La Radio en Nicaragua: Sus protagonistas

Entrevista a Fabio Gadea Mantilla

Esta entrevista está incluida en muchas otras más que Miriam Palacio Sevilla hiciera a los protagonistas de la radio en Nicaragua en su libro próximo a publicarse por "Segovia Ediciones Latinoamericanas, cuyo título es: "La Radio en Nicaragua: Sus protagonistas".

A continuación una porción de esa entrevista que tiene que ver con el inicio del programa radial de cuentos "Pancho Madrigal" que "lanzó al estrellato" al señor Favio Gadea Mantilla y a Otto de la Rocha.


90. MIRIAM: ¿Su llegada a Radio Mundial cambia su vida?

91. FABIO: Sí, mucho.

92. MIRIAM: ¿Cuándo sale Pancho Madrigal no tuvo problemas con sus colegas?

93. FABIO: No, porque nadie tenía los conocimientos de tradición como los tenía yo. Cosas campesinas. Ninguno de ellos la tenía. Ni Mc-Connell, ni Ortega Chamorro ni Sidar, todos eran de Managua. Eran los reyes de las cosas de Managua.

Estábamos haciendo un cuento de Rodolfo Calero Orozco en la radio que se llamaba Catín, criatura inolvidable, haciendo ese cuento, que yo narraba, se me ocurrió y me dije: «Las novelas que son tan bonitas y tienen tanto éxito, porque no podría tener éxito un cuento de La Carreta nahua o de La Cegua, narrado por un campesino y con personajes como el campesino, con música de fondo especial. Y le digo a Tío Popo:

— ¿Ve, vos podés narrar como un personaje campesino?

— ¡Claro! –me dijo Tío Popo.

Me fui a la máquina de escribir y escribí el primer Pancho Madrigal.


Tantos cuentos que había oído de esos de Ocotal, que se quedaron en la mente y de tanto que se repiten. Lo escribí con el primer comercial, el suspenso y el final. Vamos a grabar un piloto les dije. Grabamos Tío Popo, José Castillo Osejo, Archivaldo Arostegui, la actriz Helena Fonseca y yo, que dirigía. El controlista era Paco Carranza. Buenísimo, de los musicalizadores más extraordinarios.

Grabamos el programa. Agarré una grabadora con la cinta y me la llevé a la fábrica de galletas Cristal, en la calle Colón, donde don Adolfo Guerrero y le digo:

— Don Adolfo, quiero que oiga un programa a ver si le gusta.

— ¡Me encanta, está lindo! Te lo compro.

— ¿Cuánto vale?

— Vale 800 pesos.

— Te lo compro.

— El lunes comienza.

Y comenzó ese lunes. Un éxito enorme.

94. MIRIAM: ¿Pagaba el espacio a Manuel Arana?

95. FABIO: Le pagaba el espacio y a cada uno de los actores su trabajo. Ochocientos me pagaban y tal vez le daba cien pesos a cada uno, lo que se pagaba en esa época. Después fui cobrando más y pagando más. El programa tuvo éxito desde el principio.

96. MIRIAM: ¿A qué hora lo transmitía?

97. FABIO: A las nueve de la noche.

98. MIRIAM: ¿Cuánto tiempo pasa desde que sale Pancho Madrigal hasta que nace Radio Corporación?

99. FABIO: El programa se transmite en Radio Mundial desde 1959 hasta 1967, pero ya sin Tío Popo, que se había muerto.

100. MIRIAM: ¿Cómo se da el cambio de Tío Popo por Otto de la Rocha?

101. FABIO: Yo busco a alguien que haga de hijo de Pancho Madrigal.

Pancho Madrigal anda de viaje. En ese momento estoy de gerente en Radio Católica. Otto llega a tocar con un trío, lo lleva Pedro Rafael Gutiérrez. Vos sabes que Otto es un tipo pintoresco.

Le digo:

— Ve, Otto, ¿a vos te gustaría trabajar en Pancho Madrigal?

— Yo nunca he hecho nada de eso.

— Como Tío Popo se enfermó y después se murió vos aparecerías como su hijo.

Entonces, le saqué un libreto y lo puse a leer, como un indio. Y comienza a leer.

— ¡Vos sos el hijo de Pancho Madrigal! ¡Vos lo vas a hacer!

Otto se quedó asustado. Así entró Otto de la Rocha al programa. Después lo enriquecía con una chispa bárbara. Como él hablaba como indio rematado, como Aniceto. Le hice el personaje de Aniceto Prieto para que estuviera dentro del elenco. Se daba unas lucidas tremendas. Heriberto, mi hermano, era buenísimo también, y José Castillo. Todos actores de primera. Solo para arriba se fue el programa.

Entre los años 1974 o 1975, la Alka Setzer a mí me llamaba para que le dejara por un año el programa, me pagaba adelantado. Valía seis mil pesos el patrocinio y eran seis patrocinadores. Me pagaban 72 mil córdobas de un solo para que le guardara el espacio. Lo mismo pasaba con la Coca Cola. Ya en los ochenta se desbarató todo.

102. MIRIAM: Si hacemos una comparación entre la programación de La Voz de la América Central con La Mundial, cada quien, en su época, artísticamente hablando, ¿cómo la califica?

103. FABIO: Muy superior La Mundial. Ya en el tiempo que sale La Mundial, La Voz de la América Central ya no hacía cultura tampoco, sino que buscaba como competir con La Mundial. Trataba de cambiar su Onda Corta por una Onda Larga. Era una lucha diferente hasta que se terminó.

104. MIRIAM: ¿Y cómo nace Radio Corporación? ¿cómo fue su inicio?

105. FABIO: La Corporación nació en 1965. Éramos unos locos nosotros. Frente al costado oeste del Palacio Nacional montamos una plaza llamada «Los portales de la suerte». Los socios éramos José Castillo Osejo, Moncho Bonilla, Sidar Cisneros, Julio Armas y yo. Hacíamos rifas, vendíamos los módulos todo un mes de diciembre y quedamos chineados con riales.  Pues, con ese dinerito decidimos comprar una plantita que había en la Costa Caribe. Era de Onda Corta y la trasladaron a Onda Larga y en 540, que nadie creía que se podía oír en el dial tan a la izquierda. Y con mil dificultades pusimos en la calle Candelaria una antena de alambre. Se nos cayó la antena, la volvimos a montar. Las dificultades las fuimos venciendo poco a poco.

106. MIRIAM: ¿Y conseguir la frecuencia cómo fue?

107. FABIO: Fue sencillo. No había problemas.

108. MIRIAM: ¿Y sigue escribiendo los libretos de Pancho Madrigal?

109. FABIO: Yo los seguí escribiendo hasta hace unos años. Tengo seis mil cuentos grabados. Los voy repitiendo y ni yo mismo recuerdo. Solo los chequeo en la computadora para ver cuál sirve para sacarlo, cuál no me gusta.

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