Poesía dispersa de Rubén Darío (1893-1907)



1893

• Enero 5 - En el vapor Acapulco llega a Corinto de regreso de España.
• Enero 26 - Muere Rafaela Contreras de Darío en San Salvador, durante una operación quirúrgica, a consecuencia de una dosis excesiva de cloroformo.
• Marzo 8 - Matrimonio de Rubén Darío y Rosario Murillo en Managua, Nicaragua.
• Abril 3 - Llega a Panamá con su esposa, la cual regresa a Nicaragua.
• Abril 17 - Es nombrado Cónsul General de Colombia en Buenos Aires. Ver en el Capítulo XII de "La dramática vida de Rubén Darío (Edelberto Torres Espinosa)" las fechas contradictorias que ofrece este caso.
• Mayo - En Nueva York. Encuentro con José Martí.
• Junio 7 - Se embarca para Francia.
• Junio - Julio - París. Banquete en su honor. Estudia la nueva poesía francesa; el simbolismo y la escuela romana. Conoce a Verlaine y Jean Moréas.
• Agosto 13 - Llega a Buenos Aires.
• Agosto 20 - “La leyenda del águila”. La Nación, Bs. As. Es el primer artículo de los que integrarán Los Raros, donde tiene el título de “Georges d’Esparbés”.
• Septiembre 1 - “Era un aire suave”. Primer poema escrito y publicado en Buenos Aires, de los que formarán Prosas Profanas. Vio la luz en la Revista Nacional, de Carlos Vega Belgrano.


À la petite Isabeau*

Este, sin prólogo o preámbulo,
es un regalo precioso:
un poeta doloroso
te da un pájaro noctámbulo.

   Tienes tres años; la rosa
que está en el tallo tiene ésos;
tus labios florecen besos
y no comprendes la prosa.

   Te doy el pájaro, niña,
mas si lo matas, ¡traviesa!,
que tu madre que te besa
por el pobre, que te riña.

   Ámalo; es un poeta errante:
quizás injusto reproche
lo hizo errar entre la noche
y caer agonizante.

   Ave de los corazones,
zenzontle del indio triste,
el duelo sus plumas viste,
la pena le da canciones.

   En tu peine dejan hebras
hoy tus hermosos hechizos;
hazle un nido con tus rizos
al pájaro que celebras.

   Y mañana, cuando a mí
gloria y pena dé la fama,
por la ingratitud de aquí,
por mi pájaro y mi llama
tendré un recuerdo de ti.

(Managua, 7 de febrero, 1893)

*Dedicado a Isabel Huezo. 
(El pájaro obsequiado no era un zenzontle).



Para el álbum de Pepita Rivas

Bajo el triste ciprés de mi duelo
pasa un ángel, un ave, una flor,
un botón de las rosas del cielo,
una estrella en una urna de amor.

   Y hay que dar a la niña amorosa
princesita gallarda y gentil,
un cantar, una perla, una rosa,
un bouquet de mi pálido abril.

   Fresco lirio de luz y de infancia,
que no salgas del cielo en que estás;
que conserves tu dulce fragancia,
que el otoño no llegue jamás.

   En tu jaula perfumas y alegras,
pajarito travieso y fugaz;
tus pupilas, tan lindas, tan negras,
son consuelo, son dicha, son paz.

   Cuando, libre de penas y enojos,
tus quince años te den su arrebol,
con mis líricas flores tus ojos
harán veces de rayos de sol.

(Managua, 3 de marzo de 1893)


Saludo a la Estatua de la Libertad*

A ti, prolífico, enorme, dominadora. 
A ti, Nuestra Señora de la Libertad.
A ti, cuyas mamas de bronce alimentan 
un sinnúmero de almas y corazones. 
A ti, que te alzas solitaria y magnífica sobre tu isla, 
levantando la divina antorcha. 
Yo te saludo al paso de mi steamer, 
prosternándome ante tu majestad. 
¡Ave, good morning! Yo sé, divino ícono, ¡oh magna estatua!, 
que tu solo nombre, el de la excelsa beldad que encarnas, 
ha hecho brotar estrellas sobre el mundo, 
a la manera del fiat del Señor.
Allí están entre todas, brillantes sobre las listas de la bandera, 
las que iluminan el vuelo del águila de América, 
de esta tu América formidable, de ojos Azules…

(Abril, 1893)

* Es una prosa con sentido de poema. La forma de presentarla es del editor.

Evocando a Stella*

¿Por qué vino tu imagen a mi memoria, 
Stella, alma dulce, reina mía, tan presto ida para siempre, 
el día en que, después de recorrer el hirviente Broadway
me puse a leer los versos de Poe, cuyo nombre de Édgar, 
armonioso y legendario, encierra tan vaga y triste poesía, 
y he visto desfilar la procesión de sus castas enamoradas
a través del polvo de plata de un místico ensueño? 

“Es porque tu eres hermana de las liliales vírgenes 
cantadas en brumosa lengua inglesa 
por el soñador infeliz, príncipe de los poetas malditos. 
Tú, como ellas, eres llama del infinito amor. 
Frente al balcón, vestido de rosas blancas, 
por donde en el Paraíso asoma 
tu faz de generosos y profundos ojos, 
pasan tus hermanas y te saludan con una sonrisa, 
en la maravilla de tu virtud. 
¡Oh mi ángel consolador, oh, mi esposa.”

(Mayo, 1893)

* Es una prosa con sentido de poema. Escrito después de leer a Poe en Nueva York. La forma de presentarla es del editor.


A Carlos A. Imendia

¡Vengan los sufrimientos! ¡Vengan bien las borrascas 
inquietas! 
¡Oh leones! ¡Oh águilas que pasáis entre la 
humanidad!
Encrespar las melenas o extender vuestras alas,
poetas,
Es soberbio, es augusto, ¡bajo el soplo de la
tempestad!


(Nueva York, mayo, 1893)


Adolfo Valdés

(Especial para «La Vanguardia»)

      I

Soñaba. La noche. Los lirios de oro
del gran firmamento lanzando a través
del éter, su dulce mirada profunda
hacían la gloria del alto vergel.

Por fondo negrura, ceñida la frente
con una corona de verde laurel,
muy pálido y triste, sonriendo a la sombra,
surgió ante mis ojos Adolfo Valdés.

—,Oh, hermano de mi alma! ¿Por qué me sonríes?
¿Conoces acaso mi historia? La sé.
Los sueños, la tisis, el negro sepulcro,
la pena primero, la gloria después.

¡Oh, pálido Adolfo! Yo creo en un mundo
rosado y florido. ¿Tú vives? Tu ser
¿Acaso recuerda la música humana?
¿Ves la vieja tierra? ¿Los hombres los ves?

II

Haciendo mis salmos, mis odas, mis versos,
yo siempre mi vida fatal pasaré.
Huyendo como huyen las vagas visiones.
Dejóme en mis dudas Adolfo Valdés.

(La Vanguardia, 30 de agosto de 1893)


...................................................................................
SIN FECHA EXACTA O LUGAR PRECISO

Porteña


Ayer el pavimento sonoro de Florida
sintió trotar el tronco de potros de Inglaterra
que arrastran la victoria donde al amor convida
la faz de la morocha más linda de la tierra.

   El coche se perdía camino de Palermo
cuando pasó a mi vista, sentada en su cupé,
una divina rubia que, como un niño enfermo,
tenía triste y pálida su faz de rosa té.

   De esta visión porteña quedó en mi mente escrita
la página vibrante que es hoy una canción
a tus azules ojos, ¡celeste Margarita!
a tus miradas negras, ¡hermana de Mignon!

(¿Agosto?, 1893)


Flor Argentina


¿De dónde viene aquella maravillosa, aquella
que cuando pasa, a paso de reina, Diosa va?
¿De Viena acaso?... ¿Acaso de Sevilla o Marsella?
Acaso..., pues su imperio doquiera imperará.

    Es la flor de Argentina, divinamente bella,
azucena del Plata, rosa del Paraná,
y que siempre aparece con su fulgor de estrella,
ya la pinte Boldine o De la Gandará...

   Ella es la que a las reinas del gran París emula,
pues, como ellas, encanta y sonríe y ondula;
y cual dea transforma, al golpe de su pie,

   en primavera pura un triste otoño enfermo,
en el Bois de Boulogne el Bosque de Palermo,
y la calle Florida en la Rue de la Paix.

(¿Octubre?, 1893)


Como Palomas...


Como palomas tórnanse los tigres de la Hircania
ante la rubia Cipria que enciende el corazón:
ya se oye el ruido alegre del carro de Titania
que busca enamorada los besos de Oberón.

   La fiesta de las rosas y el canto de los nidos
llenan los verdes campos y pueblan el vergel;
despiertan en las cumbres los pájaros dormidos
sobre las frescas hojas del lirio y del laurel.

   ¿Quién es ésa que llega tan bella como Flora?
¿Quién es esa adorable, divina emperatriz?
¿Quién es ésa que tiene los labios de la Aurora,
la frente casta y pura como una flor de lis?

   Cuando anda, riega lirios; y cuando mira, estrellas.
¡Quién su sonrisa viera para morir después!...
¡Quién fuera un bello príncipe para seguir sus huellas!...
¡Quién fuera un dios amante para besar sus pies!...

   Un pájaro está triste por ella en la montaña,
porque sintió el perfume de la fragante flor.
La vio el cielo una noche magnífica y extraña
y un astro está por ella muriéndose de amor.

(Octubre?, 1893)

Elogio a don Vicente Navas

Tejo mi corona, llévola,
para honrar al ciudadano
que hubiera puesto su mano
sobre las brasas de Scévola...;

    a quien, por firme y leal,
el deber bronce daría;
a quien el alma tenía
fundida en bronce moral.

   ¿Qué fuerza el carácter doma?
¿Qué voz de su senda aparta
a quien, nacido en Esparta,
lo crió la loba de Roma?

   Ninguna. Joyas brillantes
Dios da al humano tesoro:
los talentos son de oro;
los caracteres, diamantes.

   ¡Loor, pues, a quien fue noble,
honrado, viril, sin tacha!
El leñador movió el hacha:
cayó el varón como un roble.

(León, 1893)


Décima de pie forzado Acabando en «patio»


En un juego de rimas con Manuel Maldonado 
y Desiderio Fajardo Ortiz.

No entiende de acentos Pablo,
pues cuando dice una frase
forma un requiescat in pace
que es capaz de darse al diablo.
Si con él converso o hablo,
por batió me dice batio
y por combatió, combatio.
Un día me sublevé
y por poco no arranqué
el rosal que está en su patio.

(Managua, 1893)

A «El Cautivo»


Desiderio Fajardo Ortiz

Como el príncipe del cuento,
las piernas tienes de mármol;
como poeta y artista,
tus ojos miran los astros.

   Si eres cautivo, eres grande;
si eres poeta, eres mago;
si eres vate, tienes flores,
y si eres dios, tienes rayos.

   Tienes tus Mil y una noches
como el bello solitario:
las tormentas de tus himnos
y las nubes de tus cantos.

   Ansía todos los cielos,
ama todos los zodiacos,
¡y haz dos alas inmortales
con las ruedas de tu carro!


Dedicatoria A Desiderio Fajardo Ortiz.

Arte y amistad nos ligan.
Mientras yo exista y tú existas,
seamos hermanos y artistas;
arte y amistad obligan.

   Arte es religión. Creamos
en el arte, en él pensemos;
a sus altares llevemos
nuestras coronas y ramos.

   Hagamos de la expresión
que siempre armonía sea,
y hagamos de cada idea
una cristalización.

   La prosa es el material;
adorno, las frases mismas;
y las letras son los prismas
del espléndido cristal.

   Y dejemos sus enfáticas
reglas y leyes teóricas,
a los que escriben retóricas
y se absorben las gramáticas.

   Pensar firme; hablar sonoro;
ser artista, lo primero;
que el pensamiento de acero
tenga ropaje de oro.

Florentina

Sobre el diván dejé la mandolina.
Y fui a besar la boca purpurina,
la boca de mi hermosa florentina.

   Y es ella dulce, y roza y muerde y besa;
y es una boca roja, rosa, fresa;
y Amor no ha visto boca como ésa.

   Sangre, rubí, coral, carmín, claveles,
hay en sus labios finos y crueles
pimientas fuertes, aromadas mieles.

   Los dientes blancos riman como versos,
y saben esos finos dientes tersos
mordiscos caprichosos y perversos.

   Dulce serpiente, suave y larga poma,
fruta viva y flexible, seda, aroma,
entre rosa y blancor, la lengua asoma.

   La florentina es sabia, y ella dice
que en ella están Helena y Cloe y Nice,
y Safo y Cloris y Galatea y Bice.

   Su risa es risa de una lira loca:
en el teclado de sus dientes toca
Amor la sinfonía de su boca.

   Y ese cáliz hallé de mieles lleno,
y él el placer y el mal puso en mi seno, 
y en él bebí la sangre y el veneno.

(¿París, 1893?)


El agua hace mucho daño…


El agua hace mucho daño 
tanto en Francia como en Libia. 
Y sirve, si no me engaño, 
solamente para el baño, 
pero con sales y tibia.

(Buenos Aires, agosto, 1893)


Las sonrisas sin encías

Las sonrisas sin encías,
y las miradas sin ojos, 
las visiones de los sueños 
de los pálidos neuróticos, 
invisibles enemigos, 
implacables odios póstumos, 
hacen que dé la flor lívida 
del rosal del manicomio 
–que crece y que tiene savia–  
con la sangre de los locos.

