Mostrando las entradas con la etiqueta tío conejo y tío coyote. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta tío conejo y tío coyote. Mostrar todas las entradas

Nuevas aventuras de Tío Conejo y Tío Coyote, cuentos tradicionales nicaragüenses

El huerto

Este era el Tío Coyote que se puso a trabajar con el tío Conejo. Se pusieron a sembrar nabos y zanahorias y no se separaban del sembradío. Llegado el tiempo de la cosecha, decidieron hacer la recolección y repartirse fraternalmente.
-¿Y cómo hacemos la división, Tío Conejo? -Se habrá fijado, Tío Coyote, que la siembra tiene dos partes: la de arriba, linda y verdecita, y la de abajo, que sepa Dios cómo está. Voy a ser con usted como siempre: ¡parejo! Tome usted la parte de arriba y yo... yo me conformo con lo de abajo.
-¡Usted sí que es un broderazo, tío Conejo. De acuerdo.
El tío Conejo se quedó, pues, con los bulbos, es decir, la parte alimenticia de los nabos y zanahorias y el tío Coyote se quedó con las hojas. Feliz, el tío Coyote puso las hojas al sol como si fuera tabaco... pero al día siguiente ya estaban secas.
-Pero si esto es paja. -dijo el tío Coyote.- Me ha engañado. Ah, pero en la próxima vez me las pagará.
Al año siguiente, los dos inseparables amigos, hicieron de nuevo una nueva siembra.
-Este año sembramos trigo. Los campesinos así lo hacen: alternan la hortaliza con el grano.
-Sí, dijo el tío Coyote. Estoy de acuerdo. Sembraron, pues, el campo de trigo. El sembradío creció maravilloso y, llegada la época establecida, el tío Coyote y el tío Conejo hicieron la siega. Extendieron las mieses y, cuando estaban secas, empezaron a batirlo El tío Conejo sólo hacía «la coca mona» y era el pobre tío Coyote el que de veras apaleaba el grano. Terminada la faena, buscaron la forma de repartirse:
-Yo soy el más pequeño, dijo el tío Conejo, y es justo que me quede con la parte más pequeña. Para ti será, pues, la paja, que es aquel montón enorme. Yo me quedaré con el grano que, como ves, es tan sólo un montoncito.
El tío Coyote, que era muy alagartado, estuvo de acuerdo y juntos se dirigieron al molino. El tío Conejo se llevó a su casa un buen saquito de harina blanca y el tío Coyote, en cambio, un amasijo grisáceo que todo parecía, menos harina.
-¿Cómo es que tú tienes una harina tan bonita y yo, en cambio, tengo ésta tan fea? -Por qué yo la he lavado, dijo el tío Conejo.
El tío Coyote, sin perder un minuto, corrió al río y arrojó al agua su harina; aguardando que se lavara con toda comodidad. Mientras esperaba, se echó bajo un árbol y se puso a dormir. Cuando una hora después se despertó, fue corriendo a la orilla del río. Pero ahí no había ni rastro de harina. Comprendió otra vez que con el tío Conejo no se puede hacer negocio.


*********************

Análisis literario de los cuentos de "Tío Conejo" y "Tío Coyote"

Los cuentos de Tío Conejo y Tío Coyote forman parte del folclore nicaragüense y centroamericano. Estas historias representan una serie de enfrentamientos cómicos entre dos personajes que simbolizan características opuestas.

Tío Conejo, a menudo es astuto, ingenioso y siempre encuentra maneras de salir airoso de las situaciones más complicadas. En contraste, Tío Coyote es fuerte pero ingenuo, cayendo frecuentemente en las trampas de Tío Conejo.

Análisis temático

  1. Astucia frente a la fuerza: Los cuentos de Tío Conejo y Tío Coyote exploran cómo la inteligencia y el ingenio prevalecen sobre la fuerza bruta. Tío Conejo representa la sabiduría popular, mientras que Tío Coyote encarna la torpeza y la falta de previsión.

  2. Desigualdad social: Estos cuentos también reflejan las diferencias de poder en la sociedad, donde los más débiles (representados por Tío Conejo) deben usar la astucia para sobrevivir frente a los más poderosos (Tío Coyote).

  3. Humor y moraleja: La estructura de los cuentos es humorística, con episodios llenos de bromas y engaños que siempre terminan con una enseñanza moral sobre la importancia de la astucia.

Resumen de cuentos

  1. El huerto de la viejita: En este cuento, Tío Coyote trata de atrapar a Tío Conejo en un huerto, pero Tío Conejo lo engaña haciéndolo caer en una serie de trampas. El huerto, lleno de hortalizas como rábanos y lechugas, se convierte en el escenario perfecto para las travesuras de Tío Conejo .

  2. El sandillal: Tío Coyote intenta robar sandías, pero Tío Conejo, ayudado por una viejita, lo engaña con éxito, haciéndolo pensar que ha conseguido su objetivo cuando en realidad ha sido burlado .