El acierto de la victoria



El Acierto de la Victoria: Batallas en el Frente Sur Benjamín Zeledón Rodríguez. Es un libro testimonial sobre la Ofensiva Final en la lucha contra el somocismo para lograr La Revolución Popular en Nicaragua, escrito por Sub Comandante Carlos Fernando Duarte Tablada, que para entonces llevaba el seudónimo de“Jerónimo”. A continuación el prólogo y presentación de dicho libro:

Prólogo
Lejos del fragor de aquellos cruentos combates estaba la victoria soñada. El premio a tantos esfuerzos hechos por décadas tratando de derrocar, por medio de las armas, a una de las dictaduras más antiguas de América Latina, como era la de la familia Somoza en Nicaragua. Carlos Duarte Tablada “Jerónimo”, era uno más de los muchos nicaragüenses que soñaba con esa victoria dentro de las filas del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). Carlos se distinguió como muy pocos en las encarnizadas batallas que se libraron en esa guerra de liberación que costó miles de vidas a lo largo y ancho de la geografía del país. En su caso fue en el Frente Sur “Benjamín Zeledón”, frente de guerra donde se dieron los combates más cruentos contra el ejército de Anastasio Somoza Debayle.
El libro que tienen en sus manos es testimonio de vital importancia para quienes en el futuro deseen investigar y reconstruir esa cruenta batalla en el sur de Nicaragua a comienzos de 1979. Testimonio que se escribe y aparece casi cuatro décadas después del triunfo revolucionario del 19 de julio de 1979, visto ya por su autor con la serenidad del tiempo transcurrido y tras haber sopesado, a solas, cientos de veces, las situaciones vividas en esos últimos meses de encarnizados combates en ese frente de guerra. Tiene la gran virtud de ser contado por alguien que estuvo en las altas esferas de mando de ese frente guerrillero convertido, al final, en un frente de guerra convencional: cara a cara con el adversario luchando por posiciones estratégicas y no con el “pegar y correr” clásico de una guerrilla en movimiento.
No todos los jefes guerrilleros han hecho lo mismo que hace Duarte en este libro y es una lástima, porque son ellos los más indicados para escribir la historia de una manera más atinada, por estar al mando de los combatientes que cambiaron la historia con su arrojo. Igual podríamos decir de la contraparte de este teatro humeante: la Guardia Nacional de Nicaragua (en la que también algo han escrito sus jefes), cuyas tropas élites fueron trasladadas a combatir en el sur del país al frente guerrillero mejor entrenado y apertrechado que estaba llamado a ser, por decisión del alto mando, el que se encargaría de librar las más duras batallas contra los mejores hombres del ejército somocista, liberando así de presión al resto de los frentes de guerra del país. A la postre, fue esta una estrategia que inclinó la balanza hacia el lado guerrillero para lograr su triunfo.
Como en toda guerra, hay millares de anécdotas, combates, estrategias, nombres, lugares, etc. que no se conocen por quedar en el olvido histórico. En este libro de Duarte hay de todo eso, aunque no en grado suficiente para comprender en toda su dimensión la guerra de guerrillas, posiciones e irregular librada en el sur de Nicaragua. Mas es uno de los mejores, acaso el mejor, testimonio sobre esa gesta y escrito por alguien que vivió la ofensiva final de principio a fin. Nombres de combatientes, de jefes de columnas, de voluntarios internacionalistas, estrategias militares, sitios geográficos, etc., están plasmados en estas páginas para la historia, esperando que algún día se escriba de manera total con ayuda de otros testimonios.
Este loable esfuerzo merece ser imitado por otros comandantes guerrilleros por el bien de la historia. Y no solo me refiero a los máximos jefes del Frente Sur “Benjamín Zeledón”, que es el tema central de este testimonio, sino a otros que estuvieron en los distintos frentes de guerra en Nicaragua librando una dura batalla por alcanzar un ideal. Estoy seguro que este libro será leído con avidez por quienes gustan de la historia, pero sobre todo por los que estuvieron dentro de las filas del Frente Sur, símbolo de valentía y determinación en esos duros momentos.

Miguel Antonio Bolaños Garay
Masaya, Nicaragua.



