la casa al espíritu del muerto. Esto se hace volteando el colchón sobre el cual descansó el difunto y maldiciendo su espíritu, a veces cran• lenguaje fuerte y sucio.

Descripción de un "set-up"(velorio)

En la actualidad, un velorio se lleva a cabo de la siguiente manera:

La noche después del entierro, la gente comienza a reunirse dentro y alrededor de la casa del muerto. Cuando hay una cantidad suficiente de personas empiezan las actividades, especialmente el canto. Algunos prefieren jugar dominó o juegos de cartas; otros eligen chismear o contar chistes. Hay una buena cantidad de sillas y bancos, y unas pocas mesas para los jugadores de naipes.

El canto se realiza de un himnario con el nombre de "Sankey". Solamente hay una copia de ese libro en el velorio y es empleado por el "lector". El cual es, por lo general, un especialista bien conocido y popular en esta práctica. Es una personas que acentúa. las palabras y entona los versos de la canción de un modo único. Sólo oyéndolo personalmente puede uno apreciar el arte del "lector". Éste lee un verso y luego lo canta la multitud. Dicho procedimiento continúa hasta finalizar la canción.

Además del típico café con "johnny cakes", que se sirve a los presentes, a veces hay muchos otros tipos de comida. Cuando quieren-comer, los cantantes cantan un himno especial que ha llegado a ser alusivo a la hora para comer en un "set-up". Uno de los versos de este canto dice: "Pan del cielo aliméntame hasta que no quiera más". Después de oír esto se le da de comer a la multitud. Pero durante todaila noche, se distribuye ron y cigarrillos a intervalos regulares.

Es muy interesante notar que, en casi todos los "sep-up", desde el inicio hasta después de la medianoche hay un canto fuerte, bello, armonioso, espontáneo, sin acompañamiento de ningún instrumento musical; pero ya en las horas de la madrugada, después que el ron ha surtido su efecto, el canto se vuelve débil y discordante; todo el mundo está fuera de tono y se puede oír la fatiga en sus voces. A veces terminan en un patético cuarteto, trío o dúo, poco antes del amanecer.


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OBEAH (BRUJERÍA)

Según los antropólogos, la práctica de "obeah" se deriva de una religión africana traída por los esclavos negros. Pero no importa lo que sea, hasta donde pl-eda tecordar cualquiera, ha Sido siempre uno de los más arraigados grupos de creencias y prácticas entre la gente blufileña de todas las clases.

La creencia y práctica de la "obeah" entre la gente de Bluefields no era, ni es, una forma de religión, sino una manera de realizar maravillas por medio de fuerzas misteriosas. Para algunos era una especie de ciencia oculta. Para otros era magia. Ésa es la razón por la cual el "obeah man" o brujo lo llamaban a veces "science man" (hombre de ciencia).. Entre la gente de habla española, el "obeah" llegó a llamarse "sontín" (someth ing).

Este nombre en español se debe al hecho de que cuando el cliente consultaba con el "obeah man", después de que este último escuchaba el caso le decía al cliente en inglés: "I am going to give you something" (Voy a darle algo).

Hay muchas personas serias que hablan de famosos brujos y brujas del pasado. Narran algunos de los cuentos más impresionantes, fantásticos y horribles de "obeah" que ellas han presenciado o que les fueron contados.

Estos cuentos se relacionan con una variedad de temas, tales como: consiguiendo o ahuyentando a un hombre o a una mujer; prosperando en el trabajo y los negocios; causando el fracaso de un enemigo en el trabajo y los negocios; curando una enfermedad misteriosa e incurable por otros medios;_ causándole a un enemigo alguna enfermedad incurable y misteriosa; poniendo un espíritu o fantasma en casa de alguien, o sacándolo de allí; "arreglando" a los caballos para que ganen las carreras; "arreglando" a los jugadores de baseball para que ganara su equipo, "arreglando" a un tahúr para que siempre ganara; colocando sapos y tortugas dentro del estómago de las personas o sacándolos de allí..

Nadie sabe exactamente cómo operan los brujos o brujas, ni lo que emplean, pero el conocimiento tradicional generalizado es que emplean ciertos ritos, ceremonia y un surtido de diferentes materiales raros y aun la Biblia cristiana.

