Navidad en mi vieja Managua

Escrito por: Luisa Elena Mora Vásquez.

El ambiente navideño se sentía desde el comienzo del mes de noviembre, ya que en la avenida Roosevelt y Bolívar, donde se concentraban los más grandes comercios, bancos y Edificios, sobresaliendo entre ellos el almacén Carlos Cardenal, con su escalera eléctrica. También se localizaban pequeños negocios como restaurantes, sorbeterías, barberías, etc., que desde ya paulatinamente iban adornando con motivos navideños sus locales. De igual manera en las calles y avenidas aledañas se procedían a entrar en el ambiente navideño.


Ya desde noviembre, la presencia de la gente se aumentaba, pues valía la pena caminar y caminar de Sur a Norte, de Este a Oeste o viceversa según la vía que facilitara para hacer el recorrido por las avenidas Roosevelt y Bolívar, sin dejar de recorrer calles y avenidas aledañas al perímetro comercial, sin excluir los mercados Central y San Miguel que también se llenaban de colorido para la época navideña, ofreciendo frutas nacionales y extranjeras, propias del tiempo.

Estas caminatas obedecían más bien al deseo de recreación, observando con espíritu de alegría y de entretenimiento ante los adornos instalados, reflejándose el universo de luces a colores e intermitentes, variedad de juguetes eléctricos de batería, de cuerda, de fricción o simplemente juguetes sencillos o comunes.

Era fascinante admirar artículos de mayor cuantilla que lucían grandiosos dentro de escaparates, en maniquíes, o colocados sobre el piso, sobre mesas o sitios propios para propagandizar su venta, con precios rebajados ante los posibles clientes.

Algo muy simpático era, que, al caminar sobre la avenida Roosevelt y Bolívar, desde lo que era el Teatro Gonzáles hasta la calle 15 de septiembre, sobre el tendido eléctrico de alta tensión (tendido eléctrico aéreo), se posaban desde al caer la tarde de cada día hasta el amanecer del siguiente día, gran cantidad de avecillas llamadas golondrinas, dejaban caer sus cuitas, como queriendo decir “al que le caiga el guante que se lo plante”. Para estos animalitos de Dios, no habría distinción de personas entre ricos y pobres, blancos o negros, a todos los transeúntes les era dirigido el cuitazo y con un corto vuelo y alegre canto, confirmaban el dicho anterior “al que le caiga el guante, que se lo plante”.

Característica propia del almacén Carlos Cardenal, era la concentración de un hombre, que vestido con todos los atuendos de Santa Claus, conforme lo pintan los artistas de la pintura. Animando a todos los visitantes a su almacén con saludos propios de navidad y año nuevo. Aunque este actuar de Santa Claus era dirigido especialmente para los niños, pero todos disfrutaban del espectáculo.

La calle 15 de septiembre también se engalanaba con la instalación de gran cantidad de bujillitas a colores y en muchos casos intermitentes. En la plaza de la Republica (hoy plaza de la Revolución), se colocaba un árbol de navidad, anunciando que el día indicado se les repartía juguetes a los niños.

En el barrio Sajonia en algunos hogares se acostumbraba instalar el árbol de navidad y junto al colocar el nacimiento como signo de espera, preparando a los niños para que escribieran una carta al niño Dios, pidiéndole el tipo de juguetes que deseaban recibir. También se les preparaba diciéndoles que la noche del 24 se tendrían que ir temprano a la cama para dormir, porque así el niño Dios les traería sus juguetes, los cuales les serian colocados por El, en la cabecera o bien debajo de la almohada.

Por tradición religiosa, en las Iglesias Católicas de la vieja Managua, las misas de adviento llamadas misas del niño, acompañadas de un rezo del novenario. Esta actividad religiosa daba inicio el 16 de diciembre terminando el 24 del mismo mes, dedicado especialmente para los niños, que con pitos de carrizo de bambú incrustados en un jícaro pequeño que habiéndole sacado la buñiga (por decir así) quedaba hueco, entonces este jícaro se llenaba de agua y el niño le sacaba el tono para acompañar cantos que se hacía durante el rezo. También se utilizaban otro tipo de pito (plástico, de barro, etc.) también se utilizaban panderetas. Esta tradición todavía prevalece, siempre a las 5:00 de la mañana de cada día.

Desde el 17 de diciembre, hasta el 24 del mismo mes, en algunas Iglesias Católicas se desarrollaba una actividad religiosa, llamada POSADA, consiste en que un grupo de personas entre niños, jóvenes y adultos, todas las noches a partir de las 7:00 de cada día, procesionando por las calles del sector Parroquial, entonando cánticos que la letra daban a entender que eran peregrinos pidiendo posada para una joven embarazada que pronto daría a luz. Esta posada se pedía en varios hogares cristianos católicos. Tradición que aún se mantiene. Volviendo a lo comercial, para el tiempo de navidad, algunos almacenes comerciales, tenían ya el sistema de apartado, recibiendo abonos cómodos hasta completar el valor total del artículo o juguete que el cliente requería. En la Iglesia Santo Domingo, se arreglaba un nacimiento muy hermoso, con el fin que la niñez del sector y en especial para los niños alumnos del Colegio Loyola, fueran conociendo con sabiduría y respeto ese gran misterio del nacimiento de Jesús, los padres religiosos se encargaban de explicárselo a los niños que llegaban a admirar semejante obra de arte.