*********************************



1894

Julio 8. “Leconte de Lisle”. En La Nación, Buenos Aires. Con motivo de la muerte del gran poeta francés.
Agosto 19. Aparece el N.° 1 de la Revista de América. Los dos números siguientes vieron la luz el 5 de septiembre y el 1o de octubre respectivamente.
Sep. 18. Muere Rafael Núñez. El 23 publicó Rubén Darío en La Nación: “De un libro de páginas íntimas: Rafael Núñez.
No fue posible encontrar en 1894 -entre los poemas dispersos de Darío- más que uno pequeño compuesto de dos estrofas sueltas, publicado en La Nación. Ello se debe a que básicamente los poemas creados durante este periodo fueron incluidos en los libros “Prosas profanas y otros poemas” y en otros libros. También involucró su tiempo en la creación de la Revista de América y en una extensa colaboración con el diario La Nación, en los que se incluían algunos raros. Así mismo realiza la mayor parte de las traducciones de otros poetas de idioma no castellano. Entre ellos “Sagramor” y “La monja y el ruiseñor” de Eugenio de Castro. “Una dalia” de Paul Verlaine, “Las flores de Ofelia” de Laurent Tailhade, “Los nenúfares” de Barbey D’ Aurevilly; “La canción de las rosas” de Villeherve; “Crisantemos” de Henri Corbel y “Las flores” de Mallarmé, entre otros.


Bella, adorable, de quince abriles…


Bella, adorable, de quince abriles 
¡y te nos vas!
Pondré a Pegaso silla de oro 
para seguirte por tierra y mar.

(22 de Agosto, 1894)

************************



1895

Mayo 3.  Muere Rosa Sarmiento, madre de Rubén Darío en S. Salvador, Centroamérica.
Mayo 19. Muere José Martí. Darío publica su semblanza en La Nación. Bs. As. el 1o de junio.
Mayo 23. Escribe “Marcha triunfal” en la isla de Martín García, Buenos Aires.
Agosto 20. Darío comunica al Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia haber recibido la nota en que se le comunicó la supresión del Consulado colombiano en Buenos Aires.

Wagneriana


I – LOHENGRIN

Para Enrique Prins.

Castillo que decoras la ribera,
boscaje que decoras el castillo,
paloma que estremeces el tomillo,
onda que vas por la corriente fiera;

   espuma virginal, brisa ligera,
canción de trovador, canto sencillo,
estrella que en el Rhin hundes tu brillo,
Loreley de la verde cabellera;

   cisne de nieve, pájaro sagrado,
esquife del celeste enamorado,
barca del joven dios, lirio del Rhin:

   ¡de las trompetas el vibrante coro
anuncia el casco de diamante y oro
del rubio caballero: Lohengrín!


II – PARSIFAL

Para Guillermo Rojo.

Violines de los ángeles divinos,
sones de las sagradas catedrales,
incensarios en que arden nuestros males,
sacrificio inmortal de hostias y vinos;

   túnica de los más cándidos linos
para cubrir a niños virginales;
cáliz de oro, mágicos cristales,
coros llenos de rezos y de trinos;

   bandera del Cordero, pura y blanca;
tallo de amor de donde el lirio arranca,
rosa sacra y sin par del santo Graal:

   ¡mirad que pasa el rubio caballero;
mirad que pasa, silencioso y fiero,
el loco luminoso: Parsifal!

(Hospital San Roque, Argentina, marzo, 1895)


Epístola


A Ricardo Jaimes Freyre 

Señor Ntro. Xaimes Freyre
fijo de Julio L. Xaimes
fijodalgo bien tenudo,
Bien tenudo en Buenos Ayres.
Gracias de N. S. 
y buena salud tengades.

   Los que en el Valle de Aosta
Juntos sus coitas trayen
E de vos fablan continuo
deseándovos dichas grandes.
Los que forzados romeros
En esta ínsula distraen
Feridas de perras suertes
Que non curan las cibdades;
Los que, magüer el destino
Dexaron las sus beldades,
Y aventuras a estos reinos
Vinieron presto a buscare,
Los que furiosos leones
Y non mastines cobardes,
Bregan con torpes endriagos
Y con forzudos gigantes;
Don Prudencio y Don Rubene
(Ambos de muy noble sangre)
Toda el ánima os envían
En esta epístola: ¡Salve!

   ¿Qué fechos tenéis complidos?
¿Qué empresas tenedes grandes?
¿Cuáles tiernas, blancas manos
Vos tienen cautivo, cuáles?
¿Doña Sancha vos adora?
¿Vos ama Doña Violante?
¿O acaso vos ha olvidado
Por villanos barraganes?
Coibdarades Xaimes Freyre
Coibdarades Freyre Xaimes
Que en la ínsula don Rubene
Tiene sufridos pesares.
Pues aquella bella ingrata
Que tanto fizo soñare
Tiene trocado en malhora
La lumbre del su semblante,
Por fieras, duras miradas
Que tornan yelo la sangre
Y obscurecen el sentido
Con temible obscuridade.

   (Vos manda decir Rubene,
Que el justillo de contraye
Vos lo mandará muy pronto
Pues en esos malos ayres
Teme vos fieran los yelos
Con pícara enfermedade
Bien coibdado está el justillo
Como muy bien lo verades)
La peste merma y romeros
De Tierra Santa non caen.
Bellas princesas de Galia
Y de Aquitania vendraen;
Non los truxo la su suerte:
La junta de Sanidade.
Mañana estarán aquí
Mañana que no esta tarde
Don Prudencio hase vestido
La capa dictatoriale
Y tiene a dos mil pecheros
En muy grande agilidade.
Las dueñas despluman pollos,
Tortolicas e faisanes.
Los escuderos alistan
Los lechos e los divanes:
El maestresala se apresta
A disponer los yantares:
Y los juglares afinan
Las dulzainas y timbales.
¡Pluguiera a Dios que viniereis
Si cesara el temporale!

   Si tenedes pergaminos,
Corónicas o mensajes,
Vos rogamos los envíes
Con la galera que sale
Coibdat que perdéis galera
Si non vais a aprovechare
Los jueves et los domingos,
Que non los lunes o martes.

   Encomendándovos siempre
A nuestros votos leales
Por muchos santos patrones
Santos, ángeles e arcángeles,
Damos fin a aquesta carta
Que vos llevará saudades
Hoy, a dos días de mayo
(Después del día sociale)
Del año noventa y cinco
Y bajo un gran temporale
firman: el doctor
Don Prudencio de Plaza y Cuestas
y el bachiller don Ruben Darío y Darío
Post data
Vos rogamos contestéis
Si no os será mal contado;
Contestad, Ricardo Xaimes
Si no; tened grand coibdado.
Vale.

(Isla de Martin García, Argentina, 2 de mayo, 1895) 


-------------------------
HOMENAJES

En el álbum del ilusionista Onofroff


¿Grifos? ¡Quizá! Los grifos que en triglifos
viera el mago, o las pálidas, macabras
brujas, las domadoras de los grifos:
trípodes, negro, azul, abracadabras.

(Buenos Aires, «La Ley», Santiago, 12 de abril de 1895)

------------------------------------
ÁLBUMES Y ABANICOS

En el álbum de la Srta. Julia Gari


...Luz negra que los ojos ilumina
de las bellas huríes mahometanas 
y que aquí, en las regiones argentinas,
mahometiza la faz de las cristianas...

   ¡Ojos grandes y negros! ¡Cómo iría,
más seca el alma que mi boca seca,
a beber en el ánfora judía
el amor, con el agua de Rebeca! 

   ¡Ojos grandes y negros! ¡Ojos grandes
y negros! ¿Cómo, por virtud potente,
traéis vuestros Orientes a los Andes
o convertís la América en Oriente?

   Rawíes, caballeros,
¡perlas dejad aquí, ramos triunfales!
Yo enciendo en orientales pebeteros
mis mejores inciensos orientales…

(Buenos Aires, mayo, 1895)

«Himno» a Charles de Soussens*


Soussens san sous, poeta: tú
que aborreces siempre el bon sens,
andarás siempre sans le sous,
¡Soussens!

   Soussens, hombre triste y profundo,
verá en Sión al Nazareno:
¡Soussens es el hombre más bueno
del mundo!...

(Buenos Aires, 1895)

*Este mismo año Darío también escribió: Esquela a Charles Soussens, que se encuentra en El Canto Errante.


A Mitre


Vencedor Paladín de la idea,
que has clavado tu enseña en la altura;
combatiente ceñido de lauros:
¡los que van a luchar, te saludan!

(26 de junio, 1895)

**************************************


1896

Enero 1.º Rubén Darío es nombrado secretario del director de correos de Buenos Aires, Carlos Carlés.
Enero 10 “Paul Verlaine”. Revista Buenos Aires. Artículo con motivo de la muerte de Verlaine.
Enero 15 “Responso” (a Paul Verlaine). “Para el poeta Ángel de Estrada hijo”, en “Homenaje a Paul Verlaine.” La Nación, Bs. As.
Julio 7 “El coloquio de los centauros”. La Biblioteca, N.º 2. Director: P. Groussac.
Sep. 28 Está en Córdoba, Argentina.
Octubre 12 Los Raros. Talleres de “La Vasconia”. “A Ángel Estrada y Miguel Escalada”.
Octubre 15 Buenos Aires. Homenaje en el Ateneo de Córdoba.
Noviembre 27 “Los colores del estandarte”, contestación a la crítica de Paul Groussac. La Nación. Groussac escribió dos artículos, en La Biblioteca N.º 6, el primero con motivo de Los Raros, y el segundo sobre Prosas Profanas en el N.º 8 de 1897.

A Suzette


L’automne avait jauni les rustiques allées,
las vieux ormes chenus perdaient leurs ors éteints;
la cloche des troupeaux, dans les gazons déteints,
avait des tons plaintifs d’âmes inconsolées.

   Un départ frémissant d’oiselles envolées
s’épanouit dans le ciel, et les roses lointains
pâlirent comme toi de reflets incertains
sous le magique vent des bruits d’ailes frôlés.

   Tu te mis à trembler en un étrange émoi,
et ta bouche, adorée en se tendant vers moi
fit passer dans mon sang une si chaude fièvre,

   que je ne sus jamais qui venait m’embrasser,
de l’adieu du soleil mourant dans son baiser,
ou du frisson du feu qui courut sui- ta lèvre.

(Buenos Aires, abril de 1896)


Frank Brown


Frank Brown, como los Hanlon Lee,
sabe lo trágico de un paso
de payaso, y es, para mí,
un buen jinete de Pegaso.

   Salta del circo hasta el Parnaso.
Banville le hubiera arriado así.
Sabe lo trágico de un paso
Frank Brown como los Hanlon Lee

   El niño mira a su payaso
de la gran risa carmesí,
saltar del circo al cielo raso.
Frank Brown, como los Hanlon Lee,
sabe lo trágico de un paso.

(Buenos Aires, 15 de mayo, 1896)


A Virginia Ambrogi


Este verso irá a ti como una golondrina 
que llevará cual en un vuelo de acuarela, 
una rosa de plata de tierra argentina 
al luminoso amor de Maris Stella:

Esta noche la luna hacia la mar inclina
una ánfora sutil que en la sombra cincela 
el sueño; de ella cae una perla divina,
que también doy a la golondrina que vuela.

Y la rosa y la margarita de la urna
a ti llevará mi golondrina nocturna.
Un cerebro sensible, un corazón que sueña 
fletan para Virginia Ambrogi el navío; 
y ved cómo saluda el paisano Darío 
desde el país del Plata a la salvadoreña.

(Buenos Aires, septiembre, 1896)


A Carlos Romagosa


Entre la barbarie que las garras saca
cuando ve el reflejo de sedas fulgentes;
entre el que desdora, desluce y ataca,
eriza las cerdas y muestra los dientes

   cuando ve mi gema, mi biombo, mi laca,
o mis raras musas, terror de las gentes,
terror de la gente calmuca y canaca
que mancha la gloria de los continentes...,

   suele haber un cisne, o un águila bella,
o un lirio, o un trueno, o una blanca estrella,
o un iris que muda la noche que mata,

   o una espada de oro, o un casco de plata,
o tina rosa pura, o una noble rosa...,
¡toda como tu alma, Carlos Romagosa!

(Córdoba, Argentina, octubre, 1896)


Orquídea


A Manuel Argerich.

Una flor es fuerza igual
a un pensamiento: el aliento
de una flor se va en el viento,
pero queda en el ojal.

   Mas el elegante don
de la elegancia fragante,
le deja a todo elegante
perfume en el corazón.

(Buenos Aires, noviembre de 1896)


Toast


A Eduardo Schiaffino.

Que el champaña de oro hoy refleje en su onda
la blanca maravilla que en el gran Louvre impera,
la emperatriz de mármol cuya mirada ahonda
el armonioso enigma que es ritmo de la esfera;

   el bello Hermafrodita de cadera redonda,
y del sublime Sandro la núbil Primavera;
y sonriente en el triunfo de su gracia hechicera,
la perla de Leonardo, la mágica Gioconda;

   y el pórtico del templo que habita el Numen sacro,
el altar donde se alce su augusto simulacro,
y en teoría suave, canéforas hermosas;

   la Victoria llenando su palma de oro fino,
y rompiendo la sombra, sobre el carro divino,
Apolo, coronado de nubes y de rosas.

(26 de diciembre de 1896)


Roma*


En Colaboración con Lamberti, 
Autor de Los Versos Pares

Antonino Lamberti, el peristilo
del sacro templo se alza en la colina,
y llega una fragancia tiburtina
que acariciara a Horacio y a Camilo.

   Es la reina de Pafos y de Milo
que dio la aurora de la luz latina,
en donde halló, por la virtud divina,
gesto la estatua, la palabra estilo.