Por ejemplo, en algunos de los asuntos con los espíritus y fantasmas, entraban al cementerio desnudos a la medianoche para "decir" o "hacer" ciertas cosas. Para curar o causar ciertas enfermedades, enterraban o desenterraban, en la obscuridad de la noche, pequeñas botellas y otros objetos 'misteriosos. En materia de amor usaban pedazos de nidos de golondrinas, conocida localmente como "macúa", y varias pociones y baños misteriosos. Para obtener resultados en otras actividades usaban murciélagos, gatos negros, tierra de sepultura 'y agua que habían usado para bañar a un muerto. En algunos casos leían capítulos del libro de los Salmos en la Biblia cristiana.

Los que creen en "obeah" lo emplean para resolver problemas en todas las situaciones imaginables. Una gran cantidad de personas, incluyendo algunas muy serias y bien instruidas, le achacan al "obeah" todos sus males y fracasos en todo y, por lo tanto, recurren a él como remedio.

Entre los creyentes, todas las cosas siguientes son atribuidas al "obeh": la esposa de un hombre le es infiel o viceversa; a alguien le va mal en el negocio; una persona está perdiendo todas su posesiones en juego de azar; alguien se ha vuelto alcohólico; el hijo o la hija de una persona se vuelve delincuente o prostituta; una persona se enferma de alguna dolencia rara. Aun algunas enfermedades bien conocidas, como la tuberculosis, a veces son atribuidas al "obeah". Cuando alguná de esas cosas le sucedía a alguien, los creyentes decían: "Lo pusieron así". Otros decían: "Es trabajo de mano".

El "obeah man" (hechicero brujo) trabaja por medios misteriosos, a -f-enudo en la obscuridad. Nunca permite que otros vean, ni le dice a nadie lo que hace. Algunas de las curas o liberaciones del mal, consisten en desenterrar a medianoche, botellas misteriosas y otros objetos extraños debajo del piso o bajo las gradas de la casa del cliente. A veces, como cura o medida preventiva, el "obeah man" le da a su cliente una diminuta bolsa negra de aspecto exótico con algo (something) adentro para que lo lleve colgado alrededor del cuello.

Aunque el "obeah man" no permite a nadie ver, ni cuenta a nadie lo que hace, algunas de sus labores misteriosas se han filtrado a algunas personas a través de los años. A continuación tenemos algunos ejemplos:

Cómo deshacerse de una persona

Si alrededor tuyo hay alguna persona que te estorba, que no te gusta o que te está causando problemas, puedes deshacerte de ella, si haces lo siguiente: escribe el nombre de la persona en un pedazo de papel. Envuélvelo en un pedazo de tela negra. Marca una cruz roja sobre la tela. Mételo dentro de una botella pequeña. Luego vete a un arroyo, llama el nombre de la persona y tira la botella dentro de la corriente de agua, sin volver a ver hacia atrás. Esto hará que la persona se vaya y no regrese jamás.

Cómo hacer que un hombre deje a una mujer

Si un hombre tiene una mujer a quien quiere dejar, pero no tiene la fuerza de voluntad, esto es lo que debe hacer: comprar una camisola nueva; ponérsela; ponerse un saco y hacer ejercicio hasta sudar. Luego debe exprimir el sudor de la camisola dentro de un guacal nuevo, agregarle un pequeño trago de ron y bebérselo todo. Debe quemar la camisola y sentarse encima de ella mientras todavía está echando humo. Finalmente debe enterrar las cenizas. Esto tiene que hacerlo dos veces en un mes. Cumpliendo todo esto logrará olvidarla. Pero mientras se encuentra bajo este tratamiento, no debe comer nada de la mujer.

Si una persona es víctima de un robo, para encontrar al ladrón puede recurrir a lo siguiente: la víctima o alguien de su confianza torna un vaso de agua, una llave y una hebra de pelo de la cabeza de una virgen. La persona suspende sobre el vaso de agua la llave atada con el pelo de la virgen. Luego invocando el nombre de Dios, de San Pedro y San Pablo, empieza a pronunciar los nombres de las personas de quienes sospecha. Cuando es llamado el nombre de la persona culpable, la llave en forma espontánea empieza a oscilar como un péndulo por encima del vaso de agua.

Otro método usado para descubrir a un ladrón es por medio de la lectura de naipes (cartas). De alguna manera, maniobrando una baraja de naipes en forma especial, éstas revelan quién es el ladrón. Siempre ha habido en la ciudad personas famosas dedicadas a las lectura de los naipes.

Cómo retener a un hombre

Si una mujer quiere conservar a un hombre sólo para ella, por el tiempo que ella desee y hacerlo incapaz de dejarla, esto es lo que debe de hacer: mezclar en una bebida del hombre un poco de agua en que ella se ha bañado.