Presentación
Dentro del contexto bélico del derrocamiento de la dictadura somocista, el Frente Sur “Benjamín Zeledón Rodríguez” tuvo una importancia estratégica, táctica y fundamental en la guerra de liberación y el Sub Comandante Carlos Duarte retrata literalmente esos momentos esenciales para el triunfo definitivo. 
El Naranjo, La Cota 155 o Miraflores, Peñas Blancas, La Calera, Sota Caballo, Sapoá, Conventillo y El Ostayo, son sitios y nombres donde se libraron las más cruentas batallas de la guerra de liberación nacional.
Duarte Tablada enriquece su testimonio con fluidez continua, destacando el resultado de la acción en su conjunto sin enfatizar en héroes absolutos, lo hace con fotografías inéditas y precisas, acompañadas de mapas que ilustran las escenas de la guerra, los cuales garantizaban en su momento cumplir a cabalidad las orientaciones dictadas por la Dirección Nacional a través del Cmte. Humberto Ortega Saavedra, quien las transmitía al Jefe de Ejército Sandinista Cmte. Edén Pastora Gómez y éste en sucesión al Jefe del Estado Mayor General del Frente Sur, Cmte. José Valdivia Hidalgo, al igual que al Cmte. Javier Pichardo Ramírez, quien alternaba el mando operativo con el Cmte. Richard Lugo Kautz y Andrés Ferrey Pernudi. 
En primera línea estaba “Jerónimo” como coordinador de las grandes y pequeñas unidades de combate, existiendo así, un completo orden descendente que siempre prevaleció en el Frente Sur, con una ofensiva en dos fases de desarrollo combativo, aun así armado de valor, coraje y anhelo, se enfrentó a un ejército pretoriano al servicio de una sola familia, con armamentos sofisticados y apoyo logístico del imperialismo norteamericano.
Cabe destacar que en la Nicaragua liberada de los años ochenta, el Sub Cmte. Carlos Duarte, fungiendo como segundo jefe de la Dirección General de la Policía Sandinista, logró crear el área de Auxilio Judicial con ayuda de otros compañeros provenientes de otros frentes de guerra.

Darwin Ramírez Tapia 
Capitán en Retiro EPS
Masaya, Nicaragua.






Carlos Fernando Duarte Tablada, nació en Octubre de 1946 en Juigalpa-Chontales (Nicaragua), hijo de un ex militar académico, de pensamiento crítico, opositor a Somoza, partícipe de los sucesos de abril de 1954 y entrenador del reconocido héroe Rigoberto López Pérez. Carlos colaboró desde muy joven en diferentes movimientos armados de la época entre ellos: el del general Ramón Raudales y para las incursiones armadas del Comandante Julio Alonzo Leclaire.

En 1960 realiza sus estudios de secundaria en Managua y continúa su colaboración en las filas del FSLN. 

En 1970, fija su residencia en Honduras y colabora de distintas formas en la guerrilla establecida en el Norte del país de la tendencia GPP.

En 1977 fue capturado y expulsado de Honduras y en el mismo año viaja hacia la república de Venezuela, donde se le concedió asilo político.

En 1978 viaja a Nicaragua y se integra al Frente Sur Benjamín Zeledón en donde se destaca como combatiente y Segundo Jefe de la columna Eduardo Contreras Escobar. En este cargo, sostuvo combates en El Disparate, El Balsamito, Verdún, Buena Vista, Orosí, y 27 combates en la Cota 155 o Miraflores. Asume la retirada militar estratégica de Miraflores pasando por el Naranjo a Puerto Soley y articula la toma de Peñas Blancas.

En su ascenso como Segundo Jefe de Operaciones y enlace con el Estado Mayor del Frente Sur, retiene y defiende el control de La Calera, Sapoá, Cabalceta y también organizó la línea de defensa en el Río Ostayo.

Después del triunfo revolucionario organizó la Brigada Gaspar García Laviana en la residencia El Retiro, del ex dictador Somoza. Posteriormente en el Ejército Popular Sandinista, ocupa el cargo en la dirección de operaciones como primer oficial de disposición combativa.

Fue trasladado a solicitud del Ministro del Interior al mismo, para reforzar el mando y ser miembro fundador de la Dirección General de la Policía Sandinista. 

Ejerció el cargo de jefe nacional de tránsito, más tarde fue nombrado jefe del área jurídica de la Dirección General Policía Sandinista. En el año 1989 es retirado de la Policía Sandinista.

En la actualidad reside en la ciudad de Masaya, dirige el Museo Arqueológico e Histórico Dr. Alejandro José Dávila Bolaños en compañía de su esposa Anabell Dávila Rodríguez.


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