   Amemos, Antonino, de tu Roma
la armonía sagrada, que aún subsiste,
de la gloria fugaz que el tiempo doma,

   y que en el verso o piedra, que resiste,
rosa del mármol, lirio del idioma,
da la fragancia eterna de lo triste.

(Buenos Aires, noviembre, 1896)

*Escrito en el hotel América, Buenos Aires, 
en solo 14 minutos en forma de soneto y al Alimón.  

Antonino Lamberti*


Como las más altas cimas
tiene nieve en la cabeza,
y le adorna la belleza
de las prosas y las rimas.
¡Tiempo! Es en vano que esgrimas
tu hoz sobre este rosal,
porque un aliento inmortal
le imprime su numen fiel;
Baco le brindó su miel
y Venus le dio su sal.

(B. A., Argentina, noviembre, 1896)

*A la improvisación de Darío, Lamberti contestaría 
de inmediato con un soneto.


A la nena de Lamberti


Lamberti tiene una nena
a quien yo con placer llevo
con las flores de Año Nuevo
bombones de Nochebuena.
Ella es lirio de la pena
del poeta solitario:
que en su tranquilo Calvario
y en medio de sus dolores,
la nena le riega flores
con su pico de canario.


Décima improvisada con Lamberti*

Yo quisiera una mansión
de licencia y de placer
donde fuesen a aprender
Sardanápalo y Nerón.

Que tuviese un gran balcón
siempre abierto al mar turquí;
y largarme desde allí
de cabeza a cada rato,
y al caer, volverme pato
con los ojos de rubí.

*Los cuatro primeros versos son de Rubén D., 
escrito a las 4 a.m. en el hotel América B. A., Argentina.

*******************************



1897

Enero 21 El impresor avisa que la edición de Prosas Profanas está terminada y a su orden. Prosas Profanas: A Carlos Vega Belgrano, afectuosamente dedica este libro R. D. Imprenta de Pablo Coni e hijos. Bs. As.
Mayo El Hombre de Oro. La Biblioteca, N.os de junio y septiembre. Buenos Aires.


Una caligrafía de Kalifa quisiera…


Una caligrafía de Kalifa quisiera
Para escribirte un verso melodioso, que fuera 
Seda y oro de Oriente y gracia y pompa de Asia, 
En honor de unos labios de Bagdad o Circasia. 
O una caligrafía de monje medioeval, 
Mayúsculas de antifonario, o de misal, 
Miniaturas en fondo de azul, oro o violeta, 
Para escribirte mis prosas de profano poeta 
En honor de la virgen -o no- de carne viva, 
Rosa, rosa rosada, trémula, sensitiva. 
O femenina fruta, uva o fresca manzana, 
Que yo celebraría en mi prosa profana; 
Mas mi caligrafía es pobre, si no tosca: 
Guarda, pues lo quieres, estas patas de mosca.

(Marzo, 1897)


Fresas de invierno


Es un día de otoño pintado a la acuarela.
Hay frío. Los gorriones no van hoy a la escuela. 
Hay bruma. El sol, opaco y tristemente austero, 
como si algún amigo le pidiese dinero.

El aire, con maneras polares y con francos 
pellizcos, se imagina que somos osos blancos; 
ase de las narices, tira de las orejas. 
En las casas, abruman las toses de las viejas.
El brandy punch es bueno; y el jerez de San Lúcar 
al baño de María, con un poco de azúcar.

Margotón, la francesa, mientras el aire bufa
sobre el techo, demuestra que está demás la estufa.

Y yo agrego a los fuegos de Margotón, el vino; 
un vino tibio que me da calor divino 
y humano.

Prodigando sus caricias francesas,
dentro de mi copa Margotón pone tres fresas.

(Buenos Aires, 1897)


El ciclo


Toma de la vida el canto, 
toma del aire la esencia, 
de las flores el aroma 
y de mi vida el amor.

Pues las rosas son en flor
como un iris que se tiende,
que hacia el cielo sube, asciende 
como tu divino incienso.

Llévame, pues, de tu mano 
hacia el azul infinito, 
cerrando el ciclo del rito 
de nacer, vivir, morir.

(Santiago de Chile, 20 de agosto, 1887)


Despedida de María Guerrero

Al Público de Buenos Aires

Al partir, justo es que os diga,
cómo a mí no ha sido extraña,
tierra en que renace España,
por hidalga y por amiga.

   Desde la región distante
de nuestra patria española,
atrájonos la aureola
de esta comarca brillante.

   Llegamos así a ofreceros
tesoros del arte hispano:
el antiguo, el soberano,
y el que hoy busca otros senderos;

   el que con manos geniales
esculpió a la grande España,
y el que en las ondas se baña
de los nuevos ideales.

  Mas recibisteis el don
con tan cordial simpatía,
aplausos dando a porfía
a intérpretes y creación,

   que, ufanos de tanto bien,
la causa luego entendimos:
¡Lo que a traeros vinimos,
pues era vuestro también!

   De la escena castellana
vuestras, sí, las glorias son:
su vibrante inspiración,
su frase ingenua o galana.

   Vuestro el ingenio, reacio
a todo estéril sosiego,
de Entre bobos anda el juego
y El vergonzoso en Palacio;

   la gracia de Marta, en quien
sabrosa es la hipocresía;
la fina psicología
de El desdén con el desdén;

   la alteza, en fin, con que brilla,
ceñido el manto imperial,
la hermosura sin igual
de La Estrella de Sevilla.

   Frescos, fragantes y finos,
nutridos de savia ardiente,
hoy acarician mi frente
los laureles argentinos.

  Vuestros corazones son
armoniosos y vibrantes
por la sangre de Cervantes,
de Moreto y Calderón.

  Y fuera en vosotros mengua
que desdeñarais un día,
con vuestra propia hidalguía,
vuestra raza y vuestra lengua.

   Mas no; lleno de frescor,
libre, bajo el cielo brilla
el árbol cuya semilla
plantara el Conquistador.

   Vine, vi; si vencí yo,
la victoria conseguís:
¡estaré en otro país,
pero en otra patria, no!

   Aquí la musa divina
de Calderón halló rosas,
y tuvo palmas fastuosas
la de Tirso de Molina.

   La Niña Boba, en Castilla
más afamada no fue,
ni la desventura de
Doña Estrella de Sevilla.

   Vuestro afecto se aquilata,
y vuestro mental tesoro
se ufana en bajel de oro
sobre el Río de la Plata.

   Sabéis honrar las brillantes
máscaras que mi alma adora
y a Talía vencedora
coronada de diamantes.

   Que sois gentiles es fama;
mas vuestro afecto conquista
a la dama y a la artista,
como artista y como dama.

   La noble sangre latina
y la lengua castellana,
juntan con el alma hispana
la joven alma argentina.

   Y, dichosa mensajera,
yo voy a decir a España
que en vuestra cordial campaña
flota una misma bandera.

   Mantengamos ese fuego
que calienta ambas naciones...
¡Y hasta luego, corazones
argentinos, hasta luego!

(Teatro Odeón, Buenos Aires, 5 de julio de 1897)


Improvisación


A Rodolfo Ramos

Al amigo que pide una palabra mía,
yo le digo que pida, si pide bien, la luz;
y que, si es católico, que le pida a María
para el despierto hereje limosna de una Cruz.

(Buenos Aires, 1897)


En el álbum de la Sra. Josefa Aguirre de Vassilicos


Señora: hace tiempo que el perfume de su alma
llegaba a mí a través de muy dulces paisajes,
y estaba su figura junto a una hermosa palma
que circundaba un triunfo de espíritus y trajes.

   Vida moral, vida social, toda la lira
concentrada por la que de su vida forma
un inmenso querer que para el bien suspira
y hace, de amor, su concreción y norma.

   Todo mi anhelo y todos mis amores
son el brindar, a quien merece, un lauro.
Por eso vuelco el cesto de mis flores
entre un vibrar de pasos de centauro.

   Quede el aroma de mi voto, el día
en que, al pasar, quise brindar mi ofrenda
a quien pudo ofrendar al alma mía
del entusiasmo la divina prenda.

(Buenos Aires, 1897)


La caridad


Cuando hay llantos que enjugar,
pesares que contener,
entusiasmos que encender
y hermanos pobres que amar,
siéntese aquí el despertar
de la Caridad divina:
cada pecho es una mina,
cada idea es un tesoro,
¡tiene el corazón de oro
la República Argentina!

   Ricas manos bondadosas,
manos blancas como rosas,
pobres manos del obrero,
todas tienen, todas dan;
todo brazo es el primero
que conduce alivio y pan.

   Manos nobles, buenas manos
que ayudáis a los hermanos,
¡dad alivios, bienes dad!
Con sus rayos ilumina
la República Argentina
la divina Caridad.

   Manos frescas como flores,
dad consuelo a los dolores;
ojos bellos como el cielo,
dad miradas de consuelo.

   Las kermeses encantadas,
y las niñas sonrosadas,
y las rimas y el cantar,
y las musas musicales
y los ojos ideales
reconstruyan el hogar:,
¡den al triste el bien perdido,
denle el nido
donde pueda descansar!

  Si al sonar de las bocinas
pavorosas, en ruinas
cayó un día Jericó,
puede Orfeo con su lira,
por el deus que le inspira,
levantar lo que cayó.

   Sople el fuerte
mensajero de la Muerte;
sopla el viento que destruye,
cruel heraldo del Dolor:
¡siempre Orfeo reconstruye
con la lira del Amor!

(Buenos Aires, 1897)

Canto de Varo a Roma*

En El Hombre de Oro

¡Roma, grandiosa Roma, alta Imperia, señora del Mundo!
A tu mirada se levanta la gloria
toda vestida de fuerza, con la palma sonora en la diestra
y la sandalia mágica sobre el cuello del trueno.

   Tú, este vino de fuego que nos pone en las venas el ritmo,
esta violencia de la latina sangre,
transmutaste de la ubre que a los labios sedientos de Rómulo
llevó, en el primitivo día, la áspera Lupa.

   Siete Reyes, primero, contemplaron las Siete Colinas,
y del prístino tronco brotó la rica prole;
coronó la República el laurel de los Montes Sabinos,
el de la bella Etruria y la palma del Lacio.

   ¡Magno desfile de altos esplendores! Las arduas conquistas
el patricio y la plebe, literas consulares,
hachas, lictores, haces...
¿En qué gruta aún resuena
la olímpica palabra, misteriosa y divina armonía,
que en la lírica linfa escuchó de su náyade, Numa?

   ¡Y he ahí el coro de águilas! ¿De dónde vienen
victoriosas?
De los cuatro puntos del cielo: de la ruda Cartago,
de las Islas Felices, de la blanca y sagrada Atenas;
y las tuyas, ¡oh César!, de los bosques augustos de Galia.

   Y llevadas por todos los vientos
que bajo el solar fuego soplan sus odres,
del soberbio Imperátor resplandece la altiva diadema,
y su mano, al alzarse, cual la de Jove rige,
Capitolina...

(Buenos Aires, 1897)

* Inicialmente fue escrita como prosa en su novela no terminada 
“El hombre de oro”.


Elegía Pagana

Mima

A Manuel Argerich

¿Sabéis? La rusa, la soberbia y blanca rusa
que danzó en Buenos Aires, feliz como una musa
enamorada, y sonrió mucho, y partió luego
a dar sol a sus rosas al Paraguay de fuego;

   la rusa más hermosa de las rusas viajeras,
manzana matutina, flor de las primaveras,
diamante de los popes y perla de los zares;
la rusa que tenía su ramo de azahares
fresco para la fiesta nupcial, Mima, no existe...

   Que Menalcas, llorando, rompa la flauta triste;
que en desagravio a Venus se maten mil palomas;
rómpase el vaso alegre y los frascos de aromas;
y vierta el dulce Véspero su elegía nocturna,
su elegía de oro doloroso, en la urna
en que descansa aquella gentil carne divina.

   No descansa. En el lago de la muerte patina
la regia rusa, brillan sus patines de plata
al halago lunar. Mágica serenata
hace sonar un ruiseñor en lo invisible,
y Mima es ya princesa del imperio Imposible.

   La llamaron las voces de un coro de rusalcas;
partió, y echó en olvido la flauta de Menalcas,
los azahares y las tórtolas sonoras.
¿No recuerdas un día, amante que la lloras,
en que gozosa y orgullosa fue mi rima,
encuadernado el libro con un guante de Mima?

   Propiciatoriameme, yo invocaba a Himeneo...
Aún veo el libro todo blanco y oro. Aún veo
una noche a la eslava que tú adoraste ciego,
digna de amor latino, como de culto griego,
pues la petersburguesa, parisiense y latina,
tuvo todas las gracias, y además, la argentina.

   Como la Diana de Falguière, ella ha partido
virgen a lanzar flechas al bosque del Olvido.
Como la Diana de Falguière, blanca y pura,
a cazar imposibles entre la selva obscura.

(Octubre, 1893)


Balada a Leopoldo Díaz


Para que tome por cancillera 
a una de las nueve musas

¡Partir a Suiza! ¡Qué hermosa cosa!
El mar, el barco que se desliza;
la pasajera ligera, hermosa;
una aventura que se eterniza...
¡Qué hermosa cosa partir a Suiza!
El monte: el hielo color de rosa;
el lago Leman: una vaquera;
el ranz que suena tras la colina;
y el cónsul lírico de la Argentina
con una Musa por cancillera.

   Nada más bello que ir adelante
corriendo el mundo, valles y montes:
ir en el ágil barco triunfante
con sed de tierras y de horizontes:
y nuestro cónsul será imperante:
(ha de cumplirse, sí, Dios mediante,
la profecía del doctor Montes).
¡Que Dios le guíe, que Dios le quiera;
pero que vaya, hoy como antes,
con una Musa por cancillera!