Llegado el 24 de diciembre, a la noche se le llamaba “NOCHE BUENA” y en la primera hora (1:00 de la Madrugada) del día 25, se celebraba Eucaristía que se llama “MISA DE GALLO” en el que la Iglesia Católica, conmemora el nacimiento del niño Jesús. Después de asistir a la Eucaristía, algunas familias se reunían para comer la suculenta cena Navideña, que, llegando a casa, solían poner en la cabecera de la cama de los niños los juguetes, despertando al niño para decirle que el niño Dios ya había llegado. En los casos que los papás no pudieran comprar los juguetes, se le decía al niño que el niño Dios no había venido pero que sus juguetes se los traerían los Reyes, o le decían que a lo mejor porque él se había portado mal, el niño Dios no le trajo juguetes.

Nacido el niño Jesús el 25 de diciembre, se inicia una nueva etapa del año Litúrgico de la Iglesia Católica que se llama “tiempo de Navidad” que concluye el 6 de enero. Durante el tiempo de navidad y propiamente la noche del 25 de diciembre, algunas familias tenían la tradición en su casa celebrar en conmemoración al nacimiento del niño Dios, una actividad religiosa que consistía en un rezo, acompañados de villancicos navideños, ofreciendo durante la celebración a los asistentes, algún cariñito como golosinas o bien un recordatorio escrito con algo alusivo al nacimiento del niño Jesús. Esta tradición siempre persiste.

Dado que, dentro del tiempo de navidad, está el 31 de diciembre, último día del año, para pasar el primer día del año siguiente, se realizaba siempre con espíritu navideño.

Al llegar la media noche del 31, el tradicional saludo entre los vecinos de Feliz año nuevo, mientras tanto se escuchaba el tronar de la pólvora para complementar la alegría de despedir un año y recibir otro. Esta tradición existe, pero en menos proporción, ya que, con el avance de la población, la familia nicaragüense ha disminuido para celebrar esta noche familiar. También en las calles de muchos barrios se quemaban muñecos cargados de pólvora, simbolizando la muerte del año.

Nacido el niño Jesús, desde el 25 de diciembre hasta el 6 de enero en algunos barrios de la vieja Managua, tenían lugar los llamados pases. En algunos barrios, tres personas vestidas de Reyes magos, como lo pintan los artistas de la pintura, procesionaban en el sector parroquial, que atraídos por las profecías buscaban al Rey de Reyes, al Mesías, que debía nacer de una joven virgen llamada María.

Llegado el 6 de enero, la Iglesia Católica conmemora el encuentro de los Reyes magos con el niño Jesús, actividad religiosa que se celebraba con una misa matutina, denominada “MISA DE REYES”, terminando así el tiempo de navidad, con los regalos de los Reyes, similares a los de noche buena, pero en menor proporción. En la mayoría de los casos los regalos de Reyes sobre todo eran para aquellos niños que le niño Dios no había llegado con los regalos esperados, especialmente para los niños más pobres.

Este día 6 de enero día de Reyes, por la tarde, tres personas vestidas con atuendos de Reyes magos, salían en procesión, acompañados de muchos creyentes para anunciar el nacimiento del niño Jesús diciendo: ¡ha nacido el Mesías, el hijo de Dios, como lo habían anunciado los profetas!, cargando en sus manos simulando las ofrendas de oro, incienso y mirra que debían ofrecer al niño Jesús.

Llegando al templo, avanzan hasta un pesebre simulado, donde se encuentran la imagen del niño Jesús, en donde con todo respeto veneran la imagen, simulando la entrega de las ofrendas de oro, incienso y mirra, traído desde su tierra natal. Durante la misa de Gallo, el sacerdote oficiante, había colocado dentro del pesebre la imagen del niño Jesús.

Esta tradición siempre existe, pero en menor proporción que la vieja Managua.

Mientras tanto en la vieja Managua, en los establecimientos comerciales, en las calles y avenidas durante los meses de noviembre, diciembre y enero prevalecía el ambiente de fiesta navideña, con sus decoraciones e iluminación eléctrica, esto se presenciaba en lo que se llamaba el centro de Managua, indicando que era tiempo de Navidad.

Lamentablemente, la noche del 22 de diciembre de 1972, a las 12:40, en vísperas de la navidad, llega lo inesperado, la fuerza de la naturaleza destruye propiamente el centro de la ciudad, además de edificios y pequeñas casas destruidas, se genera devastador incendio que mete el caos a toda la población de Managua y a los de su alrededor, dando lugar a llantos, lamentos, desesperación y muerte de muchos habitantes, la alegría, los sueños de una ciudad que vivía la fantasía de la navidad.

Pero esta Ciudad se levanta como el ave fénix, creciendo en todos sus aspectos día tras día.

Y los que sobrevivimos a tan inmensa catástrofe, recordamos con nostalgia la vieja Managua, pero nos anima ver crecer la nueva Managua para nuestras futura generaciones.

Como dice el canto “Managua linda Managua”.

Agosto, 2011

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Tomado de “Recuerdos de Navidad en Managua”. Varios autores. 
Dirección General de Cultura y Patrimonio Histórico. Alcaldía de Managua, 2012.


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Reviviendo la Managua de 1972
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