Otra de las muchas maneras de lograrlo, y que al mismo tiempo es menos arriesgada y desagradable para la víctima, consiste en lavar la ropa interior del hombre y enterrar el agua en un hoyo en el suelo debajo del dormitorio de ambos.


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CASOS FAMOSOS DE OBEAH

El caso del Salón Rosado

Hace unas pocas décadas, el "Salón Rosado" era el centro de recreación más popular y frecuentado de Bluefields. Personas de todos los estratos sociales llegaban allí para comer, beber y escuchar la buena música de su rokonola (tocadiscos tragamonedas). Él propietario era un chino de carácter muy amistosos y agradable. Él hacía que sus clientes se sintieran en casa cuando entraban allí, estando él presente.

Sin embargo, de repente algo extraño empezó a suceder. El "Rosado" como era llamado popularmente, comenzó a cerrar, cada noche mucho más temprano que lo acostumbrado. Los clientes, en grandes grupos, se reunían cerca de él haciendo preguntas y comentarios.

Después de días y noches de inquieta curiosidad, algunos de los clientes descubrieron y presenciaron que, a cierta hora de la noche, las cosas simplemente empezaban a caer y derrumbarse: mesas, sillas, refrigeradora- todo. Los vasos y botellas volaban por los aires y se estrellaban contra las paredes sin que estuviera a la vista personas alguna a quien atribuirle esos sucesos. Cuando las acciones se pusieron muy violentas una noche, el propietario chino, con alarma en su voz, les dijo en español a unos amigos: "Es un epílitu alecho", queriendo dar a entender que se trataba de un espíritu enojado (violento).

Hasta algunas personas, muy serias e incrédulas de tales cosas, fueron al lugar, investigaron y registraron todos los rincones concebibles donde algún bromista travieso pudiera estar escondido. Pero todos salieron convencidos de que los vasos y botellas estaban volando por el aire y estrellándose contra las paredes sobre sus cabezas en forma misteriosa, y que los muebles y otras cosas estaban cayendo y derrumbándose sin encontrarse presente ninguna personas visible.

Después de varias noches de estar sucediendo estas cosas, el propietario fue recomendado a un "obeah man" cuyos servicios profesionales miles fueron contratados. El referido brujo visitó el lugar una o dos noches, ejecutó algunos ritos y ceremonias misteriosas que pusieron fin a la cosa. Ése fue el famoso caso del "Salón Rosado", del cual todavía la gente habla hoy.

El Caso de la mujer voladora

Los viejos de Cotton 'Free relatan la siguiente historia. Había una víctima de "obeah" afectada de tal forma que, todas las tardes a una hora fija, salía volando del callejón donde vivía, con sus brazos extendidos corno alas y sus piernas alargadas sin tocar el suelo.

Para evitar que se perdiera o se lastimara chocando contra las paredes o los árboles, un grupito de los jóvenes más fuertes del vecindario tenían el encargo de hacer lo siguiente: a la hora cuando se esperaba que saldría volando, la esperaban al final del callejón, la agarraban, la sujetaban y la llevaban a su casa. Eso continuó sucediendo hasta que finalmente fue curada por algún "obeah man" u "obeah woman".

El caso de las agujas de acero que brotaban de una mujer

En Beholden había una señorita afectada de un modo muy extraño. Empezaba a sentirse enferma, luego después de un rato, docenas de agujas empezaban a brotar de sus manos y otras partes de su cuerpo. Muchas personas muy seria afirman que presenciaron ese caso.


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TEMPORADA DE PÁJAROS

Desde tiempos inmemoriales hasta comienzo de la década de 1950, desde agosto hasta octubre, anualmente la ciudad de Bluefields era visitada por grandes bandadas de pájaros migratorios de una gran variedad de especies. Durante esta temporada -especialmente en septiembre-, todos los árboles, arbustos y jardines de la ciudad se poblaban de pájaros de todos los colores, aleteando y llenando el aire con sus diferentes cantos. La gente denominó este tiempo como "temporada de pájaros".

La presencia anual de estos pájaros dio origen a una diversión o deporte salvaje, practicado por las generaciones más viejas. Cada vez que se aproximaba la temporada de pájaros, los hombres y muchachos se ponían a preparar sus hondas y proyectiles hechos de materiales diferentes, como barro tostado, hierro, cobre y plomo. En cuanto comenzaban a llegar los pájaros también comenzaba su matanza, sin tomar en cuenta su belleza y otras consideraciones.

Aun cuando algunos cocinaban y comían ciertos tipos de pájaros, la matanza se hacía principalmente por deporte. Se trataba de una no organizada ni declarada competencia, para demostrar quienes eran los mejores tiradores y quienes podían matar más pájaros.