   Glorias y honores son triunfos bellos;
pero en la tierra no ase el poeta
a la Fortuna por los cabellos;
es la Fortuna dama indiscreta
que ama a otros hombres que no son ellos;
los ruiseñores a los camellos
parias les deben rendir doquiera:
tal lo dispone la ingrata suerte;
mas ¡cuán alegre se va a la muerte
con una Musa por cancillera!

ENVÍO

Cónsul, que partes al suelo suizo:
ama las Gracias, ama el hechizo
con que, beluario, domas la fiera,
con que has vencido la suerte ingrata;
y en tu carrera de diplomata
¡lleva una Musa por cancillera!

(Buenos Aires, 1897)


Diálogo de una mañana de Año Nuevo


EL POETA HABLA

Atalanta está despierta después del paso de San Silvestre. Ha dejado abierta la celosía para que el aroma del jardín vaya a ella más francamente. En una suprema desnudez rosal ella enviará también su perfume, gratificando así a los espíritus de los jardines en esta mañana de Año Nuevo. Tiempo ha el sacristán tocó a misa primera; repicó luego el goce de la torre, y el pajarerío de bronce revoló descendiendo sobre las techumbres... Brillan como cuatro luceros los cuatro ojos de los caballos de la Aurora, cuya suave púrpura se transfunde en un ambiente ambarino. Dos viejecitas devotas suben las gradas del atrio. Sobre los almendros alaban a Dios los gorriones. He aquí que la ventana se abre y surge bañado de ébano el busto de Atalanta. Entre esa sombra balsámica, ¡cuán luminosos los ojos grandes y misteriosos, y cuán dulce el arco de la sonrisa!

EL POETA CANTA

Y por ti, mi fatal Atalanta del alma,
corto en mi corazón hoy el lirio y la palma,
y en un súbito vuelo
estimulo a Pegaso, que se lanza a tu cielo.
En ti contemplo como una lira de vida
que Sandro acaso hubiera
perpetuado en el ímpetu de una graciosa huída
muy más bella que su florida Primavera.

   ¡Oh flor! ¡Oh toda flor!
¿Has entrado al secreto del abismo de Amor?

   Y en ese abismo, ¡oh pura!, y en ese abismo, ¡oh bella!
¿has asistido al brillo cirial de alguna estrella,
a la degollación de corderos rituales?
¿Y comulgaste santamente, tiernamente,
con el trigo que crece junto a la santa fuente?
¿Y fue todo tan puro y sagrado y divino?
¿Mezclaste la miel casta con las hostias y el vino?
¿Y por, y de, y sobre, y ante
el Amante,
una nube de fuego delicioso no hizo
que temblases en un torbellino de hechizo,
y que se derritiese como una virgen cera
tu corazón, Paloma de la Primavera?

   Deja que los carrizos
pánicos, adulando la noche de tus rizos
y la aurora de tus mejillas y tu frente,
digan el diamantino fulgor meridiano
de tu zenit. Así se erija el tallo ardiente
bajo tan sacro ardor. El Año llega.
El Amor, matinal, su regalo te entrega:
una rosa, una copa del vino de la vida,
una granada abierta y una antorcha encendida.

ATALANTA HABLA

Sé que en mí revive Diana: en mis ojos fieramente luminosos, en mi boca donde está la miel de la selva, en mi talle casi insexual, y en mi busto cual el de las mujeres de Boticelli. Diana está en mi casta virginidad. Mas he aquí que llega el Año Nuevo. Las campanas despertaron mis oídos, los aromas del jardín mis narices, y el corazón un flechero desconocido. Matinal un niño pasó por mi ventana. En mi lengua se deslió una extraña pastilla, y los perros de la caza han huido a lo profundo del bosque. Mi nombre es Atalanta; en mí revive Diana; mas he aquí que un dulce fuego me abrasa las potencias y sentidos, y una desconocida languidez me posee.

ATALANTA CANTA

«¡Endimión! ¡Endimión! ¡Endimión!...» ¿Ese grito
que desconozco, llega del azul infinito?
¿O de la misteriosa montaña, o de la mar
bañada del divino ámbar crepuscular?
Desfallezco, mi sangre se desborda, me enervo
y un globo ardiente sube por mi pecho a mi boca.
«¡Endimión! ¡Endimión!...» –Quién tal dice? ¿Es la loca
brisa, o la cuerda armónica en la testa del ciervo,
o en la concha de la tortuga? ¡He aquí una flor
que en su corazón guarda una perla: una rosa,
una rosa! Es un fresco envío del Amor.
Y una antorcha: su llama,
rosa de oro puro; y una copa: rebosa
en ella el vino prodigioso de la vida.
Será la rosa mía, será mía la flama,
y apuraré el licor con que Amor me convida.

EL POETA CANTA

¡Ama!
Es el momento en que la Aurora te es propicia.
¡Ama!
En las fiestas nupciales Un maestro te inicia:
tu corazón. Escucha el ritmo de tus venas;
mezcla las rosas con las blancas azucenas;
saluda la fragancia de los jardines; canta
el himno de las ansias primeras, Atalanta,
y sacrifica dos palomas venusinas
a la diosa. Reviva la pagana frescura
al canto de esas claras campanas matutinas.
¡Cristo ha ascendido al Cielo! ¡Al mundo triste y solo
regocijen la luz y la lira de Apolo!
¡Oh perfume maravilloso de esa pura
alma, de esa purpúrea y aromada corola
de tu boca!... ¡Oh frescura
de la ninfa real, que vaga en una ola
de arcanas mirras!... Canta
el himno de las fiestas nupciales, Atalanta,
y celebra el simbólico y caro sacrificio:
yo oficiaré, piadoso, en el sacro ejercicio.

ATALANTA CANTA

¡He aquí, pues, las tórtolas al Amor destinadas;
he aquí, inflando el buche, las tórtolas nevadas!
¿Quién me ha aportado este racimo de uvas frescas?
¿Quién ha cortado en las colinas pintorescas
las más dulces manzanas para darme su ofrenda?
¿Quién cinceló la copa
en donde el Toro ilustre lleva en la grupa a Europa
y Leda abraza al Cisne de las alas de plata?
¿Quién ha vertido el vino?
¿Quién encendió la antorcha de la llama de oro?
¿Y qué voz me repite este nombre sonoro:
«¡Endimión! ¡Endimión! ¡Endimión!...»? Atalanta
hija de Diana, aguarda ya tu advenimiento.
¡Florece, oh sangre mía! ¡Canta, mi lengua, al viento
de la Aurora, la dicha ignorada y querida;
y al apurar la copa hermosa de la vida,
vida nueva en mi vida calme el fuego que llevo!

EL POETA CANTA

Saludemos la Hora que nace. El Año Nuevo
llegó; sobre la alegre cima del campanario
un pájaro de oro se posó hace un instante.
Cristo está sobre el brillo del día de diamante;
mas Pan y Apolo y la potente diosa velan
por la salud de la vibrante tierra. Vuelan
de los nidos las aves; y la suave sonrisa
de las cosas, anuncia que el Mal no existe. ¡Oh hermosa
Atalanta!... ¡Ya es mía
tu vibrante armonía,
y la antorcha, y la tórtola, y la copa, y la rosa!

(Buenos Aires, diciembre, 1897)

****************************************


1898

Abril 2 Llega a Vallarino Viejo, jurisdicción de Bahía Blanca, Provincia de Buenos Aires.
Abril 24 Regresa a Buenos Aires.
Abril 29 “Lo que encontré en Las montañas del oro”. La Tribuna. Crítica a la primera obra de Leopoldo Lugones.
Diciembre 8 Se embarca para España como corresponsal de La Nación, en el barco Vittoria.
Diciembre 21 Llega a Las Palmas de Gran Canaria; pero no desembarca.
Diciembre 22 Llega a Barcelona.


Brindis al Dr. Cornelio Romero


Mi voz es pobre y escasa
cuando alegre, franco y fuerte,
Lúculo come en su casa
y Epicuro se divierte.

(Haedo, Prov. de Bs. As., 15 de febrero, 1898)


De una Carta a Salvador Rueda


Presentándole a D. Moisés Azcarruz, 
Ministro de Bolivia en España.

De las cosas que pinta García Ramos
y de las cosas bellas que tú dibujas,
dámele a este Ministro, que mucho amamos:
cuadros, cual de Fortuny, llenos de ramos,
cuadros, cual los de Goya, llenos de brujas

(Buenos Aires, ¿junio o julio? 1898)


Al cantor Arturo de Nava


Del Asia traje un diamante
para ponerlo en el cuello
del ser que he visto más bello
en mi vida claudicante.
Me brindó el Sol deslumbrante
su más brillante color,
y el Iris me dio el mejor
ramillete de sus haces;
y el Sol me dijo: –¿Qué haces?
–¡Se lo doy al payador!


En los sepulcros musulmanes* 


En los sepulcros musulmanes, una
copa remata la obra; el agua fina
de la urna matinal, y la argentina
perla que da a su ánfora la luna,

   en licor de cristal, calman la ardiente
sed de las aves del azul... ¡Cincela,
porta-lira, una copa transparente
en tu armoniosa fábrica doliente,
para el alma con sed que al azul vuela!

(Buenos Aires, 1898) 
Revista “El Mercurio de América” .

*Titulada también La Copa de Agua.


A Bolivia


En los días de azul de mi dorada infancia,
yo solía pensar en Grecia y en Bolivia:
en Grecia hallaba el néctar que la nostalgia alivia,
y en Bolivia encontraba un arcaica fragancia.

   La fragancia sutil que da la coca rancia,
o el alma de la quena que solloza en la tibia;
la suave voz indígena que la fiereza entibia,
o el dios Manchaipüíto, en su sombría estancia.
                                                            
   El tirso griego rige la primitiva danza,
y sobre la sublime pradera de esperanza
nuestro Pegaso, joven, mordiendo el freno, brinca.

   Y bajo de la timba del misterioso cielo,
si Sol y Luna han sido los divos del abuelo,
con Sol y Luna triunfan los vástagos del Inca.

(A bordo del barco “Vittoria”. Diciembre, 1898)


España


Dejad que siga y bogue la galera
bajo la tempestad, sobre la ola:
va con rumbo a una Atlántida española,
en donde el porvenir calla y espera.

   No se apague el rencor ni el odio muera
ante el pendón que el bárbaro enarbola;
si un día la justicia estuvo sola,
lo sentirá la Humanidad entera.

   Y bogue entre las olas espumantes,
y bogue la galera que ya ha visto
cómo son las tormentas de inconstantes:

   que la raza está en pie y el brazo listo,
que va en el barco el capitán Cervantes
y arriba flota el pabellón de Cristo.

(A bordo del barco “Vittoria”. Diciembre, 1898)

******************************************


1899

Enero 1 Llega a Madrid.
Enero 20 En la crónica de esta fecha incluye el poema “Cyrano en España”, que dio a la revista Vida Literaria, escrito con motivo de la representación de Cyrano de Bergerac, de Edmundo Rostand, en Madrid, primero que escribe en la segunda estadía en España.
¿Julio-agosto? Encuentro y unión con Francisca Sánchez del Pozo.
Octubre 3. Está de visita en Navalsauz, Ávila, en casa de los padres de Francisca Sánchez, donde esta se halla. “Una fiesta campesina” es la crónica de este viaje. En La Nación Buenos Aires, 17 de diciembre. Castelar. B. Rodríguez Serra, editor. Madrid. 60 páginas. Es la crónica de los funerales del gran orador.


Envío de Atalanta


En el álbum de Regina Alcaide de Zafra

Corre, Atalanta, corre, y tus rosas al viento
dejen de su perfume la embriagadora estela;
corre, Atalanta, corre, vuela, Atalanta, vuela
veloz como el relámpago o como el pensamiento.

   Deja atrás las montañas pintorescas,
en donde Diana
y sus ninfas hermosas,
al triunfo de la lírica mañana,
se coronan de rosas 
frescas.

   Y cuando hayas dejado el terrestre elemento,
vuela sobre la mar como las golondrinas,
y bajo las estrellas que en su azul firmamento
se coronan de rosas diamantinas.

   Y en lo azul infinito, detén tu raudo empeño
cuando llegues a la isla en donde mora
la princesa que un día vio un Simbad del Ensueño
que se guió, por la huella del carro de la Aurora.

   ¡Atalanta, alma mía!
¡Alma mía, Atalanta!
Es allí donde eternamente canta
su noche un ruiseñor, una alondra su día.

   Hay un jardín, y en el jardín hay una
fuente donde se abrevan
pavorreales del Sol y cisnes de la Luna.
Limoneros fragantes sus azahares nievan
y regula las horas una invisible lira.

   Y en un palacio de oro maravilloso mira
a la bella señora
que nostálgica mora;
y dile de mi parte si ha llegado la hora
que mi espíritu anhela...

   Y si dice que sí, ven al momento.
Corre, Atalanta, corre; vuela, alma mía, vuela
veloz como el relámpago y como el pensamiento...

(Madrid, 1899)


Para Mariano de Cavia


Maestro: te mando mi alma,
te mando mi rosa, te mando mi amor.
Con un cóndor vivo te mando mi palma,
con una paloma te mando mi flor.

   Por tu nacimiento me floreció un verso
lleno de dulzura, y era tan profundo,
que ya contenía todo el universo
con que dominaras la lira del mundo.

   Comprende que nunca cambiara mi alma
por lo que en ti hubiera de ritmo y razón;
laurel que me cubra, no vale tu palma,
y es poco tu afecto por mi corazón.


A Moisés Ascarrunz*


Y para sus hermanos muertos en los campos de batalla

Maldigo la quijada del asno, el enemigo
odio, la flecha, el sable, la honda, la catapulta;
maldigo el duro instinto de la guerra, maldigo
la bárbara azagaya y la pólvora culta;

y a quien ahoga en sangre la cosecha de trigo
y a quien ciego de rabia la Cruz de Paz insulta:
a Bonaparte o César, a Marat o a Rodrigo,
príncipe de soldados o rey de turbamulta.

Los maldigo por tantas tristes almas de duelo
que van todos los días por la senda del cielo
precedidas por Cristo, a pedir paz y luz;

por Cristo que solloza, que palidece y sufre,
mientras un negro incendio de salitre y azufre
obscurece a los hombres la visión de la Cruz.

(Madrid, 1899)

*Publicado por Saturnino Rodríguez, “Un soneto inédito de Rubén Darío”,  en Brecha, publicación costarricense.

*************************************


1900

Abril 7 Última crónica enviada desde Madrid. “Certámenes y exposiciones” a La Nación en esta temporada. Marcha a París por orden de La Nación, deteniéndose en Lourdes.
Abril Nace en Madrid la primogénita de Darío y Francisca Sánchez y recibe el nombre de Carmen.
Abril 20 Primera crónica sobre la Exposición Universal para La Nación.
Sep. 11 En viaje a Italia llega a Turín. Recorre las principales ciudades italianas.
Sep. 19 Está en Génova.
Sep. 20 En Pisa.
Sep. 27 En Livorno.
Sep. 28 Visita Ardenza.
Octubre 3 En Roma visita todos los sitios interesantes, principalmente el Vaticano donde conoce a León XIII. Llega hasta Nápoles.
Noviembre Va a Marsella a presenciar la llegada de Kruger, el héroe boer, de África del Sur.

A Juan Ramón Jiménez


Atrio

¿Tienes, joven amigo, ceñida la coraza
para empezar, valiente, la divina pelea?
¿Has visto si resiste el metal de tu idea
la furia del mandoble y el peso de la maza?

   ¿Te sientes con la sangre de la celeste raza
que vida con los números pitagóricos crea?
¿Y, como el fuerte Heracles al león de Nemea,
a los sangrientos tigres del mal darías caza?

   ¿Te enternece el azul de una noche tranquila?
¿Escuchas pensativo el sonar de la esquila
cuando el Ángelus dice el alma de la tarde?...

   ¿Tu corazón las voces ocultas interpreta?
Sigue, entonces, tu rumbo de amor. Eres poeta.
La belleza te cubra de luz, y Dios te guarde.

(París, 1900)


Jiménez, triste Jiménez…


Jiménez, triste Jiménez,
No llores; el mundo es áspero. 
La vida es hiriente.
La fiebre
Va por todas partes y hiere.

Jiménez,
La vida
Está encendida
En tu pupila,
En tu emoción infinita, 
En tus versos que cantan 
Canciones antiguas
Del corazón de tu España, 
Que está en tu alma misma.

(Jiménez, es preciso
Reír, o sonreír al paraíso).

Jiménez, las pasiones que nacen
Hacen temblar los cuerpos y las almas.
Son tempestades, terremotos interiores
Que de pronto estallan en nuestros miserables
corazones
Hechos para los sueños y las hadas.

En la red de tus nervios
Está presa, Jiménez, 
Una gaviota blanca.
Ella pide las inmensidades
De esos vastos azules que buscas y no hallas.

No te expresaré, Jiménez, 
Sino la parte de la Esperanza, 
Cuando vayas tranquilo 
Y sonriente vayas.

Estoy muy cansado.
Necesito suaves pláticas. 
Hablaremos de las ideas, 
Hablaremos de las almas. 
Tendremos compasiones 
Para las gentes malas. 
Leeremos bellas poesías
Y reiremos de las musas falsas.

(París, 1900)


Amado Nervo


Amado es la palabra en que amar se concreta;
Nervo es la vibración de los nervios del mal.
Bendita sea, y pura la canción del poeta
que lanzó sin pensar su frase de cristal.

   Fraile de mis suspiros, celeste anacoreta
que tienes en blancura la azúcar y la sal:
¡muéstrame el lirio puro que sigues en la veta
y hazme escuchar el eco de tu alma sideral!

   Generoso y sutil como una mariposa,
encuentra en mí la miel de lo que soy capaz
y goza en mí la dulce fragancia de la rosa.

   No busques en mis gestos el alma de mi faz;
quiere lo que se aquieta, busca lo que reposa,
y ten como una joya la perla de la Paz!

(París, 1900)


La tortuga de oro...

A Amado Nervo

La tortuga de oro camina por la alfombra
y traza por la alfombra un misterioso estigma;
sobre su carapacho hay grabado un enigma,
y un círculo enigmático se dibuja en su sombra.

   Esos signos nos dicen al Dios que no se nombra
y ponen en nosotros su autoritario estigma:
ese círculo encierra la clave del enigma
que a Minotauro mata y a la Medusa asombra...

   Ramo de sueños, mazo de ideas florecidas
en explosión de cantos y en floración de vidas:
sois mi pecho suave, mi pensamiento parco.

   Y cuando hayan pasado las sedas de la fiesta
decidme los sutiles efluvios de la orquesta
y lo que está suspenso entre el violín y el arco...

(París, julio, 1900)


Ante el «David» de Miguel Ángel


A José León Pagano.

¿Viste el David, cómo era bello y franco?
En él está la soberana esencia
de la tierra, y la pura transparencia
de lo alto, de lo noble y de lo blanco.

   El Byron cojo y el Cervantes manco
cantaran esta gloria de Florencia,
y lo que existe de divina ciencia
en ese pectoral y en ese flanco.

   En cuanto al ojo dominante, el bello
imponer del aspecto, y la redonda
caricia de escultor que da al cabello

   lo crespo de la brisa y de la onda,
triunfa una Torre soberana: ¡el cuello!
y una fuente soberbia: ¡la Rotonda!

(Florencia, 1900)


A Vargas Vila


En Roma, donde dice la Vida
lo que la inmensa Sibila vierte,
junto a tus armas pongo mi egida,
¡hermano grande, hermano fuerte!

(Roma, diciembre, 1900)


---------------------------------------------------
SIN FECHA EXACTA O LUGAR PRECISO

Viejos filósofos*


Seamos a nuestra carne fieles 
Como a nuestra triste psique. 
Soñemos bajo los laureles.

¡Cortemos en ingenuas viñas 
Las uvas frescas y en rosales 
Nuevos nuestras rosas!

Quiero al reloj como a mi corazón. 
Por mi corazón juzgo al reloj.
¡Cómo se mueve sin cesar mi corazón!

Quiero al reloj porque mi corazón 
Es también un reloj de amor.

(¿1900?)

*Se trata de un texto tachado por Darío.


***************************************


1901

Enero 18 Francisca Sánchez llega a París llamada por Rubén. Viven en Faubourg Monmartre 29. 
España Contemporánea: “A Emilio Mitre y Vedia, Director de La Nación de Buenos Aires. Amistad y gratitud. R. D.”. –Editorial Garnier Hnos. París.
Peregrinaciones: “Al Gral. J. Santos Zelaya, impulsor del progreso en Nicaragua, respetuosamente este libro dedica R. D.” –Prólogo de Justo Sierra. Editorial Viuda de Ch. Bouret, París.
Prosas Profanas, 2.da edición aumentada con 21 poemas y el famoso estudio de José Enrique Rodó como prólogo, sin fi rma.
Marzo Muere de viruela en Madrid la pequeña Carmen Darío Sánchez, y de la misma enfermedad también Celestino Sánchez, padre de Francisca.
Agosto Rubén y Francisca veranean en Dieppe.


Toast 


A Don Justo Sierra

Ser feliz campeón de los ilustres juegos
en que son, semidioses y poetas, hermanos:
ver en sueños temblar la gran lira, en las manos
del viejo rey de musas, príncipe de los ciegos:

   prender su antorcha humana con los divinos fuegos,
y mantener, en nuestros bosques americanos,
al par que la frescura de los mirtos romanos,
el verdor armonioso de los laureles griegos;

   y –alma tan transparente y sonora que admira
por el puro cristal en que su esencia encierra
y en que como el oriente de tina perla se mira–,

   honrar al continente y enaltecer su tierra,
y todo ante la gracia celeste de la lira...,
son los más grandes cargos contra Don Justo Sierra.

(París, abril, 1901)


Flora*


Para la esposa de Luis Berisso.

A tus pies, Triptolemo, Dea su cornucopia
vierte, mientras tus manos alzan, sobre la testa
encrespada de oro, la simbólica cesta
en donde el Iris mágico sus riquezas acopia.

   El perfume que nace de tu sustancia propia
unge los palpitantes senos de la floresta,
y la estación que ríe bajo su luz de fiesta,
hace tus gracias suyas y tus sonrisas copia.

   Pues al paso de Flora la tierra se conmueve,
y con formas de oro, de púrpura, de nieve,
de azul, la maravilla de su misterio expresa.

   Así, llena de música la selva melancólica,
traduce por el son de la flauta bucólica
lo que arde, lo que aspira, lo que ama, lo que besa.

(Madrid, 1901)

*Su mejor amigo argentino, Luis Berisso, se iba a casar y le solicitó por escrito un poema. R. D. además de su poema compró un álbum en el que incluyó prosas y versos de amigos españoles. El álbum no llegó a tiempo.


Epístolas


A Nervo

Así, pues, está dicho 
Que somos decadentes, 
Príncipes del capricho.

  Tanto mejor. Ardientes 
Ojos, ardientes labios, 
Buen puño y firmes dientes.

   Dejemos a los sabios 
Del cantón ser risueños 
Con nuestros astrolabios

   Y con nuestras probetas 
De nuevos alquimistas. 
Ellos son los poetas, 
Ellos son los artistas, 
Ellos son los profetas, 
Dueños de las gacetas, 
Reyes de las revistas.

   «¿Y todo eso que hace 
A Sirio»? que diría Renán. 
Todo eso satisface 
La inmensa tontería 
Que impera todavía 
Cuyo horror destruiría 
Sirio y Alderabán.

   Dejemos de esas cosas. 
Cultivemos las rosas 
Gustemos las manzanas 
Del árbol de la ciencia
Cuyas carnes lozanas
De divina cimiente
Son nuestra complacencia 
Gracias a la Serpiente.

   La pequeñez-política
La pequeñez-enfática, 
Y la pequeñez-crítica 
Y semidiplomática.
¿Qué es eso? ¿Y qué más da? 
Sigamos. Continuemos. 
Puesto que bien sabemos 
Que «Ça n› existe pas!»...

   El otro día he visto 
Que se burla de Cristo 
Un señor de esos mundos. 
Me hubieran dado rabia 
La palabra ultrarrabia 
Y sus aires profundos,

   Si no viera que todo 
El literario lodo 
Y la actual hojarasca, 
Son abono que anima 
En cultivada cima 
La magnífica rima 
Y la vibrante lasca.

*****************************************


1902

Julio La Caravana Pasa. Edit. Garnier Hnos. París. La Editorial Maucci publica Tomás Gordeieff, de Máximo Gorki, traducción de la edición en francés, por R.D.


En el álbum de Catalina Medisola De Murillo


Siento un calor a nido
que me pone inspirado y conmovido.
Al querer ofrecerte mis loores:
¡Aquí hay felicidad!, dije al momento,
porque sentí que me trata el viento
un perfume sutil de frescas flores.

Del amor de un esposo y una esposa
supe que un día floreció una rosa,
Y pensé de improviso
que tener un hogar de amores lleno,
es estar en el seno
de un dulce y encantado paraíso.

¡Nada, nada, señora, en esta vida
es igual a querer y ser querida!
Yo que adoro los bellos ideales,
que canto a la mujer garrida y buena,
de este hogar venturoso en los umbrales
coloco al despedirme una azucena.

(Publicado en «Flores Chilenas»,
Santiago, 10 de septiembre de 1902)


Para Coconí Bonafoux


Coconí, nombre de flor
o de pájaro o de gema
de la Biblia. Es un poema
hecho de trino y frescor.

   Coconí es el cocotal
y el picaflor y la miel,
y el mirlo sobre el laurel
al lado del manantial.

   Flor de sol, botón de aurora,
pequeñita soberana,
maravilloso «mañana»
que eres un divino «ahora».

   Junto a la amable tormenta
que tienes por padre, sueña
tu almita; y ésta, pequeña,
¡si vieras cuánto le alienta!

   Quisiera ver, Coconí,
cuando tú seas mujer,
la cara que has de poner
al acordarte de mí.

   Tu linda boca dirá:
–«Bellos versos me escribió
aquel señor que pasó...
y que quería a papá.»

(París, 1902)


A Esperanza Villagrán


Esperanza, la hermana de las perlas más finas,
la de armonioso nombre de virtud teologal,
mimada de las Gracias y las Musas divinas,
vuelve a buscar los rayos del vivo sol natal.

   ¡Esperanza! Que vuelvas como las golondrinas,
siempre llena del fuego de aquel sol inmortal.
¡Sed propicios, oh vientos y deidades marinas!
¡Devuélvenosla pronto, República Oriental!

¡Que vuelva, soberana,
la flor americana
junto a la flor de lis,
para dar todavía 
más luz a esta alegría,
más encanto a París!