Era una escena común, durante la temporada, ver a los tiradores con una colección de diferentes tipos de pájaros colgados de una cuerda, a manera de rosario, alrededor de sus cuellos.

Nadie sabía los nombres científicos de estos pájaros migratorios que visitaban la ciudad anualmente, ni a nadie le importaba eso: porque quienes tenían interés en estos animalitos no eran amantes ni observadores de pájaros, sino sus matadores. Los pájaros adquirieron localmente toda clase de nombres raros dependiendo de sus cantos o sus aspectos. Pero habían muchos otros nombres cuyos orígenes nadie sabía.

Entre los nombres onomatopéyicos, o sean, los que derivan de la imitación de los cantos de los pájaros tenernos: tuts, pikuas, jibins, kis kidis, curo cum bokets.

Algunos que recibieron su nombre por su aspecto, tenemos: vientre blanco, cuello amarillo, cola amarilla y erizado.

Entre los nombres raros y de origen desconocido están el pili, el wis y el picharop.

Casi todos los hombres de mediana edad en Bluefields se acuerdan de las "temporada de pájaros".


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PERSONALIDADES PECULIARES

Algunas personalidades muy singulares y peculiares solían caminar por las calles de Bluefields. Existía un mestizo llamado Mateo que hacía cualquier cosa en cualquier lugar con sólo que alguien se lo pidiera. Los muchachos se aprovechaban de esto y se divertían bastante con Mateo, causando, al mismo tiempo, a veces, desconcierto a alguno de la ciudadanos más respetables en plena calle. Por ejemplo, si le decían a Mateo que corriera, corría; si le decían que tocara a un transeúnte en la cabeza, lo hacía. Algunos, hasta le decían que cometiera obscenidades en la calle y lo hacía.

También existió el señor Manny Roe. Era muy divertido con sus saltos y brincos artísticos que realizaba como siguiendo el ritmo de alguna música. Cuando alguien le decía ¡Manny mirá la culebra cerca de tu pie! Empezaba a saltar y brincar por el aire como si estuviera evadiendo los ataques de la culebra.

Luego estaba el señor "Lazy" Bill. Éste era un hombre viejo pero no inválido. Era limosnero. Quienes lo conocían decían que era tan haragán que cuando se le caía accidentalmente algún artículo, como una moneda u otro objeto, le pedía a alguien que se lo recogiera. Se le pedía a alguien un banano y se lo daba, solicitaba también que se lo pelara.

"Tanto" era el señor Sylvester Hodgson. No sólo fue reconocido y famoso en Bluefields como compositor popular y músico, sino como el más popular y pintoresco de los carretoneros de la ciudad. En aquellos días, en que el principal medio de transporte lo constituían los carretones tirados por mulas, el público veía con frecuencia a "Tanto" en su carretón, parado sobre una de las barras de madera que conectaban el carretón a la mula, como un acróbata, con el látigo en la mano realizando alegremente toda clase de piruetas sin caerse, aunque tenía unos cuantos tragos de guaro.

Probablemente, el más conocido de las personas peculiares de Bluefields en tiempos más recientes fue "Cuabná", Fernando Hodgson.

Durante su adolescencia y su juventud fue un verdadero delincuente, en el sentido completo de la palabra. La cárcel era prácticamente su hogar. Pasaba más tiempo en la cárcel que fuera de ella. Apenas le daban su libertad volvía a caer preso por alguna razón u otra. Llegó a ser bien conocido por todos los oficiales de policía y fue hasta amigo y servidor de alguno de ellos.

Mantenía enojados a muchos padres, maridos y hermanos, porque no respetaba en absoluto a ninguna mujer, no importaba su edad, color, raza o condición social. Se sentaba o paraba en la acera o en cualquier otro lugar público, y a cualquier mujer que pasaba le lanzaba un piropo descarado; si ella lo ignoraba o no le contestaba, entonces le lanzaba una descarga de todas las obscenidades concebibles.

Al llegar a su mediana edad, se volvió-algo más manso y atento con la gente, especialmente con personas importantes que él creía que podían ayudarle en sus necesidades diarias. A veces cantaba también y la gente que conocía de voces decía que su voz era tan buena que con ella hubiera podido ganar una fortuna en otros lugares y circunstancias. Y aunque su mano izquierda era impedida al nivel de la muñeca, salía a pescar, solo, para ayudarse.