*************************************


1903

Marzo 12 Es nombrado Cónsul de Nicaragua en París.
Abril Francisca da a luz un niño –Rubén Darío Sánchez, primero de ese nombre–, que su padre apoda Phocás el campesino.
Noviembre 30 Sale de París para Barcelona a donde llega el mismo día. Le acompaña Francisca. Va a Madrid a visitar a J. R. Jiménez.
Diciembre Se embarca en Barcelona para Málaga.
Dic. 24 y 31 Navidad y Año Nuevo en Málaga.

La Rabiosa


De Maurice Rollinat

¡Quiero morder! ¡Retiraos!
La noche cae sobre mi memoria
y la sangre sube a mis ojos locos!
¡Ved! Mi boca, torcida y negra,
babea a través de mis cabellos rojos.

   Ya he hecho horribles hoyos
en mis dos pobres manos de marfil,
y he golpeado mi cabeza con fuertes golpes.
¡Quiero morder!
Calmaría mi sed en vuestros cuellos
si pudiese todavía beber.

   ¡Oh! Siento en mi mandíbula
una rabia abominable.
¡Por favor! ¡Atrás! ¡Retiraos!
¡Quiero morder!

(1903)


Autógrafo en un álbum


Para escribir en la vida
sobre un papel semejante,
preciso será, señora,
hacer tinta de mi sangre.

(París, 1903)


**********************************


1904

Enero 17 Envía a J. R. Jiménez la “Oda a Roosevelt” para la revista Helios, que la publicó en el N.º de febrero.
Enero Envía a G. Martínez Sierra el poema “Yo soy aquel...” para la revista Alma Española, en que apareció el 7 de febrero.
Febrero 9 En Granada, Nuevo Oriente, Plaza del Carmen 8.
Febrero 10 Sevilla. Fonda de España, Calle Bilbao 2.
Febrero12 Córdoba.
Febrero 15 En Gibraltar.
Febrero 17 En Tánger, África.
Febrero 19 Regresa a Málaga.
Febrero ¿21? Pasa por Madrid, deteniéndose pocos días para buscar editor de Cantos de Vida y Esperanza. Los originales quedan en manos de J. R. Jiménez.
Febrero Llega a París. Vive en Rue Feydeau N.º 30.
Mayo ¿1? Viaje a Alemania por el Rhin primeramente. Lo acompaña Felipe López.
Mayo 7 Hamburgo.
Mayo 11 Berlín.
Mayo 16 Budapest, Austria-Hungría. Continúan el viaje por Italia y vuelven a París.
Agosto Se muda a Rue Legendre.


Jóvenes enamorados...


Jóvenes enamorados, parejas dichosas 
de todos los puntos de la tierra,
si sois ricos, venid a repetiros que os amáis,
en el tiempo de la primavera, a un Carmen granadino.
Y si sois pobres, venid en alas de vuestros deseos,
en el carro de una ilusión,
en compañía de un poeta favorito.

(Granada, España, 9 de Febrero 1904)

Realmente es una prosa poética; 
dándonos licencia la hemos puesto en forma de verso.


A Rufino Blanco-Fombona


La palabra de Darío
la volverás a encontrar                
cuando las ondas del río
sean las ondas del mar.             

(París, 1904)

Versito dedicado a Blanco Fombona con ocasión de una discusión.


Anatilde…


Anatilde
Muy humilde 
Solicito tu perdón. 
Y mis rimas 
A esos climas
Lleve el pájaro Ilusión.

(París, 1904)


Ganivet


Para Navarro Ledesma.

¡Ganivet! ¡Ganivet! ¡Hamlet tan cervantino!
Hijodalgo divino
que haces, melificando al Cid, un Don Quijote
que traspasa los siglos y resulta hoy un brote
secular en un árbol de futuros mayores...
(Calavera ceñida de corona de flores,
¡alás!, que no me atrevo a tomar en mi mano,
pues es su peso enorme, soberano.)
Risueño, enamorado de cosas imposibles,
y mistificador de las cosas sensibles
hasta el punto de ser verdugo de ti mismo...
Nada como mirarte
a la luz de la luna del arte,
deshojando tu alma al borde del abismo.

   ¡Oh Ganivet,
falto de fe,
lleno de amor
y de dolor!
Buzo, buscas, por fin, la misteriosa perla.
¿La has encontrado? Acaso...
En el mar de la aurora puedes ir a cogerla
o en el mar del ocaso;
y no será la misma que en tus ensueños vías,
pues tras tu muerte dura
transmutaste en gloriosas armonías
las pobres ansias de la tierra obscura.

   ¡Ay! Psiquis herida se queja.
Ganivet, recibe la vieja
salutación: Ave! ¡Vuela!
¡Gira, español maravilloso!
Mientras otros llevan el oso
de su pasado pensamiento,
tu palabra alígera gira
como al compás de flauta y lira.
Y el órgano del sentimiento,
o, mejor dicho, el organillo,
nos brindará su son, tan sabroso y sencillo...

   Hidalgo, esta oración viene del alma mía.
Por razón, por verdad, y porque de tu fría
memoria se ha acercado a mí más de un suspiro,
mi corazón exprimo así; porque te admiro,
y te amo, y te digo que Shakespeare te saluda,
y ante el río siniestro está mi alma desnuda.
Veo el río
negro y frío;
y ante tu cuerpo que se hunde
y mi razón que se confunde,
hay un estremecimiento
en el cielo, en la tierra y en el viento.
Y mi alma que tiembla, dice a todas las cosas:
–Ese era un grande caballero entre las rosas
de fragantes alientos:
despertaba libélulas, cazaba mariposas,
y tornaba a ser fuerte torre de pensamientos.

   ¡Oh Dios, en Quien él no creía!
He comprendido, ¡oh Dios!, que cuando sueño
me das el agua de la sed,
el pan del hambre en el mundo pequeño
y en el dolor tu divina merced:
que juntas grandeza y cariño.
Aquella inmensa alma de niño
mordida por los dientes de la adversa fortuna,
que se lanzó en la sombra, enferma de la nada,
encontró en tu justicia una celeste cuna
y tu Misericordia le dio dulce almohada.

   ¿Fue la trágica y vasta comprensión de Lucrecio?
¿Fue el augusto desprecio
de nuestra miserable carne perecedera
que él amó en Venus y besó en la primavera?
¡Pío Cid, Pío Cid! El cisne wagneriano
te ha mirado caer como a Luis de Baviera
(alma ofelial también, corazón hamletiano).
¡Y tu espíritu puro, desde el cristal del río
lleno de brumas y visiones,
ascendió a la Verdad, póstumo amigo mío,
con el ascendimiento de las constelaciones!

(Budapest, mayo 1904)

****************************************


1905

Febrero Viaja a Madrid como miembro de la Comisión de limites de Nicaragua.
Febrero 18 Está en Ciudad Real.
Marzo 28 Sesión solemne del Ateneo de Madrid. Lectura de “Salutación del Optimista” que hizo él mismo.
Mayo 13 “Letanía de Nuestro Señor don Quijote” como participación suya en la celebración del III Centenario de la publicación de El Quijote, leída por Ricardo Calvo hijo, en el Ateneo de Madrid.
Mayo 15 “Helios”, leído por G. Martínez Sierra en el Paraninfo universitario, en el acto de homenaje a Cervantes.
Junio 10 Muere en Navalsaúz Rubén Darío Sánchez, Phocás el campesino.
Junio En la última semana aparece Cantos de Vida y Esperanza Los Cisnes y Otros Poemas. Dedicatoria: “A Nicaragua, A la República Argentina”. Tip. de la Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos. Madrid.
Agosto Veranea en San Esteban de Pravia, Asturias, con Francisca y su hermana María.


Vargas Vila


Vargas Vila, señor de reyes y leones,
callado y solitario recorre las ciudades;
y ninguno alimenta rebaños de ilusiones
como este luminoso Pastor de Tempestades.

(Madrid, 1905)


Joseph Gustave Moreau


Visionario divino,
Joseph Gustave Moreau,
pintor de ensueños de oro y de diamante fino,
de perfección enfermo, de perfección murió:

   Tengo este haz de sus luces para Eduardo Schiaffino
con corazón y mente se los ofrezco yo.

(París, 1905)


Chapelgorri


Maravilloso champiñón decorativo,
que floreciste tantas funciones sanguinarias
en las luchas carlistas, y que por ser tan varias
tus formas, te conviertes en tiara del esquivo;

   hacia adelante, o hacia atrás, casco, aureola,
ya redondez de hongo, o arista de peñasco,
al ponerte en mi testa, me siento un poco vasco,
ya Iparraguirre, o bien Unamuno, o Loyola.

(Madrid, 1905)


Estrofas manuscritas en el libro
Caprichos de Manuel Machado


I

       Pierrot y Arlequín

Machado: Pierrot y Arlequín 
Mirándose sin
rencores
pusiéronse a hablar 
de amores.
Y dijo Pierrot:
–¿Qué buscas tú? 
–Yo
¡Placeres!
–Entonces, no más 
disputas por las mujeres.
Y sepa yo al fin
Tu novia, Arlequín... 
–Ninguna. 
Mas dime a tu vez 
la tuya. –Pardiez... 
¡la luna!

Darío: La luna rió
No dijo que sí.
–¿Estabas tú allí? 
–¿Yo? No.

                            II

                Florencia

Darío: Pobre muchacho,
casi nonnata conciencia, 
aunque libertino y borracho 
se arropa en el ropón de su 
eminencia.

                           III 

                    Rosa

Darío: Yo he probado la menta 
de naranja sangrienta, 
de rosa y flor de lis, 
de crema, de granada, 
de leche merengada, 
de angélica, de anís, 
y de conchas marinas, 
y de canelas finas, 
y el sabor singular 
que se debe callar. 
Y que en Eleusis fue 
de iniciación. ¿Por qué 
cayó por Salomé 
la cabeza de Juan? 
Por un dulce olibán 
dado en una pastilla.

                            IV

Alcohol
Machado: Claro nombre mortal como el pecado
y la herida del corazón, 
agua de perdición, 
nombre de demonio. 
Delicia insana. 
Mal placer...

Alcohol
Mentira, química, muerte. 
Falso, fuerte,
dicha fea... 
¡Maldita sea!

Darío: Y, no obstante,
es diamante diabólico y sublime.
El es, tal vez, la manzana
del árbol del bien y del mal.
Algo de Dios para la raza humana 
dulce sabor de su vino inmortal. 
Mas la divina princesa 
que crea, besa,
mesa,
embelesa.
A menos que me hiera la muerte
perdurable.
Después de todo es el hombre tan
miserable...

_____________________
            In memoriam 

A Navarro Ledesma


He aquí lo que fue: Claro, profundo, franco.
Su pensar singular brotó del papel blanco
cual una fuente de vigor y de dulzura,
y se transparentaba en su alma toda pura.

Yo no escuché jamás palabra tan humana
y que fuese en mi sangre y mi pensar mi hermana.
Era bueno. Era puro. Era lo que hay que ser
cuando se trae en el hombro la piedra del deber.

Y él la supo llevar esa piedra de hierro,
viendo hacia arriba al águila y hacia sus pies el perro.
¡Oh amigo! Sé en lo hondo del infinito ahora
como eras en el triste imperio de las horas,
todo lleno de angustia y de dolor y duelo.
Perpetúate en ritmo, en canto, en verso y vuelo.

(El Imparcial, Madrid 22 de septiembre, 1905)


Para mi dulce Alice*


Blanco y perfumado lirio,
Con albores crespusculares,
Y venturas que mitigan pesares
Es, Alice, tu alma.

Por eso yo en mi delirio
Pienso en ti, recuerdo tu hermosura
Y al mirarte con pasión, siento dulzura 
Amor y calma.

(26 de octubre, 1905) 

*Fue dedicado a la costarricense Alice Ulloa a petición de Bolaños.

*************************************


1906

Enero 19 Muere el general Bartolomé Mitre. Rubén escribe la “Oda a Mitre” que publica la Imprimérie A. Eyméoud, París.
Sin Fecha Opiniones. “Al Dr. Fernando Sánchez, dedica este libro Rubén Darío”. Librería de Fernando Fe. Madrid.
Mayo 23 Nombrado secretario de la Delegación de Nicaragua en la Tercera Conferencia Panamericana.
Junio ¿29? Se embarca en el Cherburgo.
Julio 3 Llega a Lisboa donde se junta con Luis F. Corea, jefe de la Delegación nicaragüense, y se embarcan en el transatlántico América.
Julio 14 Llega a Río Janeiro.
Julio 23 Inauguración de la Conferencia Panamericana.
Julio 28 “Salutación al Águila”, leída en una recepción en honor a Elihu Root.
Agosto 13 Se embarca para Buenos Aires.
Agosto 19 Llega a Buenos Aires.
Agosto 22 Banquete de La Nación en su honor.
Agosto 30 La Nación, Buenos Aires, publica “Salutación al Águila”.
Agosto 31 Se embarca en el Magdalena para Europa.
Septiembre En París.
Octubre A fines del mes viaja a Mallorca con su familia y habita la Villa El Terreno, en Valldemosa.
Octubre El Ministro Medina embarga sus sueldos, por gestión de Rosario Murillo. Escribe “La Isla de Oro”: “Epístola a la señora Lugones” y otros poemas.


Canción de la noche en el mar


¿Qué barco viene allá?
¿Es un farol o es una estrella?
¿Qué barco viene allá?
¡Es tina linterna tan bella...
y no se sabe adónde va!

¡Es Venus, es Venus la bella!
¿Es un alma o es una estrella?
¿Qué barco viene allá?
Es una linterna tan bella...
¡y no se sabe adónde irá!

¡Es Venus, es Venus, es Ella!
Es un fanal y es una estrella
que nos indica el más allá,
y que el Amor sublime sella,
y es tan misteriosa y tan bella,
que en la noche deja su huella
¡y no se sabe adónde va!

       (Océano Atlántico, 1906)


Souvenir


Va la vela blanca 
bajo el cielo azul
y en el mar amante 
de mi mente, tú.

Sople buena brisa brille 
alegre el sol y que digan 
aguas y cielos: ¡Amor!

            (1906)


Al partir Mayorga Rivas


Román, ya te vas al pensil
de Centro-América, al edén
que yo, desde aquí, del Brasil,
contemplo cual perdido bien.

   Te llevas de mi corazón
un gran pedazo. Es la verdad.
¿Qué haría yo sin Juan Ramón,
parte de nuestra trinidad?

   Las sirenas tras de tu nave
irán, sin canto seductor,
embelesadas por el suave
cántico tuyo, ¡oh gran cantor!

   El marino viento, asaz blando,
a tu hermosa estrella muy fiel,
en torno suyo irá soplando
ósculos sobre tu laurel.

   ¡El gran, ronco, océano sonoro
sonará, por ti, son triunfal;
por ti, poeta de arpa de oro
y de melodioso cristal!

   Con cenefas blancas de espuma
orlando la onda de azul agua,
te ofrecerá la visión suma
del bicolor de Nicaragua.

   Y entonces, cuando el soberano
patrio recuerdo en tu alma aliente,
también recuerda a éste tu hermano
en el corazón y en la mente.

Pensativo, dígome: ¿acaso
aquestos dos hermanos fieles
dormirán en su eterno ocaso
allá, bajo patrios laureles?

   ¡Dios lo sabe! El guarda la llama
del porvenir muy escondida...
Mientras tanto, amemos la fama,
porque es de los dos la querida.

   La que sobre todas las cosas
de este mundo, torpes y crueles,
bríndanos del placer las rosas
y de la victoria laureles.

   Pero tú olvidas sus favores,
y quizá has hecho lo mejor,
haciendo amor de tus amores
a tu dulce esposa Leonor.

   Yo debo seguir mi camino...
De mi destino voy en pos,
entre sombra y luz, peregrino
por secreto impulso de Dios.

(Río de Janeiro, julio, 1906)


Para encontrarte, mi bien amada…


Para encontrarte, mi bien amada 
Cuánto camino tuve que hacer...

Pasé montañas y valladares, 
valdeé los ríos, crucé los mares; 
vi tantas veces amanecer,
siempre a la espera de la alborada 
azul y blanca de tu mirada.

Para encontrarte, mi bien amada, 
cuánto camino tuve que hacer.

(Río de Janeiro, 1906)


Ante un retrato de Leoncita Mayorga Rivas


Sultancita: mientras vivas,
sea tu dicha profusa;
y que te ampare la musa
de Román Mayorga Rivas.

   Es de tu madre la gracia
y la hermosura que tienes;
y entre frescas palmas vienes,
rosa de la aristocracia.

   Sé Sultana siempre. Osa
a ser siempre la más bella,
pues eres Sultana-estrella
cuando eres botón de rosa.

(Río de Janeiro, 1906)


A Machado de Assis


Dulce anciano que vi, en su Brasil de fuego
y de vida y de amor, todo modestia y gracia.
Moreno que de la India tuvo su aristocracia;
aspecto mandarino, lengua de sabio griego.

   Acepta este recuerdo de quien oyó una tarde
en tu divino Río tu palabra salubre,
dando al orgullo todos los harapos en que arde,
y a la envidia ruin lo que apenas la cubre.

(Río de Janeiro, 1906)


A Ricardo Rojas


Al excelso poeta que dedicó el Destino
a decir la palabra postrera de mi sino,
y si no la postrera, la que vibre en seguida
del instante más alto y enorme de mi vida.

   Y a quien, sabiendo ser intérprete supremo
de los rayos del Sol en que mi mirra quemo,
me ha ofrecido, en su verbo vibrante y misterioso,
sus revuelos de cóndor, su aliento de coloso.

(Buenos Aires, 1906)


En un día Patrio


Hoy por mi país natal
rimo estos versos, señores,
a aquel diamante entre flores
de la América Central;
por la bandera triunfal
que ya las sombras destierra;
por el que en paz como en guerra
es fuerza, guía, atalaya:
¡por José Santos Zelaya,
reformador de mi tierra!

(A bordo del “Magdalena”, 21, Septiembre, 1906) 


En esta tarde de ópalo…


En esta tarde de ópalo hay un divino aroma,
y el agua dulce y fina me dice que he de volver
a mirar esta costa con su magia marina
y las piedras que cantan en el castillo de Bellver.

(Mallorca, octubre, 1906)


Unos viejos guerreros, muy altaneros…


Unos viejos guerreros, muy altaneros, 
de rostros muy fieros 
trajeron un tul. Un tul que guardo 
con bolas de nafta
y esencia de rosas, tenía doblado 
en un guardarropa 
la ilustre princesa de allende los 
mares, la hija del vencido Rey.

Lo hiló muy despacio, paciente y callado, 
un viejo donado de monjas rabiosas. 
En aquella obra empleó tres cosas 
el viejo ladino. Hojas de cochino, 
corteza de pino y un sabañón.

¡Qué tul tan soberbio!, tres gramos pesaba 
y al desdoblarlo la tierra cubría; 
era nube errante al ponerse el Sol, 
era nube errante al venir el día
azul en los cielos, azul en el monte lejano, 
rayo luminoso, reflejo asombroso 
en la onda del mar.

Y con todo esto tres gramos pesaba. 
El viejo donado lo dio a la princesa. 
Botín de victoria, los viejos guerreros 
a un fuerte acudieron a vender el tul 
y otras dos princesas muy altas y
airosas
para uso externo compraron la prenda 
que ostentan soberbios en giros 
flotantes y vagos,
con sendos zapatos de paño 
forrados.

(Palma de Mallorca, 1906)


Pájaros de las islas...


Pájaros de las islas: en vuestra concurrencia
hay una voluntad,
hay un arte secreto y una divina ciencia,
gracia de eternidad.

   Vuestras evoluciones, academia expresiva,
signos sobre el azur,
riegan a Oriente ensueño, a Occidente ansia viva,
paz a Norte y a Sur.

   La gloria de las rosas y el candor de los lirios
a vuestros ojos son,
y a vuestras alas líricas son las brisas de Ulises,
los vientos de Jasón:

   Almas dulces y herméticas que al eterno problema
sois, en cifra veloz,
lo mismo que la roca, el huracán, la gema,
el iris y la voz.

   Pájaros de las islas, ¡oh pájaros marinos!,
vuestros revuelos, con
ser dicha de mis ojos, son problemas divinos
de mi meditación.

   Y con las alas puras de mi deseo abiertas
hacia la inmensidad,
imito vuestros giros en busca de las puertas
de la única Verdad.

(Mallorca, octubre, 1906)


***************************************


1907

Marzo 2 Banquete en su honor de los escritores mallorquinos. Cae gravemente enfermo.
Abril Está en París salvo, y se enfrenta con la situación creada por Rosario Murillo.
Agosto Veranea en Brest con Francisca.
Septiembre. Viajan a Bruselas.
Octubre 2 Nace el segundo Rubén Darío Sánchez.
Este año y antes de salir para Nicaragua, publica Parisiana. Editorial Fernando Fe, Madrid. Prosas Profanas, 3ra edición, Garnier Hnos., París. Cantos de Vida y Esperanza, Los Cisnes y Otros Poemas. 2da edición. F. Granada y Co Editores” Barcelona.
Azul…, 6ta edic. F. Granada y Co. Editores, Barcelona. El Canto Errante. M. Pérez Villavicencio, Editor. Madrid.
Octubre 24 Sale de París para El Havre.
Octubre 26 Se embarca en el buque La Provence, en el Havre. Darío viaja a Nicaragua.
Noviembre Al promediar la primera semana llega a Nueva York.
Noviembre Panamá. Se embarca en el vapor San José.
Noviembre 23 Desembarca en Corinto, Nicaragua. El mismo día llega a León y Managua.
Diciembre 6 Homenaje en Masaya.
Diciembre 7 Gira de Homenaje a Diriamba y Saratoga.
Diciembre 15 Jubiloso recibimiento en León.
Diciembre 1 Banquetes: del personal de la revista Alba; 19, en casa de Joaquín Sansón; 20 en casa de Francisco Castro; 21, en casa de Luis H. Debayle; 22, en casa de Santiago Argüello.
Diciembre 21 Nómbrasele Ministro de Nicaragua en Madrid.
Diciembre 22 “Discurso de Rubén Darío que será leído en la velada lírico literaria con que le obsequiará la sociedad leonesa el 22 del corriente. Tip. La Patria. Dic. de 1907”. (Folleto).
Diciembre 22 Gran velada en su honor en el Teatro Municipal.
“El retorno a la Patria”. “A la juventud intelectual de Nicaragua”.
La Patria (Revista). N. ºs 8 y 9. León, 31 de diciembre de 1907 y 15 de enero de 1908.
Diciembre 29 Recepción como miembro honorario de la Academia de Bellas Letras de León.


Va cavando con paciencia…


Va cavando con paciencia
El minero cerebral,
Llena está de fe y de ciencia 
La conciencia de Cajal.

De la mina en lo profundo
Nos atrae, pero nos
Da una inmensa hambre de mundo 
Y una inmensa sed de Dios.

Ese sabio es un poeta. 
Va con Psiquis la fatal. 
No le rompa la piqueta 
Las dos alas de cristal.

Gran cuidado, buen obrero, 
Gran cuidado en la labor: 
Si hallas luces, gloria; pero 
No dar sombras es mejor.

Cada cual lleva en sí mismo 
La honda mina de Cajal. 
Mas al lado está el abismo, 
El abismo de Pascal.

Canto al sabio, si me inspira 
Que mis sueños verdad son: 
Que en el mundo de la 
Lira La verdad es la Ilusión.

(Palma de Mallorca, Marzo, 1907)


La caridad


¡Dad al pobre, dad al pobre
paz, consuelo, alivio, pan!
¡Que recobre
la esperanza y la alegría
con la ayuda que le dan!

   A las manos bondadosas
desde el cielo Dios envía
el perfume de las rosas
de la eterna Alejandría.

   Dad limosna al que se agita
por cruel miseria opreso;
¡a la triste cieguecita,
dadle un beso!

   Damas bellas y adorables
que vivís entre esplendores:
a las niñas miserables
dadles pan y dadles flores.

   Bondadosas y discretas,
dad un beso al pobre niño.
¡Dios bendiga,
Dios bendiga las violetas
que se arrancan del corpiño
para darse a la mendiga!

   Si a los tristes dais consuelo,
sensitivos corazones,
¡tendréis alas en el cielo
y en la tierra bendiciones!

(Palma de Mallorca, 1907)


Soneto IV


A la flor, al silencio
y al amante…
se deben, los amores
de este mundo,
nada cambia sin embargo
al fatal abrazo
 de la muerte!!

(16 de Marzo, 1907)


Fiax lux


Fiat lux*

Cuando en la noche
Ilumina Selene
completa luz
veo en tu tiara de espina
la corona de tu cruz!

Dios mío! Pon de rodillas a todos!
Doblales sobre los codos!
Qué maravilla, 
fiat lux!

(París, mayo, 1907)

* Hay otra versión muy similar de este poema. Nos atuvimos al original el cual existe en biblioteca privada.

Cantares


Si el Cantar de los Cantares
nos da un mensaje profundo,
la inspiración me conceda 
superar tal canto excelso, 
poder heredar al mundo 
una obra que supere todo 
cuanto ha conocido, escuchado, 
disfrutado. Así, voluntad 
divina que riges los Universos, 
sean para ti esos versos, 
todo un hermoso homenaje, 
de lágrimas adornado, 
y rubricado de Amor!

(París, 1907)


En El Luxembourg


Luxembourg otoñal de un día melancólico...
Los árboles dorados envuelve la hoja gris;
a Galatea blanca y al Cíclope bucólico
duplica en sus cristales la fuente Medicís.

   Este rincón de ensueños en el jardín divino,
propicio a las caricias como a las gracias es,
uniendo, a los encantos del gusto florentino,
como un ambiente griego y un decoro francés.

   Se escuchan risas cerca de los peces purpúreos;
hay parterres con un diamante en cada flor;
hay cortesanas fáciles para los epicúreos,
y celdas verdes para religiosos de amor.

   Ante los simulacros de la reina de Francia,
la fillete de lis y rosa muestra sus
piernas; y los bebés su dulzura de infancia,
ya de niño Cupido, ya de niño, Jesús.

   Meditabundos viejos descansan en los bancos;
de migas y sonrisas una bella hace don,
generosa de rubios rizos y brazos blancos:
la sonrisa al poeta y la miga al gorrión.

   Aquí su amable gozo vierte el «país Latino»;
se oye un eco de Italia o una frase en inglés;
al amor ruso mezcla su ácido el amor chino,
y el beso parisiense se junta al japonés.

   Suena un che o un all right, un ja o un kalimera,
un cumplimiento turco o un piropo español.
Es otoño y los niños están en primavera
al son del arpa que melodiza el Guignol.

   Más allá el organillo diluye su armonía,
mientras los caballeros liliputienses van
domando, en torbellino de veloz alegría,
los caballos de palo que amó el Pauvre Lelian.

   Los poetas de mármol, entre efluvios y aromas,
perpetúan el sueño de un Olimpo inmortal;
no lejos pasa el vuelo de un coro de palomas
y el surtidor erige su pluma de cristal.

   Adorable jardín que una reina italiana,
adorada por Francia con sus flores de lis,
llenó de hechizo eclógico y de virtud pagana,
para adornar el dulce regazo de París.