Siempre que llegaba gente importante a la ciudad, él se encontraba entre la multitud tratando de colarse y ofrecer sus servicios a los visitantes. Así fue como se hizo amigo del senador Pablo Rener durante el régimen del último Somoza. Esto condujo a algo, que hasta el día de hoy, mantiene perpleja a mucha gente respecto al cómo y el porqué de ello.

Sucedió que "Cuabná" tomó el apellido del senador. Empezó a llamarse a sí mismo "Fernando Rener". Al senador le decía "papá"; a la esposa del senador le decía "mamá" , y a los hijos del senador les decía "hermanos". Ninguno de ellos se opuso a esto; más bien empezaron a tratarlo de forma muy generosa. Le regalaban relojes costosos, ropa y dinero. Cuando necesitaba algo le enviaba al senador un telegrama y firmaba "Fernando Rener". La respuesta venía dirigida a "Fernando Rener" y firmada por el senador Pablo Rener. Él, entonces, tomaba esas respuesta y se la mostraba a la mayor cantidad de personas posibles.

Para entonces, ya el nombre "Cuabná" y su dueño eran bien conocidos aun por algunos políticos importantes de Managua. Pero lo más importante de todo es que el gran poeta criollo, David Mc.Field, escribió un poema en español titulado "Dios es negro" y en uno de los versos de este poema dice: "Dios es negro como Cuabná".

"Cuabná" se fue a su tumba posiblemente sin saber que su nombre está inmortalizado ahora en la literatura nicaragüense, gracias al poeta Mc.Field.

Las labores misteriosas de "Twi Twi"

"Twi Twi" fue un garífuna bien conocido y muy popular que vivió en Bluefields. Su nombre era Ubaldo, pero el apodo "Twi Twi" se le quedó grabado por razones onomatopéyicas.

Entre otras cosas era músico. Tocaba el clarinete, pero siempre que iba a hacerlo en una fiesta se pasaba horas y horas afinando el instrumento en busca del tono correcto para comenzar. Este constante afinar con el clarinete sonaba a algo como "twi, twi, twi".

Nadie lo vio nunca trabajar, pero hacía cosas asombrosas por medio de alguna técnica avanzada o por fuerzas misteriosas. Por ejemplo, cualquier objeto que caía a la laguna o al río, no importaba su tamaño y peso y profundidad del sitio donde caía, "Twi Twi" lo sacaba sin ayuda de nadie, después de que todos los demás y todas las técnicas habían fracasado.

Frente a El Bluff está el viejo casco de hierro de un barco bananero llamado "Jamaica" que naufragó allí. "Twi Twi" buceaba dentro de ese barco o cortaba del mismo grandes láminas de hierro que pesaban miles de libras y las traía a Bluefields a vender.

En Pointeen había una torre de antena muy alta y vieja en medio de las casas del vecindario del Teatro Los Ángeles. Querían bajar esta torre pero nadie se arriesgaba a hacerlo por el temor de dañar las casas cercanas. Finalmente contrataron a "Twi Twi" y una mañana para sorpresa de todos la torre había desaparecido.

Según la gente, nunca hubo testigo de cómo hacía las cosas "Twi Twi".

"Oro Viejo" "Compra oro" o "Muchacho oro".

Las generaciones más viejas de Bluefields, debido a su provervial naturaleza confianzuda, honradez, sinceridad y bondad para con extraños, fueron frecuentemente víctimas de engaño, cinismo y burla de parte de algunos mestizos aventureros. Uno de estos aventureros era conocido como "Oro viejo", "Compra oro" o "Muchacho oro".

Le pusieron el nombre de "Oro Viejo" por las palabras que empleaba al abordar a la gente. Visitaba los hogares de los criollos y preguntaba si no tenían algún "Oro viejo que no servía y que no usaban", él les haría el "favor" de comprarlo, porque él les quería "ayudar". De esa manera él logró amasar una fortuna.

Le llamaban "Compra Oro" porque compraba oro y "Muchacho Oro" porque era muchacho y compraba oro. Esta manera de apodar a la gente era —y todavía lo es— una costumbre entre los creoles de Blue-fields. El verdadero apellido de ese hombre era Gatica.

En sus vueltas que hacía 'recogiendo oro, Gatica comía en cualquier lugar a la hora del almuerzo. En aquellos días para un creole era inconcebible cobrar a un extraño por un plato de comida. Por ese motivo, Gatica se mofaba de los creoles y se burlaba de ellos en compañía de sus amigos.

Llegó a oídos de algunos de lob creoles que Gatica se reía de ellos y que se jactaba diciendo que le alimentaban gratuitamente y que lo trataban como rey o príncipe.

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