(Octubre, 1907)


La vida y la muerte


¿Quién nos brinda la urna henchida?
¿Quién nos da la estrella encendida?
¿Quién le da su sangre al Panida?
La Vida.

   ¿Quién la copa fragante vierte?
¿Quién detiene el paso a la suerte?
¿Quién a la Esperanza pervierte?
La Muerte.

La fecha fue tomada de edición de Aguilar, sin embargo en las Obras Completas de Darío, Vol.1, publicadas por su hijo Rubén Darío Sánchez en 1921, figura entre los poemas que R.D. escribió a los 14 años (1881). Fue  la primera colaboración de Darío a la revista “Magazine” que él dirigía. La tituló Dos estrofas.

--------------------------------
HOMENAJES

A Manuel Maldonado


Después de oír un discurso de este orador nicaragüense, 
el 24 de noviembre de 1907.

Manuel: el resplandor de tu palabra
ha iluminado la montaña obscura
en donde, hace ya tiempo, mi figura
vaga entre el cisne, el sátiro y la cabra.

  Sea arado de oro aquel que abra
el surco en la divina agricultura,
y que pueda extraer de tierra impura
el mármol blanco que el artista labra.

   Y puesto que eres lengua de mi tierra,
la cual se agita con rumor de palma,
y es tu cráneo depósito que encierra

   ese gran fluido propulsor de tu alma,
¡sé como Castelar, cuyo rotundo
verbo aumentó la rotación del mundo!

Acróstico a José Santos Zelaya


Señora Doña Blanca Coussin de Zelaya:
Los poetas solemos hacer acrósticos Yo he querido que el que yo le ofrezca a usted a mi llegada a Nicaragua, sea un acróstico lapidario, que conserve continuamente las letras que forman el nombre que es al mismo tiempo la felicidad de su hogar y la dicha de nuestro país.

La J es el Jacinto
La S es la sardonie 
La A es la amatista
La N es la nefrita 
La T es el topacio
La O es el ópalo
La S es la sardonix

La Z es el Zafiro
La E es la esmeralda
La L es el lapislázuli
La A es la aguamarina
La Y es el ymán
La A es la amatista.

Quede este modestísimo recuerdo como si fuera una poesía materializada; que no otra cosa podrá ofrecer a la que es en verdad reina de mi tierra.

Rubén Darío

(Domingo 24 de Noviembre, 1907)


Confesión*


Buen amigo cordial,
a ti es a quien dirijo 
mi confesión mental. 
Adoro el crucifijo 
desde mi Nicaragua 
natal. Creo en el agua 
lustral. He estado en Roma; 
vecina de Sodoma 
y Segor. Domicilio: 
París. Me reconcilio 
a veces con un fraile 
de teología y baile. 
Amo la España extraña 
para hoy, es decir, 
la España del sentir 
decidido y cruel. 
La que mató al infiel, 
la que quemó al judío... 
(habiendo algún Darío, 
según he sospechado, 
nieto de renegado) 
Leo viejos autores; 
gusto de frescas flores; 
me regocija el vino 
y todo lo divino.

Cuando voy a Madrid
estoy lleno del Cid; 
cuando estoy en París 
amo la flor de lis.
Y aquí y en todas partes 
amo todas las artes. 
Tengo muchos cuidados 
con los hombres honrados. 
Mis peanas entono 
a Apolo sauróctono
por ser un dios raro. 
En soledad me amparo 
de la vulgar ofrenda. 
Vivo solo en mi tienda. 
En los pecados diestro, 
rezo mi padrenuestro 
cotidiano, de modo 
que al cielo no incomodo. 
Con san Buenaventura 
mi paganismo augura 
premio. Y en él se fía. 
Lo afirma la homilía. 
En mi literatura
la gente se figura
que hay cosas tenebrosas.

Hay miel, hay sangre, hay rosas. 
Soy un hombre sencillo. 
Yo me abrumo y me humillo 
ante una coccinela 
que sobre un ramo vuela. 
Amo a Shakespeare. 
Y amo a Berceo y reclamo 
mi Góngora a las veces. 
Huyo de los cipreses, 
pues soy hombre de lirios. 
Expongo mis martirios 
en rimas agradables. 
Tengo mis miserables.
Soñando me deleito
en mis tristezas. Pleito 
pongo a las horas por-
que nos llevan al horror 
del morir. Y es la sola 
cosa que me desola 
con pensar y sentir, 
el morir...! el morir!

(1907)?

*Poema retirado por Darío y que iba a ser incluido en El Canto Errante.


Gratitud a Masaya


Por doquiera donde vaya,
el recuerdo irá conmigo
del corazón de Masaya,
tan hidalgo y tan amigo.

   Son retorno y despedida
juntos en este momento;
mas de Masaya florida
el nombre en mi pensamiento
irá por toda la vida.

   A esta región hechicera
no quiero decir adiós.
¡Que la vea antes que muera,
que esté siempre en primavera
y que la bendiga Dios!

(7 de diciembre, 1907)


A Dios


Yo bien sé que tu fe me ayuda como un báculo, 
y sé que la esperanza tiene un ancla de oro, 
y que el amor-custodia brilla en tu tabernáculo 
y por eso te ruego a veces, y oro, y lloro.

Mas el don que diste de comprender me abruma. 
Es una lamparilla para noche tan vasta
como es nuestra existencia de tiniebla y de bruma. 
En veces he mordido dudas candentes, y hasta 
he sentido, Señor, el pavor de tu ausencia.

La culpa ha sido del misterioso destino
que hizo gustar al hombre la fruta de la ciencia, 
cuya pulpa estaba hecha de veneno divino.

(1907)

Toast 


Esta casa de gracia y de gloria me augura
en tan dulces momentos, que son de Epifanía, 
como el amanecer de un encantado día 
que iniciase las horas de una dicha futura.

Aquí un verbo ha brotado que anima
y que perdura;
aquí se ha consagrado a la eterna Armonía, 
por las rosas de idea que han dado al alma mía, 
en sus pétalos frescos, la fragancia más pura.

Suaves reminiscencias de los primeros años
me brindaron consueles en países extraños:
y hoy sé, por el destino prodigioso y fatal,
que si es amarga y dura la sal de que habla el Dante, 
no hay miel tan deleitosa, tan finay tan fragante 
como la miel divina de la tierra natal.


Para Casimira 


El oro de la lira,
y la flores de lis
que junten la fragancia
de Nicaragua y Francia
por du adorado Luis.

Para Fidelina


Diamantina,
dulce y fina,
oye la
nota inquieta
que interpreta
el poeta
que se va

Clelia Sol


Iba a partir la luminosa barca,
galera de oro y marfil. Y cuando
llegué a la orilla del sonoro puerto,
era ya tarde.

   Iba a nacer la estrella matutina,
iba a ser mío su esplendor soberbio,
mas cuando fui para gozar su imperio,
era ya tarde.

   Iba a pasar la caravana mágica
con la reina de Saba. En el camino,
al llegar mi corcel y mi camello,
era ya tarde.

   Mas para ornar tu paso de armonía
y deshojar ante tus pies mis rosas,
y para dar mi canto a tu belleza,
no será tarde.

   Recuerda, pues, el homenaje lírico
a tanto encanto y tanto hechizo dulce,
cuando el poeta derramó su esencia
ante Belkis que pasa.

(A bordo del “San José”, noviembre, 1907)


A Guillermo Andreve


Andreve, el alma que se dulcifica
con el contacto de las cosas bellas,
tiene una suave irradiación de estrellas
y un don de sol que todo mugnifica.

   La idea alumbra y la palabra explica
lo que al pensar dan las Nueve Doncellas;
se anuncia amor y se borran querellas
si Eros levanta cátedra y explica.

   Amor y Sol y Amor y Sol. ¡Que al viento
den la ilusión para la dicha humana,
pues al viento van verbo y pensamiento!

   Y luz y vida para el alma hermana
que hace brotar mi puro sentimiento
por noble, pura, consecuente y sana.

(Panamá, Nov. 15 de 1907)


Del mar quisiera, señora…


Del mar quisiera, Señora, 
Sacar para vos, ahora, 
Ritmo, verso y expresión. 
Del mar sale en luz la aurora 
Y Venus en ilusión.

Un buen tritón me daría 
Algo de azul melodía 
Sobre las ondas del mar; 
Y alguna amable sirena 
Me diera una estrofa llena 
De la virtud del soñar.

Amé en vuestra patria amor. 
La amistad me dio su flor 
Como la gloria su manto; 
Y hoy se junta en mi canto 
Salvador y Salvador.

En vos la Gracia se admira 
Y por voluntad que inspira 
La facultad de cantar: 
Hoy hace vibrar la 
Lira Sobre el hechizo del mar.

(A bordo del “San José”; 20 de noviembre, 1907)


Ola que eres del vago viento…


Ola que eres del vago viento 
y eres del mar, 
va como tú mi pensamiento 
y mi soñar.

Eres tú lo que siempre espero 
y que se atrasa, 
siendo la líquida bandera 
para Thalasa.

(Océano Atlántico, 1907)


Saco a la misteriosa rosa…


Saco a la misteriosa rosa 
do ha tiempo yace.
Y es la décima-tercia cosa 
que Hércules hace.

Luna dulce rielas, 
te pierdes monte.
Mas hay mil blancas velas 
al horizonte.

Mi barca un sol de oro 
lleva en la popa 
y en la grupa del toro 
diviso Europa.

(Océano Atlántico, 1907)


Montañas de hombres que alzen…


Montañas de hombres que alzen 
los hombres fuertes
no harán mejores a quien calzen 
reyes de muertes.

No entiendo el tiempo de empresas 
ni de laureles:
Amor y gloria hubo en las Tiros 
y en las Babeles.

(Océano Atlántico, 1917)


Mis versos ahora florecen…*


Mis versos ahora florecen 
entre las brumas
y cual las gaviotas 
se mecen en las espumas.

Y ya comprendiendo su vuelo 
van a soñar,
sabiendo que hay arriba el cielo 
y abajo el mar.

Peregrina y sublime nota 
de amor y de paz
que sólo saben la gaviota 
y el alcatraz.

Alcatraz que cantó el divino
y dulce ser
a quien el nombre dio el destino 
de Baudelaire.

Poetas que fuistéis alguna 
vez sobre el mar
y que os pusistéis a la luna 
a suspirar:

Mientras el sol lanza al abismo 
líricos potros,
vosotros vibráis en mí mismo. 
Yo soy vosotros.

Si no os trajese yo la aurora, 
fanal del día.
Si no fuese vuestra alma ahora 
yo moriría.

Y si a Pan en sus siete cañas 
no oyese hervir, 
no sentiría en mis entrañas 
el porvenir.

(1907)?

* Lo que se indica en cursiva y formando una sola estrofa figuran en “Poesías Completas” de la edición de “Aguilar 1967”.  


Y cuando en el abismo de mi alma me despeño…


Y cuando en el abismo de mi alma me despeño 
–Prometeo de mi alma y buitre de un sueño–
muriendo de mi vida, viviendo de mis días.

(1908)?


Dedicando un retrato


Por la dama que da las flores de la vida
al compañero que es por ella consagrado,
estos versos de paz y esta estrofa florida
deja Rubén Darío a Manuel Maldonado.

(Managua, 1907)


Una flor a Argüello


«El Señor de la Victoria 
por fin a su Patria llega; 
más tarde dirá la Historia 
que él dejó a su Patria ciega
con el fulgor de su gloria».
Santiago Argüello.

Ninguna frase mejor
que la que ahora interpreta
el que es su mejor poeta,
lleno de gloria y de honor.

(León, 17 de diciembre, 1907)


Epístola

A mi amigo Luis H. Debayle

En el Renacimiento italiano yo vi
alguien que me quería y que era igual a ti;
tenía tu mirada, tu palabra, tu gesto
y tu don de encantar... Aplico, por supuesto,
este decir galante a la galantería
que adornaste en tu casa para la gloria mía.

   Sabía yo quién eras desde lejos, ¡oh Luis!
Ya había conversado con tus flores de lis,
de asuntos de pureza, de bondad, de fragancia;
en fin, eran tus cosas como cosas de Francia.
Te vi soberbio, fuerte, conquistador, profundo,
y como si tú fueras Emperador del mundo.
Pero también te vi víctima de tu tierra,
lleno el triunfo de envidia, y la vida de guerra.
Me parece imposible el haberte previsto
en una forma distinta de Jesu-Cristo,
por la bondad eterna de aquel buen Nazareno
que murió de ser Dios, de ser dulce y ser bueno.

   Yo, que soy el enfermo de amor y de armonía
quisiera ser acaso lo que Dios mismo es,
para, en omnipotentes y eternas melodías,
al coronar tu frente, acariciar tus días.

(Nicaragua, diciembre, 1907)


En memoria de Jerónio Ossa


Vuelvo, Jerónimo, por tu terruño
(Don Juan, don Pedro, don Luis, don Nuño 
son nombres próceres; contigo van). 
Pasará el tiempo, pasará el hombre, 
Pero grabado será tu nombre 
En los cimientos que quedarán.

(Panamá, 8 de noviembre, 1907)
----------------------------------------------------

Félix Rubén García Sarmiento muere en la ciudad de León6 de febrero de 1916

Anterior: Poesía dispersa de Rubén Darío (1887-1892)


2 comentarios:

  1. QUE TESORO STAS COMPARTINEDO, GRACIAS..... Noel Bermudez Espinosa

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Gracias a usted por visitar este espacio.

      Borrar

Gracias por sus comentarios. Recuerde ante todo ser cortés y educado.

Entradas populares